Maridaje de altura con notas marinas

El Ardbeg An Oa, el más ahumado, dulce y redondo Single Malt, y un Bolívar Belicosos Finos nacieron para entenderse

El último Afterwork del Club Pasión Habanos en The Wild Bunch de Barcelona se centró en grandes whiskies de Glenmorangie presentados con todo lujo por el brand ambassador de Louis Vuitton Moët HennessyXavier Monclús, y que culminó con otro Single Malt excepcional, el Ardbeg An Oa.

José Andrés Colmena, brand ambassador de Habanos, multiplicó el placer organoléptico de los néctares escoceses con un maridaje tropical de altura: el Bolívar Belicosos Finos, un habano de gran formato que regala delicados matices sensitivos. 

La leyenda de las Hébridas

Islay es una isla de las Hébridas Interiores, en la costa occidental de Escocia. Tradicionalmente ha sido una zona muy importante de elaboración de whisky. Las maltas de Islay se distinguen por sus aromas a mar y a humo que las hacen muy fáciles de identificar pero provocan reacciones muy diversa entre los aficionados.

Infografía 1: Maridaje de altura con notas marinas

No obstante, cada una de las ocho destilerías activas de la isla presenta características individuales a tener en cuenta. Por estas razones Islay constituye por si sola una región productora específica de whisky, algo así como una denominación de origen. Ardbeg es una de sus ocho destilerías. Su nombre deriva del escocés gaélico: Àrd Beag, o «pequeño cabo».

Fundada en 1815, esta destilería se enorgullece de ser el Ultimate Islay Malt Whisky, venerado por expertos en todo el mundo como el más ahumado, difícil y complejo de todos los maltas de Islay. A pesar de su sabor ahumado los whiskies de Ardberg son también conocidos por su deliciosa dulzura, un fenómeno conocido afectuosamente como «la paradoja turba».

El origen del Ardbeg An Oa

La destilería de Ardbeg ha sorprendido gratamente a los amantes del whisky con una poderosa incorporación que se agrega a su gama principal.

Se trata del Ardbeg An Oa, primera expresión de Ardbeg en esta última década, ya que en el 2000 la destilería había lanzado Ardbeg Ten Years Old, en el 2003 el Ardbeg Uigeadail y el último fue en el 2009, el Ardbeg Corryvreckan.

El Ardbeg An Oa (pronunciado «an oh»), rinde homenaje a la península de Oa, la más indómita de Islay, dotada de imponentes acantilados que desafían las tormentas atlánticas y lugar al que la destilería se ha aferrado durante más de 200 años.  

En la decada del 80 al 90, Ardbeg, que arrastraba graves problemas, estuvo a punto de desaparecer, pero en 1997 la marca fue reinventada por la prestigiosa The Glenmorangie Company, también de Islay.

Durante esta nueva era y ya bajo la tutela de Louis Vuitton Moët Hennessy, Ardbeg ha conseguido que su whisky sea elegido cuatro veces como el mejor del mundo, y además ha logrado ser el whisky de malta ahumado más premiado del planeta, pues desde el 2008, ha obtenido más de 50 medallas de oro y dobles de oro en las principales competiciones de whisky, cinco por año de media. 

El legado del whisky fue salvaguardado en el 2000 con la formación del Comité Ardbeg, presidido por Mickey Heads y compuesto por más de 100.000 amantes de Ardbeg, en más de 130 países, que están dispuestos a garantizar que «las puertas de la destilería nunca más cerrarán». 

Infografía 2: Maridaje de altura con notas marinas

Y cómo es el An Oa

An Oa es un single malt, el más ahumado, dulce y redondeado de la destilería, viene adornado con poderosas notas marinas, y cítricas y posee características especiales como no haberse filtrado en frío y un secado en pagodas naturales al aire libre, lo que le da el toque salino y los mismos ahumados que a toda su gama.

Además, tiene un agua base que procede de su propio manantial en el lago Uigeadail y, como colofón, utiliza el baño maría para destilar y no el fuego directo. La sala de reuniones, creada a partir de una antigua tienda de cereales en Ardbeg, es la catedral que fue diseñada específicamente para contener el colector de Ardbeg’s Gathering la nueva «Gathering Vat».

Fabricada en madera nueva y muy quemada de roble francés, en ella se casan los maltas envejecidos en barricas de Pedro Ximénez y en barricas de bourbon, para crear un whisky que se embotellará con un 46% de volumen de alcohol. 

Según el Dr. Bill Lumsden, su creador, el whisky posee «notas de caramelo cremoso, anís, melocotón y plátano, un whisky meloso en el paladar, donde mezcla chocolate con leche, hojas de té anaranjadas y ahumadas con especias dulces y humo de cigarro.»

Hablando de cigarros

Cuenta la leyenda que la llamada a la lucha contra los españoles, emitida por José Martí desde Florida, llegó escondida en un cigarro: el Bolívar, un éxito inmediato entre los amantes de los puros, que fue apreciado como uno de los mejores entre los habanos de pleno sabor, fuertes y con mucho cuerpo. 

La marca actual se crea en 1902 y hoy en día tiene su base en la Fábrica de Partagás, en el centro de La Habana. La cumbre de su popularidad no llegó hasta 1950, cuando la familia Cifuentes que ya fabricaban PartagásRamón Allones, La Intimidad, y otras veinte marcas, llevaron a los Bolívar hacia el éxito comercial.

El Dr. Bill Lumsden, creador del Ardbeg An Oa
El Dr. Bill Lumsden, creador del Ardbeg An Oa

Actualmente Bolívar no es una de las marcas cubanas más conocidas pero su larga historia y calidad le otorgan un seguimiento muy fiel, y que sea una de las marcas preferidas por los aficionados a los habanos más fuertes.

El Bolívar Belicoso Fino es uno de los cuatro habanos con vitola galera de Campana (Romeo y Julieta, Sancho Panza y San Cristobal). impresiona por la gran penetración en boca de los sabores tabaqueros y el carácter fuerte de esta campana, con puntas de picor profundas, en la línea de los habanos más clásicos que, sin embargo, no agrede a las papilas. 

La fumada se inicia con caracteres suaves y nada fuertes, con ciertos toques picantes, que desaparecen conforme avanza la combustión, para luego crecer en sabor a partir de la segunda mitad, donde se producen grandes prestaciones tabaqueras con una excelente sensación de fortaleza. 

Posee un núcleo terroso característico con un sabor intenso a tabaco y madera y notas terrosas, especiadas, dulces y sabrosas, con un final dulzón y untuoso, que deja recuerdos a café, avellanas, cuero, vainilla y nuez moscada, y un postgusto bastante largo y muy agradable.

Es un cigarro recomendado para aficionados  que no busquen puros más suaves y que conozcan bien lo que puede dar de sí un habano fuerte y rico en sabores, sin que llegue a agresiones en el paladar en donde cada elemento de su sabor se transmite en capas mesuradas y equilibradas.

a.
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