Los chiringuitos de la Barceloneta se merecían un homenaje

El chef Jordi Cruz acompaña a un homenaje a los impulsores de la mejor cocina marinera de Barcelona

Un showcooking conducido por Jordi Cruz fue uno de los platos fuertes del homenaje a los antiguos chiringuito-merenderos de La Barceloneta, que eran famosos por sus arroces, mariscos y pescados de leyenda.

Estos locales míticos estuvieron a punto de desaparecer con la piqueta preolímpica, pero que han sabido trasladarse al siglo XXI en el mismo barrio pero en una ubicación absolutamente singular, en el Palau del Mar, considerada la puerta de acceso a la Barceloneta.

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En este homenaje, maridado con la nueva cerveza Magna de San Miguel han participado los cuatro grandes tradicionales merenderos hoy convertidos en restaurantes de peregrinación gastronómica: Cal Pinxo, El Merendero de la Mari, La Gavina y La Mar de Bo. 

El arroz como homenaje

Cada restaurante ofreció su receta arrocera más representativa en el showcooking, que además de Cruz tuvo como protagonista a La Mari, fundadora del Merendero de La Mari.

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Los arroces fueron cocinados al aire libre, a la vista del público y frente al mar por los chefs de los cuatro restaurantes. Las preparaciones elaboradas fueron las siguientes:

Cal Pinxo ofreció su “arroz con fumet de gamba roja”, en el que un aromático sofrito recibe el bautizo del caldo de gambas rojas mediterráneas.

Los chiringuitos-merenderos de la Barceloneta fueron desplazados por la piqueta pre-olímpica. Algunos se reconvirtieron en exclusivos restaurantes

El Merendero de La Mari su famoso “arroz del Nen” a base de mariscos, carne y verduras y diversos secretos de la casa.

La Gavina elaboró un “arroz negro con gambas”, que hay que acompañar siempre con alioli. Es una variante de arroz negro que nació en 1930.

La Mar de Bo cocinó su “arroz a la marinera” con ingredientes marinos y dosis de aportaciones personales.

La nueva Magna

Cervezas San Miguel aportó su nueva creación Magna para complementar el showcooking, pues es una cerveza concebida para maridar con una gran diversidad de productos gastronómicos, que aporta frescor pero que respeta los sabores y encaja muy especialmente con los platos de arroz.

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Magna es una cerveza Golden Lager con graduación 5,7º, (más alta que la media) elaborada siguiendo un proceso de lupulación en tres tiempos, que le aporta notas herbales y florales de lúpulo fresco y aromas a malta tostada.

El legado de los merenderos-chiringuitos

La Barceloneta es el barrio marinero y de pescadores de Barcelona, aunque en los últimos años se han producido muchos cambios que han desdibujado su herencia.

Pero el barrio se mantiene como un referente gastronómico de comida marinera y tapeo, principalmente en cuatro zonas: Palau de Mar, el paseo Juan de Borbón, el interior del barrio y la fachada del Paseo Marítimo.

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Los chefs preparan el arroz siguiendo recetas tradicionales. Foto: Jordi Català.

Pero hubo un tiempo en que una quinta zona, hoy desaparecida, era la favorita: los merenderos de la Barceloneta, frente al mar.

Ir a comer arroces, mariscos y pescado a la Barceloneta pasó a formar parte imprescindible de las tradiciones barcelonesas

Los primeros chiringuitos surgieron a finales del siglo XIX, cuando los pescadores cocinaban y servían la captura sobrante. 

La fama de estas casas de comida marinera buenas, bonitas y baratas, con construcciones sencillas y efímeras de planta baja, madera, vidrio y uralita, en primera línea de mar, creció en los años de posguerra y se convirtió en un referente gastronómico ciudadano a partir de los 60’s.

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Los chiringuitos estaban ubicados sobre la playa de Barceloneta. EFE.

Los merenderos tenían tarimas sobre la playa o fijaban las mesas directamente en la arena, y estaban encajonados los unos con los otros en la desaparecida calle de la Drassana, paralela al mar.

[Para leer más: No hace falta ir al puerto para disfrutar de una paella]

Ir a comer arroces, marisco y pescado a la Barceloneta pasó a formar parte imprescindible de las tradiciones barcelonesas y con las primeras olas del turismo se convirtió en parte indispensable de todos los circuitos.

La llegada de la piqueta

En el 1991 los 18 ‘puestos de bebida al aire libre’ de la Barceloneta fueron condenados por la nueva Ley de Costas de 1988, (solo seis tenían concesión para instalarse en primera línea de mar) y fueron barridos por las excavadoras del Ministerio de Obras Públicas, poco antes de los Juegos Olímpicos del 92.

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Jordi Cruz y La Mari prueban los arroces en el Palau del Mar. Foto: Jordi Català.

Los legendarios chiringuitos-merenderos entre ellos los muy populares El Merendero de la Mari, Cal Pintxo, Costa Azul y Can Costa, desaparecieron de su ubicación original y con ellos una parte de la historia de Barcelona.

El Magatzem, Merendero de la Mari, Cal Pinxo, La Gavina, Emperador y La Mar de Bo llevan 25 años sirviendo paellas, mariscos, cocina marinera y mediterránea

Algunos de estos merenderos resucitaron en el renovado Palau de Mar, un edificio de arquitectura portuaria construido entre 1881 y 1890.

Allí se encuentran El Magatzem, Merendero de La Mari, Cal Pinxo, La Gavina, Emperador y La Mar de Bo, que llevan 25 años sirviendo las paellas y los mariscos, cocina marinera y mediterránea con productos de calidad, frescos y de proximidad.

Jordi Cruz, el mejor embajador

Jordi Cruz colecciona éxitos: cuenta con cuatro restaurantes premium y estrellados (Abac, L’Angle, A Tempo y Ten’s); cinco libros, un gimnasio, es una imagen publicitaria recurrente y una de las caras de la edición española de Masterchef.

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Es un personaje absolutamente renacentista en cuanto a su capacidad de transmutarse, pero que en el fondo sigue siendo aquel muchacho de Manresa con ganas de aprenderlo todo.

Jordi Cruz parece un personaje del Renacimiento: cuenta con cuatro restaurantes, publicó libros, es una imagen solicitada por la publicidad y co-conduce Masterchef

A los 14 años ya trabajaba en fogones y a los 26 ganó su primera estrella Michelin, que no iba a ser la última, siendo el cocinero más joven de España y el segundo del mundo en ganarla.

Después vendría el Abac y a partir de este momento todo iría a gran velocidad, como cuando en el 2013 los franceses le dieron el premio al ‘Cocinero con más futuro’.

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Según la Guia Michelin «Jordi Cruz transmite principalmente valores de esfuerzo y compromiso con el trabajo bien hecho, de autoexigencia para conseguir la excelencia en su ámbito profesional”. En cuanto a sus elaboraciones “cautiva a sus comensales planteando inteligentes historias a través de sus platos, siempre impecables en técnica y sabor”.

Es una de las figuras que más ha popularizado la gastronomía: el 88% de los españoles sabe quién es.

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