Calle Laurel: el paraíso de los pinchos está en Logroño

En apenas cuatro calles se dan cita hasta 72 bares y restaurantes donde encontrar vinos y tapas que se maridan con los mejores vinos de Rioja

La Laurel es uno de los puntos más concurridos y visitados de Logroño. Y es así porque en ésta calle peatonal y otras tres aledañas se dan cita más de 72 bares y restaurantes donde se disfruta de tapas y pinchos acompañados de los vinos de Rioja.

Si quieres saber todo lo necesario para moverte por La Laurel, sigue leyendo porque te lo vamos a contar todo.

Las calles Laurel, San Agustín, Albornoz y Travesía de Laurel integran este paraíso gastronómico 

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Paraíso gastro

Muy cerca de la calle Bretón de los Herreros, en pleno centro histórico de Logroño, cerca del Mercado de San Blas y a apenas 50 metros de la plaza conocida como ‘El Espolón’, se encuentra La Laurel, un oasis gastronómico para los amantes del buen comer y el mejor beber.

Calle Laurel, Logroño. Foto www.azcona.eu
La Laurel rebosa ambiente en cualquier momento. Foto www.azcona.eu

La Laurel es un sector de la ciudad formado por 4 calles: Laurel, San Agustín (que discurren paralelas) y dos pequeñas calles más que unen las dos vías principales (Calle Albornoz y Travesía de Laurel). Su recorrido, de poco más de 300 metros, configura una de las rutas gastronómicas de pinchos más famosas de España con una fama que trasciende nuestras fronteras.

Una característica de la calle Laurel es que cada local tiene su pincho estrella, el que sí o sí hay que pedir

A esta zona se la conoce también como la ‘senda de los elefantes’, término acuñado por los propios logroñeses porque según ellos mismos explican: “si te tomas el vino que te van a servir en cada bar es muy probable que acabes trompa”.

Calles para comérselas

Una de las características esenciales de La Laurel es que cada local cuenta con su pincho estrella, su pequeña propuesta gastronómica más conocida, que, en ocasiones, llega a confundir el nombre del local con el del pincho. Algunos establecimientos solo ofrecen esa joya culinaria y otros, además de su pincho estrella, brindan una mayor variedad.

Los champis del Bar Ãngel, Logroño.
Los ‘champis’ del Bar Ángel, Logroño. Foto www.callelaurel.org.

Pero el rasgo más importante de estas calles es que es una zona gastronómica para todos los públicos, pues aquí te vas a encontrar con gente joven, familias con niños, cuadrillas de personas mayores, parejas e incluso con personas solas que saben que, detrás de una barra de pinchos o delante de ella, siempre encontrarán una sonrisa, un gesto amable o una agradable conversación.

Según Adolfo Sáenz, presidente de la Asociación de Hosteleros de la Zona Laurel: “la Laurel es vital para Logroño y La Rioja. No hay ningún turista o visitante que venga a la ciudad o a la comunidad y no pase por aquí”.

La Laurel es un escaparate de los mejores productos de La Rioja, desde verduras a vinos de su denominación de origen

Añade además que, “aunque a nivel turístico desempeña un papel crucial, también es muy importante porque es punto de encuentro para los propios logroñeses y riojanos”.

La Chatilla Gastrobar. Foto www.callelaurel.org.
Desde los más sencillos a los más sofisticados, como el bao de La Chatilla Gastrobar. Foto www.callelaurel.org.

Un producto espectacular

Desde un punto de vista gastronómico, La Laurel es un espacio esencial para conocer la riqueza de los productos de La Rioja, pues en un área no muy grande y de forma muy cómoda, puedes deleitarte con algunos de los mejores vinos de España (D.O.Ca. Rioja), acompañados de alimentos frescos de temporada tan típicamente riojanos como las setas y los champiñones, los pimientos rojos, el queso Camerano con D.O. Sierra de Cameros o el delicioso cordero Chamarito.

También podrás probar platos tradicionales de la región, no sólo en los bares, sino también en sus restaurantes como: bacalao y patatas a la riojana, caparrones con sacramentos, menestra de verduras, chuletitas de cordero al sarmiento, y muchos otros.

Además de disfrutar de cada bocado, no dejes de fijarte en los divertidos nombres de algunos de los pinchos: cojonudos, quejas, zapatillas, champis, rotos, matrimonio, piruletas, preñaos, agus, alpargatas, zorropitos, embuchados, lecherillas, soldaditos, etc.

Las Quejas Bar. Foto www.callelaurel.org
En La Laurel se dan cita personas de todas las edades. Foto www.callelaurel.org.

Si además quieres saber que llevan y como están hechos no te preocupes, te lo explicarán encantados. Además, en la puerta de muchos de estos establecimientos hay logos indicativos de que en su interior ofrecen platos veganos o aptos para celiacos.

Los 10 pinchos imprescindibles

Comienza haciendo una breve pero sugestiva parada en Ángel, un bar al que hay que ir para relamerte con sus famosos “champis”, un pincho de champiñones con una salsa secreta que custodian con orgullo desde hace más de 60 años.

Los propios nombres de los pinchos no tienen desperdicio: cojonudos, quejas, zapatillas, champis, rotos, matrimonio, piruletas, preñaos, agus, alpargatas, zorropitos, embuchados, lecherillas, soldaditos…

En el Bar Las Quejas deléitate con sus afamados montaditos llamados “quejas” (queso camerano, jamón y setas).

Mesón El Abuelo. Foto www.callelaurel.org
Mesón El Abuelo. Foto www.callelaurel.org.

Extraordinaria la cocina casera y tradicional desarrollada en el Mesón del Abuelo. Formidable su cazuelita de bacalao y la sepia a la plancha.

En La Chatilla Gastrobar tienes que probar sí o sí el bocatín en pan bao de rabo de toro que lleva queso payoyo y crema de curry, entre otros ingredientes.

Los “cojonudos” del Bar El Muro son para verlos, no creérselos y sin más: ¡Comérselos!, pues imaginad un delicioso pan con picadillo de chorizo, huevo de codorniz y pimiento riojano. ¡Lo más!

Cojonudos del Bar El Muro. Foto www.callelaurel.org.
Cojonudos del Bar El Muro. Foto www.callelaurel.org.

Muchos logroñeses acuden hasta la Bodeguilla Los Rotos, sobre todo durante los fines de semana, para consumir sus famosísimos “rotos”: bollitos rellenos de diferentes ingredientes con huevo. ¡Acompáñalos con cualquier tinto joven riojano y veras lo que es bueno!

En el Bar Calderas, el aroma a calamares recién fritos que se detecta inmediatamente al pasar por delante de su puerta quita el hipo. Su especialidad es, como no podía ser de otra forma, el bocatita de calamares recién hechos que secundado con cualquier vino blanco riojano bien fresquito te va a hacer sentir como si rozaras el cielo con la punta de los dedos.

Bar Calderas. Foto www.callelaurel.org
Bar Calderas. Foto www.callelaurel.org.

En la Casa de los Quesos, los amantes de este gran producto láctico se sentirán en el Edén, pues cada día se sirven tres diferentes degustaciones de quesos distintas. Desde un cabrales, pasando por un pecorino o un gruyere suizo bien madurado, entre otros.

En Tío Agus Bar Lorenzo, negocio familiar que ya camina por su tercera generación, sirven el codiciado “tío agus”, un pincho de carne con especias morunas, dentro de un bollito con una salsa especial y secreta que no te van a desvelar aunque les ofrezcas el mayor de los tesoros.

Tío Agus Bar Lorenzo. Foto www.callelaurel
No esperes conocer el secreto de la salsa de los codiciados «tío agus». Foto www.callelaurel.org.

Y como última recomendación, entra en la Taberna del Tío Blas para gozar de su piruleta de solomillo con bacón y salsa de queso, un pincho delicioso que puedes maridar con un Rioja o con cualquier vino internacional, pues su carta muestra otras denominaciones de origen del mundo.

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