Gucci aterriza en el SoHo: “Comprar en una tienda todavía es sexy

La marca Gucci trata de acercarse a las generaciones más jóvenes, que dieron la espalda a las tiendas físicas en favor de internet

Recuperar el sentimiento de que ir de compras sea un placer. Volver sexy el hecho de ir a una tienda. Es la misión que se ha propuesto la firma de moda italiana Gucci con su nueva tienda en el exclusivo barrio neoyorquino del SoHo. El principal foco: las generaciones más jóvenes, que se han pasado a Internet y han abandonado los escaparates físicos.

En una entrevista concedida a Business of Fashion, el director ejecutivo de la empresa, Marco Bizzarri, lamentó que los compradores están aburridos de las tiendas tradicionales. Con el establecimiento inaugurado el pasado domingo en Wooster Street, aspira a recuperarlos: “No están interesados en la experiencia minorista porque la experiencia minorista no es interesante”, asumió.

Por ello, el rediseño del local es total. Adiós a los guardias de seguridad intimidantes y las secciones separadas. “Estos detalles son snob y marcan distancias entre una marca y sus clientes”, señaló el ejecutivo.

SoHo

En cambio, ahora los protagonistas son “conectores” de espacios. La tienda tiene más de 900 metros cuadrados y está llena de sofás para admirar la ropa, las zapatillas y los vestidos. La iluminación es brillante y los colores frenéticos. Así, el ambiente ecléctico trata de evocar la emoción al descubrir tus prendas favoritas.

“La idea es recrear una tienda de dulces: vienes, recoges y disfrutas”, comparó.  El símil no es casual: la compañía trabaja desde hace 18 meses en el local y aspira a convertirse en un referente para el resto de establecimientos. Si es un éxito, se replicará alrededor del planeta.

Más que una compra

De este modo, Bizzarri animó a los usuarios a adentrarse en el local aunque no sea para comprar nada. En el interior se podrá escuchar un documental musical con auriculares hechos a medida, tener acceso a preestrenos de nuevas colecciones y utilizar la realidad aumentada para diseñar un nuevo bolso o unos zapatos.

“Si sales y sientes la energía y pasión que intentamos generar con Gucci, es que como cliente te has vuelto fiel”, zanja. “El deseo final es que el comprador experimente algo que no pueda hacer en otras tiendas”, acompaña.

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