Escapada por los rincones secretos de Florencia

Bares fuera de ruta, perfumerías secretas, los restaurantes preferidos de los florentinos... una agenda para quienes ya conocen la capital del Renacimiento

Hay ciudades a las que siempre apetece volver. Son aquellas en las que, al partir por primera vez, dejamos un poco de nuestro corazón. Anotamos rincones donde repetir ese bocado tan apetitoso, calles y paseos por los que perdernos una y otra vez, amistades que nos esperan para ese café pendiente… Es el caso de Florencia, uno de los lugares más bellos de Italia, del que jamás puede uno hartarse.

Aunque la capital de la Toscana cuenta con referentes suficientes como para destacar, es cierto que siempre apetece añadir algo más a la ruta compuesta por la catedral de Santa María del Fiore, la Galería Uffizi, el Ponte Vecchio y el Palacio Pitti, entre otros rincones de gran belleza.

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Los preferidos de los florentinos

Puede que hayan abierto sus puertas hace poco o que, años después, siguen siendo casi desconocidos.

Entre los primeros, destaca el nuevo Gucci Garden en el Palazzo della Mercanzia, un combo de museo, restaurante gourmet y tienda que no ha dejado a nadie indiferente. 

Gucci Garden, el edén oculto en el Palazzo della Mercanzia, Florencia.
Gucci Garden, el edén oculto en el Palazzo della Mercanzia.

Sin embargo, son los segundos los que conforman una oferta que apenas conocen los locales.

¿Qué tal si te atreves a probar algo nuevo, como un laboratorio de perfumes, en tu próxima escapada a Florencia? 

Así, pocos saben al pasear por el centro antiguo de la ciudad que, a pocos metros, están descubriendo los aromas más exquisitos. Ocurre en el taller de Aquaflor Firenze, un laboratorio olfativo florentino donde nos pueden crear un perfume personalizado que llevarnos antes de volver a casa, en un ambiente de lo más sofisticado (Borgo di Santa Croce).

Desde fuera apenas notaremos que allí dentro es donde el nariz Sileno Cheloni lleva desde hace una década siguiendo los pasos de la antigua tradición de la perfumería toscana.

Aquaflor Firenze 2
Aquaflor, en Florencia, recoge la tradición de la perfumería toscana.

Clubes secretos

También juegan con pasar desapercibido algunos de los bares más interesantes de la ciudad, locales que juegan con el misterio y el refinamiento de los míticos speakeasy norteamericanos. Uno de ellos es Rasputín.

Este local en Santo Spirito no tiene una entrada a la calle principal, sino que se encuentra escondida detrás de un falso muro. La propia puerta, con mirilla incluida, no podría parecer más anodina.

Eso sí, dentro encontramos una de las coctelerías con más estilo de Florencia, con una decoración enigmática, esotérica y oscura, como el propio personaje del que toma su nombre. Con cortinas de terciopelo rojo y candelabros, el ambiente es muy llamativo.

ActuacioÌn en Rasputin. Foto Rasputin Bar
No solo hay ambiente, sino también actuaciones en directo. Foto: Rasputin Bar.

Fumoir es otro bar que juega con la estética de los años de la Ley Seca (Via Fiesolana, 23). Solo se puede entrar en él con reserva y pertence a Rex di Firenze. De hecho, su lista de cócteles está inspirada en la misma que se servía en el trasatlántico Rex en 1931 (diferentes absentas incluidas).

El bar principal, menos exclusivo, es de los que cuenta con un muy buen ambiente, aunque también se recomienda reservar mesa, sobre todo si se quiere disfrutar de su degustación de absentas, llamada Fontana dell’assenzio.

Pasa de los ‘top 10’

Algunos rincones que suelen pasar desapercibidos en Florencia no están escondidos. Al contrario. Pero quedan relegados en las listas de ‘lo mejor’ y acaban siendo casi ‘refugios’ para el turista solitario. Es el caso de la basílica de San Miniato al Monte, en uno de los rincones más altos de la ciudad y considerada una de las mejores basílicas románicas de la Toscana.

Museo Horne. Foto Museo Horne
En la que fuera casa de Giorgio Vasari se abre un museo que se visita con petición previa. Foto: Museo Horne.

O el Museo Horne, con una bonita colección de obras de los siglos XIV y XV y cuya Sala Grande, en la casa del arquitecto, pintor y escritor del Renacimiento Giorgio Vasari, restaurada hace unos años, solo se puede visitar bajo petición previa (via dei Benci, 6).

También el arte contemporáneo se cuela. El artista vanguardista y transgresor italiano Blub ha llenado el centro de la ciudad de pequeñas piezas de arte callejero en las que sus protagonistas cuentan con gafas de buceo. Todos, sin excepción, desde el David de Miguel Ángel al retrato de Da Vinci.

Considerado el ‘Banksy italiano’, su lema es ‘El arte se ha de notar’. Y no es la única de las acciones de arte callejero y muralista que podemos encontrar en Florencia, que se abre a estas vanguardias por toda la ciudad.

Una de las obras dl 'Banksy italiano'. Foto: Jonathan Singer | Unsplash.
Una de las obras dl ‘Banksy italiano’. Foto: Jonathan Singer | Unsplash.

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Palacios privados

Lo que no se abre tan fácilmente son las puertas de algunos palacios privados. Sin embargo, varios de ellos pueden visitarse gracias a un tour exclusivo. Son palacetes que parecen sacados de revistas de decoración y que permiten acercarse a la nueva alta sociedad florentina.

Los amantes del interiorismo tendrán en ellos un síndrome de Stendhal, pues todos alaban el buen gusto con el que se han decorado las casas. Las visitas (desde 70 euros) las organiza la agencia inmobiliaria Acacia y, como no podía ser de otro modo, cuentan con un guía personal en cada casa, muchas veces los propietarios.

Cuélate entre los muros de un palacete florentino. Foto: Acacia Firenze.
Cuélate entre los muros de un palacete florentino. Foto: Acacia Firenze.

Si queremos finalizar la visita a Florencia con una inmersión en una mezcla de arte antiguo y moderno, decoración y sabores, nada mejor que el Mercado de Pulgas, que se celebra el último domingo de cada mes en Largo Annigoni.

Il mercato delle Pulci es una ocasión muy especial para ver anticuarios en plena calle y muchísimos curiosos dando un ambiente único a las calles del centro. Con 100 puestos, abierto de 9 a 19 horas, hará las maravillas de los amantes del coleccionismo y la decoración de segunda mano.

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