Enoturismo, una tendencia de 67 millones de euros

El impacto económico generado por las visitas a bodegas y museos del vino creció un 24% superando los 67 millones de euros en 2017

El enoturismo consolida su potencial como tendencia turística. Solo en 2017, las Rutas del Vino de España recibieron más de 3,2 millones de turistas, con un incremento del 18,23% respecto al año anterior. Su impacto económico creció un 23,89% y ascendió hasta los 67,2 millones de euros. Una tendencia al alza y con un importante margen de mejora.

Se trata de unas cifras “muy positivas” según la Asociación de Ciudades del Vino (ACEVIN) y su Club de Producto Rutas del Vino de España, que aglutina un total de 27 rutas que articulan la oferta en bodegas visitables (602), museos del vino (86) y otros establecimientos adheridos, como hoteles, restaurantes y comercios especializados.

Tendencia al alza

Una tendencia “con un enorme potencial de crecimiento en España, en línea con el crecimiento que han experimentado zonas como Napa Valley, en California, Burdeos, en Francia, o La Toscana, en Italia” señala Jorge Solana, director del portal especializado en turismo del vino Enoturismo360 y profesor de la Universidad San Pablo CEU.

En palabras de Jimena Cristo, fundadora y directora de Colorfulwines, empresa especializada en la organización de visitas enoturísticas para extranjeros en España, “sse trata de una tendencia absolutamente consolidada; los viajeros quieren tener cada vez más experiencias genuinas en sus viajes por lo que, además de visitas culturales, buscan experiencias en torno al vino y la gastronomía”.

El enoturismo es una tendencia absolutamente consolidada, según los expertos, en línea con el deseo de los viajeros de vivir cada vez más experiencias genuinas en sus viajes

“No necesariamente son grandes conocedores del vino”, añade Cristo, “pero sí personas que disfrutan el vino y experiencias generadas en el lugar donde se elabora, por eso buscan regiones vitivinícolas para enriquecer sus viajes”.

Rioja Alavesa cuenta con bodegas diseñadas por arquitectos internacionales.
Rioja Alavesa cuenta con bodegas diseñadas por arquitectosde la talla de Frank Gerhy.

Un crecimiento que tendrá como consecuencia la creación de más destinos enoturísticos. En el caso del Club de Producto Rutas del Vino de España, espera certificar entre tres y cuatro nuevas rutas en 2019 solo en Castilla-La Mancha.

El negocio del enoturismo

España es el tercer productor mundial del vino, con un total de 33,5 millones de hectolitros, por detrás de Italia (39,3 millones de hectolitros) y Francia (36,7 millones de hectolitros), según el informe Panorama actual y perspectiva del sector vitivinícola 2017 elaborado por EAE Business School.

España es el tercer productor mundial del vino, por detrás de Italia y Francia, pero aún está lejos de las primeras posiciones entre los destinos preferidos por los enoturistas a nivel internacional

En el negocio del enoturismo, sin embargo, el país está aún lejos de encabezar los rankings mundiales, si bien se están dando pasos en este sentido.

Así, señala Jimena Cristo, “las bodegas se están dando cuenta de la importancia crucial del enoturismo para el posicionamiento y reconocimiento de su marca”.

Rioja Alavesa pisado de uvas
Las bodegas ofrecen a sus visitantes participar en la propia elaboración del vino.

Por ello, además de elaborar y vender vino, “generar experiencias placenteras en torno al cultivo, la elaboración, etc. agrega valor a la marca, lo que repercute en un incremento directo de ventas pero, y más importante, en lograr una diferenciación frente a la competencia, en un mercado con tantos actores como es el del vino”, añade.

De hecho, la compañía Colorfulwines logra enviar sus clientes vino de forma directa a sus países de origen a través del servicio Cargowine, sin intermediarios, exportando así vinos que, de otra manera, bodegas familiares de pequeño tamaño no podrían vender fuera de España.

Impacto económico del turismo del vino

Si atendemos a las cifras proporcionadas por ACEVIN, el último año se incrementó el precio de la visita a bodegas, situado en 8,83 euros de media, así como las entradas a museos, con un precio medio de 4,68 euros. El impacto total se eleva hasta los 67,2 millones de euros.

Precisamente un mayor gasto por enoturista frente a otros viajeros hace de este segmento uno de los más interesantes. Según apunta Solana, “los enoturistas realizan un mayor gasto durante su viaje, tanto en compra directa de vinos en las bodegas que visitan como en restauración, alojamientos, empresas de actividades y otros servicios relacionados”.

Los enoturistas realizan un mayor gasto durante su viaje que otros viajeros, tanto en compra directa de vinos como en restauración, alojamientos, empresas de actividades y otros servicios relacionados

Pero, y aquí está el mayor margen, “las bodegas deben aún trabajar en crear productos de mayor valor, productos que vayan más allá de la visita a la bodega y la cata, que les permita  vender a un precio mayor”.

En ese sentido, el camino pasa por mejorar los productos generando nuevas experiencias o asociándose a otros establecimientos, como restaurantes y enotecas, para dotar de más contenido a sus propuestas. Aquí sí, señala la fundadora de Colorwines, «es importante no caer en lo mainstream, alejarse de visitas guionizadas y apostar por la autenticidad, lo que hace única a cada bodega».

Impulso al turismo rural

El enoturismo va ligado, salvo contadas excepciones, a destinos de interior, donde se ubican las zonas vitivinícolas. El enoturismo en estos lugares no es un hecho aislado; los visitantes acuden movidos también por otros elementos como son la cultura, el patrimonio, la historia o la naturaleza.

Ruta Rioja Alavesa.  Centro Temático del vino Villa Lucía. Laguardia
En España existen 86 museos relacionados con el vino, según ACEVIN.

En este sentido, este segmento “tiene la capacidad y el poder de convertirse en un elemento vertebrador, que refuerza la economía de zonas rurales y atrae visitantes a lugares que tradicionalmente no han sido turísticas”, en palabras de Solana.

Junto al equilibrio territorial, la desestacionalización se convierte en otro de los valores fundamentales del turismo del vino. Así, otoño y primavera son las temporadas preferidas para practicar enoturismo, con los meses de octubre (359.204 visitas) y abril (354.735 visitas) como los más fructíferos en la llegada de visitantes.

En 2017, por primera vez, el mes de agosto superó a todos los demás, con 361.414 visitas.

¿Quiénes son los enoturistas en España?

Los españoles son los principales visitantes a bodegas, con un porcentaje del 73,79%, lo que coloca el mercado nacional como el principal para el enoturismo, si bien año tras año se percibe un ligero incremento de turistas internacionales (del 3,42% en 2017 según ACEVIN).

Por destinos, la Ruta del Vino y el Brandy del Marco de Jerez y la Ruta del Vino y el Cava del Penedès son las preferidas por los viajeros, con 574.242 y 438.112 visitantes respectivamente

Este dato tiene su explicación tanto en el aumento general de turistas extranjeros durante el pasado año, como en la creciente promoción internacional de Rutas del Vino de España que se ha realizado desde Turespaña.

Por destinos, la Ruta del Vino y el Brandy del Marco de Jerez y la Ruta del Vino y el Cava del Penedès son las preferidas por los viajeros, con 574.242 y 438.112 visitantes respectivamente.

Ruta del Vino del Penedes
Hasta ocho Rutas del Vino de España cuentan con más de 100.000 visitantes anuales.

Les siguen los territorios de Ribera del Duero, Empordà, Calatayud, Rioja Alta, Rioja Alavesa y Rías Baixas, todos ellos con cifras que superan los 100.000 visitantes anuales. Otras rutas como Empordà, Lleida, Jumilla, Yecla y Calatayud destacan en cuanto a su evolución los últimos años, en los que han logrado consolidar su producto y añadir a sus asociados establecimientos muy relevantes.

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