El Empire State se renueva. Y no podrás dejar de visitarlo

Cuatro años de obras y 150 millones de euros después, el edificio más famoso de Nueva York está listo para ofrecer una nueva experiencia

Con nada menos que 88 años de historia, el que fuera el edificio más alto del mundo durante 40 años, entre 1931 y 1971, y actual quinto edificio con más altura de Nueva York sigue teniendo mucho que ofrecer. Más aún tras una completa renovación con la que el Empire State Building promete brindar una experiencia totalmente diferente. No puedes no ir.

La ciudad de Nueva York estableció en 2018 un nuevo récord de visitantes con 65,2 millones de viajeros. Y van nueve años consecutivos, según la agencia de turismo de la ciudad, NYC & Company.

Además de reformar los miradores en las plantas 86 y 102 se ha creado un nuevo museo en la segunda y se ha remodelado el acceso general

Más de diez millones del total pasan por el Empire State, uno de los grandes símbolos de la Gran Manzana y también entre los más queridos de los neoyorkinos, a quienes precisamente quiere sorprender con una renovación en la que se han invertido nada menos que 150 millones de euros (y cuatro años de trabajos).

[Para leer más: Nueva York, qué hay de nuevo en la Gran Manzana]

El primer rascacielos de Nueva York

Las joyas de la corona son los dos impactantes observatorios que se abren en las plantas 86 y 102 y en las que la intervención ha buscado, sobre todo, eliminar aquello que los visitantes detestan: multitudes, colas y congestión.

Empire State Building. Jonathan Riley Unsplash
Sin duda, uno de los símbolos más potentes de Nueva York. Foto: Jonathan Riley | Unsplash.

Además, se ha creado un nuevo acceso y un área expositiva con 930 m2 y todo tipo de experiencias -entre ellas, emular a la actriz Fay Wray en su papel en la mítica película King Kong-.

Ni colas ni multitudes

No más filas. O, al menos, es lo que promete el Empire State en esta nueva era, que se ha renombrado como The Observatory Experience y que limitará las colas al control de seguridad en la planta baja.

El propietario del edificio, Empire State Realty Trust, confió en la compañía Thinc Design (también tras el proyecto del 9/11 Memorial & Museum) para reimaginar el Empire State teniendo en cuenta las expectativas y el lugar que este lugar mítico ocupa “en los corazones y las mentes” de las personas, según explicó presidente y director ejecutivo de Realty Trust, Anthony E. Malkin.

Esta nueva experiencia comienza en la planta baja, en la Quinta Avenida con la calle 34, que ofrece ahora una generosa entrada y logrará reducir la sensación de embotellamiento en el vestíbulo. Está decorado con reproducciones de detalles art decó del edificio y grandes fotos históricas que guían hacia el control de seguridad.

Lobby del Empire State Building. Foto: Esbnyc.
Lobby del Empire State Building. Foto: Esbnyc.

Rumbo al cielo de Nueva York

Una reproducción del Empire State de 7,3 m de altura permanece visible mientras se accede por una brillante escalera de acero inoxidable que conduce a la exposición en la segunda planta, plagada de fotografías que recuerdan la historia del edificio y su impacto en la cultura pop estadounidense, animaciones digitales y vídeos que recorren la construcción del Empire State Building, su vínculo con todo tipo de personajes conocidos o su aparición en películas, cómics y videojuegos, así como numerosos puntos que invitan a hacerse fotos para sentirse como uno de los trabajadores que retratase Lewis W. HIne en 1931.

Además de interesante, sirve también para aliviar la congestión que, de otro modo, se concentra ante los seis ascensores que suben a los observatorios.

Un ascensor es capaz de trasladarnos al piso 86 en tan solo 55 segundos, y al primer observatorio, a unos nada desdeñables 320 m de altura. Hay que vivir esa sensación, cuando las puertas se abren y se ve por primera vez la increíble vista de Manhattan por encima de los tejados.

ExhibicioÌn segunda planta. Foto: Esbnyc.
ExhibicioÌn segunda planta. Foto: Esbnyc.

La vista llega fácilmente a la estatua de la Libertad y el World Trade Center, además de a grandes hitos de la ciudad como los edificios Chrysler y Flatiron, el Madison Square Garden y Bryant Park.

Un segundo ascensor, este de cristal y con increíbles vistas 360º, nos conduce a la planta 102, a 381 m de altura, un espacio más pequeño (de apenas 9 de diámetro) y acristalado. Quizás sea el ascensor el mayor aliciente para pagar los 20 dólares extra (18 euros) que cuesta la entrada que incluye la planta 102, disponible a partir del 7 de octubre.

La normal, con el pase a la exposición y el observatorio en la planta 86, se queda en 38 dólares (34,5 euros). Sin embargo, hay todo tipo de experiencias añadidas y tours privados que pueden elevar su precio hasta los 460 dólares (418 euros).

Vistas desde la planta 86. Foto: Esbnyc.
Vistas desde la planta 86. Foto: Esbnyc.

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