Cork: diez rincones para descubrir una de las joyas de Irlanda

Galerías de arte y museos singulares, cafés, fábricas de cerveza, castillos y catas de whisky son las razones que hacen de Cork el ‘mejor lugar del mundo'

Cork es la segunda ciudad más grande de Irlanda aunque, según sus habitantes, es la auténtica capital del país. Además de devoción entre sus habitantes (con una chispa de humor irlandés), Cork inspira modernidad y vanguardia, gracias a un buen puñado de novedades entre las que se cuentan la Ópera, vibrantes galerías de arte, cafés de moda, museos singulares y maravillosos pubs.

Del Museo de la Mantequilla a la Galería Crawford; del museo marítimo de Cobh, último punto de partida del Titanic, a la fábrica de cerveza Franciscan Well Brewery; y del Mercado Inglés al castillo de Blarney, Cork tiene mucho que ver –y mucho que hacer-.

1. Galería de Arte Crawford

Artistas irlandeses como Paul Henry, Jack B Yeats y Dorothy Cross se dan cita en la Crawford Art Gallery, que presume de contar con una de las mejores colecciones de artistas irlandeses de los siglos XIX y XX. Cuenta además con un delicioso café donde se sirven almuerzos, tés, cafés y pasteles, que lo hace un punto de encuentro muy popular en la ciudad.

 

Por su parte, el Triskel Arts Centre ofrece un panorama artístico diverso, que engloba desde cine de arte y ensayo hasta funciones íntimas, y todo dentro de una iglesia convertida en sala de conciertos. Junto al río y construido en cristal, la Ópera es un elegante espacio donde asistir a diferentes espectáculos que van de óperas a musicales pasando por conciertos de artistas y grupos modernos.

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2. Museo de la Mantequilla

El Museo de la Mantequilla es uno de los emblemas de Cork y se dedica íntegramente a la historia de una de las industrias más importantes de la ciudad: la mantequilla. De hecho, se ubica en lo que fuera la Bolsa de la Mantequilla (Butter Exchange), de 1750, que da idea de la importancia de este producto en la economía local. Temporalmente cerrado, reabrirá sus puertas el próximo 1 de marzo.

3. El Mercado Inglés

La calle St. Patrick es la principal arteria comercial de la ciudad, que se erige sobre una isla en el río Lee. Unas calles más atrás está el popular Mercado Inglés, de 1788 aunque recientemente renovado y convertido en un auténtico paraíso gourmet de productos locales que van de los quesos artesanos al delicioso pescado ahumado, pasando por todo tipo de frutas, verduras, pan, chocolates o especias.

Mercado Ingles, Cork. Foto Turismo de Irlanda.
English Market, Cork. Foto Turismo de Irlanda.

De hecho, el panorama gastronómico es uno de los más animados de Irlanda, con referentes en calidad e innovación de la talla de Café Paradiso y Farmgate Café, este dentro del mercado, que conviven con locales emergentes como Electric, Market Lane, Salt, Miyazake, Quay Co-op y Elbow Lane.

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4. Una pinta de cerveza (y otra más)

¿Fan de la cerveza artesana? Posiblemente encuentres en Cork el paraíso. Además de las referencias omnipresentes en como Murphy’s y Beamish, en la ciudad se elaboran otras como Eight Degrees Brewing, Rising Sons y Elbow Lane.

En torno a la cerveza respira la Franciscan Well Brewery, fábrica que ocupa el espacio de un antiguo convento conocido por albergar un pozo de agua milagrosa. Hay que ‘hacer el esfuerzo’ de probar la Blarney Blonde, la Rebel Red y la Shandon Stout, aunque cuentan con muchas otras como lager, ale y de trigo.

Con decenas de pubs, la calle St Patrick es la zona más animada de Cork.
Con decenas de pubs, la calle St Patrick es la zona más animada de Cork.

5. Museo marítimo de Cobh

En el estuario del Lee, muy cerca de Cork, nos espera el puerto de Cobh, lugar del que salieron casi todos los irlandeses que emigraron a América y también último punto de partida del Titanic en su tristemente famoso viaje inaugural.

Eclipsado por la mucho mayor exposición Titanic en Belfast, el museo en las antiguas oficinas de White Star Line ofrece reproducciones de los camarotes, ricos y pobres, y otros detalles del buque en lo que supone también un tributo a los 123 emigrantes irlandeses que perdieron la vida en la tragedia.

6. El Castillo de Blackrock

En la boca del puerto de Cork, ubicado sobre un promontorio de piedra, este observatorio y centro de ciencias se alza sobre un castillo del siglo XVI, construido por la reina Isabel I para repeler a los piratas y otros invasores.

Hoy alberga un proyecto de investigación científica relacionada con el cosmos, además de un café muy recomendable a cargo de los dueños de Farmgate.

Crawford Art Gallery, Cork. Foto Turismo de Irlanda.
Crawford Art Gallery, Cork. Foto Turismo de Irlanda.

7. El castillo de Blarney

También a poca distancia de la ciudad se alza este bastión medieval que recoge un lado totalmente distinto de la historia de Irlanda. Entre mazmorras, jardines y cuevas se guarda la famosa piedra de Blarney: cuenta la leyenda que quien le da un beso adquiere el don de la palabra.

8. Charles Fort

En Kinsale, localidad famosa por su pescado y su marisco, se encuentra Charles Fort, una fortaleza en forma de estrella que controló el puerto de Cork con una guarnición de 1.000 hombres durante más de 400 años.

Hoy es un lugar para disfrutar de vistas increíbles, pero también degustar marisco y unas pintas en el Pub Bullman o el Fishy Fishy Café, por ejemplo.

9. El whisky irlandés más vendido del mundo

Desde 1975, Midleton alberga la planta de elaboración de Jameson, el whisky irlandés más vendido del mundo. La Experiencia Midleton de Jameson ofrece una visita guiada por la planta para conocer los procesos de destilación y admirar viejas barricas y útiles empleados en la elaboración, así como la historia de la marca. La visita termina, claro, en el Jameson Bar, donde se realizan degustaciones y catas de esta bebida.

Destileria Jameson. Foto Turismo de Irlanda.
Jameson Experience, Cork. Foto Turismo de Irlanda.

10. La catedral de Santa Ana

Dos pistas más para terminar: la catedral de Santa Ana en Cork, donde hay que acercarse a tocar las campanas. La torre del reloj, conocida por decir una hora diferente en cada uno de sus lados, ofrece además una vista panorámica de la ciudad.

A dos km del centro, la prisión de Cork podría parecer a simple vista un castillo y, sin embargo, funcionó como una de las cárceles más importantes de Irlanda entre 1825 y 1923. Hoy ofrece diferentes tours –también nocturnos- que cuentan su historia entre relatos de fugas y fantasmas.

Catedral de Santa Ana. Foto Turismo de Irlanda.
Catedral de Santa Ana. Foto Turismo de Irlanda.

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