Teruel: huellas del arte mudéjar y leyendas románticas

La ciudad aragonesa de Teruel ofrece una sorprendente colección de arquitectura mudéjar con la historia medieval de sus amantes más famosos

Pese a ser una de las ciudades que mejor conserva el arte mudéjar en España, Teruel es la novena capital de provincia menos visitada del país. La Unesco incluyó a los edificios construidos en este estilo como Patrimonio de la Humanidad, donde destacan la Catedral y torres antiguas como la de San Pedro, El Salvador y San Martín, además de plazas, calles y demás edificios que conservan su estética de raíces musulmanas.

La catedral de Santa María de Mediavilla de Teruel, junto con la de Tarazona, son las únicas en España construidas en estilo mudéjar. El templo comenzó a edificarse en 1171 con pautas románicas pero tras la conquista islámica y al finalizar su torre en 1257 la construcción poseía notorias influencias del estilo árabe de la época.

De las restantes tres torres que conforman el conjunto mudéjar de Teruel, la de la iglesia de San Pedro fue la primera en ser edificada en el último tercio del siglo XIII. El interior cuenta con una bóveda de crucería que impacta a sus visitantes. Una autentica obra de arte arquitectónica donde vitrales, columnas doradas y diferentes cerámicas musulmanas de tonos cobrizos se amalgaman en una elaborada sincronía geométrica.

En el siglo XV aparecerían en el paisaje urbano de la ciudad las torres de El Salvador y San Martín, de un mayor tamaño que sus predecesoras y con una decoración más elaborada. En paralelo a su edificación surgió la historia de amor más famosa de la comarca, y que todo vecino conoce desde su infancia: los amantes de Teruel.

Iglesia de San Pedro, Teruel, España
Bóveda de la Iglesia de San Pedro de Teruel. 

La ciudad española del amor

En un mausoleo ubicado en la calle Matías Abad, junto a la iglesia de San Pedro, reposan los restos de Juan Diego Martínez de Marcilla e Isabel de Segura. Es la clásica historia de un amor imposible por las trabas sociales y económicas, que la leyenda sitúa a principios del siglo XII. La tumba es uno de los sitios más visitados por los turistas que llegan para homenajear a la infortunada pareja.

El romanticismo que evoca la ciudad de Teruel fue también protagonista en las obras de Bocaccio, Tirso de Molina, Andrés Rey de Artieda, Juan Pérez Montalbán y Tomás Bretón, entre otros autores. La ciudad incluso ha sido plasmada en el cine gracias a la película “Luna de miel” del británico Michael Powell, rodada en 1958 y en la que también se rescata a los amantes de Teruel.

Mausoleo Amantes de Teruel
Mausoleo de los amantes de Teruel. 

Un feliz encuentro con la gastronomía local

El centro histórico de Teruel es un espacio rico en arte y arquitectura. Los turistas que decidan tomarse un tiempo y disfrutar de cada detalle de la ciudad podrán hospedarse en alguno de los hoteles que se encuentran cerca de los monumentos más importantes. E incluso alguno guarda un valioso patrimonio histórico: en el sótano del Mudayyan, por ejemplo, se encuentran antiguas ruinas arqueológicas que los huéspedes pueden conocer junto a María José, propietaria del establecimiento.

Para quienes además de disfrutar de la arquitectura de Teruel y de sus historias, pretendan pasar un momento de relajación, el Spa hotel es una buena opción. Cuenta con bañera de hidromasaje, camas de burbujas, baño de vapor, cuellos de cisne, sauna y gimnasio. Además posee un restaurante bufet donde sirven comida tradicional española.

chuleticas de ternasco
Chuletillas de cordero de Teruel a la brasa, servido en el Bella Neda. 

La gastronomía de turolense destaca por la implementación de productos de calidad que se dan en su provincia. La Bella Neda Asador de Leña es un restaurante que ofrece una excelente parrilla con generosos cortes de carne de cordero y cerdo. Gastrotaberna Locavore es otro sitio que bien vale la pena visitar en la ciudad. Un lugar en pleno corazón de Teruel con comida fusión servida de la mejor manera.

Platos locales como el regañao, el muy bien afamado jamón de Teruel, o los pastelillos conocidos como los ‘Suspiros de Amante’, se pueden encontrar en algún bar o terraza de la Plaza San Juan o de la Plaza del Torico, centro neurálgico de la ciudad.

Teruel Plaza del Torico
Plaza del Torico lugar neurálgico en la vida cotidiana turolense. 

El legado paleontológico

Los amantes de la paleontología tienen una visita obligada a esta ciudad. Dinópolis es un gran parque museo, único en Europa, que funciona en Teruel y en otras siete localidades de la provincia. Un lugar donde disfrutar de exposiciones, juegos y atracciones como simuladores 4D y diferentes recorridos temáticos.

Su museo paleontológico cuenta con más de 1.000 piezas entre fósiles y réplicas de tamaño real, hallados en diferentes municipios de la provincia y que son considerados de gran importancia científica. Uno de ellos son los restos hallados del Turiasaurus riodevensis, el dinosaurio más grande que haya habitado en Europa. El fósil del animal de 30 metros de largo se expone en la sala principal de la fundación Dinópolis.  

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