Cuidado: por estas tonterías puedes terminar en prisión

Faltas que en Occidente se consideran muy livianas en algunos países asiáticos pueden ser motivo de problemas judiciales

Quizás un tatuaje de Buda puede ser muy cool, y usar pantalones de camuflaje podrían dar un toque transgresor, pero hay países que lo consideran ofensivo, e incluso puede ser motivo de problemas con la ley, que incluso puede derivar en la deportación o la cárcel.

Por ejemplo, a fines de noviembre dos turistas de EEUU fueron detenidos durante una semana por posar desnudos en un templo budista en Tailandia.

Un mes antes, un británico estuvo a punto de ir a la cárcel por tres meses por tocarle las caderas a un ciudadano de Dubái (agravado por su estado de borrachera), mientras que una mujer, también británica, fue deportada de Sri Lanka por llevar un tatuaje de Buda en su brazo, informa The Guardian.

Preocupación del Foreign Office

Los británicos suelen ser especialistas en liarla en el exterior. Basta ver el espectáculo que protagonizan en verano en lugares como Magaluf o Salou. El Foreign Office tuvo que asistir en 23.000 casos de ciudadanos británicos que tuvieron problemas judiciales en el exterior. Además entre 2016 y 2017 los arrestos aumentaron un 7% y los procesos por tenencia de drogas subieron un 8,7%.

Llevar un tatuaje de Buda puede ser motivo de deportación en Sri Lanka

Para evitar más problemas, y sobre todo por causas leves (a ojos occidentales), el Foreign Office emitió una serie de recomendaciones y advertencias para evitar conflictos con la justicia de otros países.

Cuidado con Buda

Por ejemplo, y eso la chica detenida lo recordará bien, en Sri Lanka los turistas deben entender el respeto solemne que tienen con las imágenes de Buda.

Los visitantes tienen que seguir a rajatabla las instrucciones a la hora de visitar los templos y realizar fotografías a las estatuas del dios. Si se tiene un tatuaje, pues a ocultarlo como sea. Y no está permitido estar con colgantes o camisetas con su imagen.

Gestos de mala educación

En los Emiratos Árabes Unidos está prohibido insultar en público o en redes sociales, así como realizar gestos que se pueden considerar obscenos. Las penas pueden ser la deportación o la prisión.

En Corea del Norte hay que conocer la larga lista de prohibiciones para los pocos turistas que pisan el país

Hay costumbres que pueden ser legales en Europa pero no lo son en otros países. En Tailandia es ilegal fumar cigarrillos electrónicos, así que tener estos dispositivos así como los cartuchos de recarga se penaliza con la confiscación o el paso por la cárcel.

En Japón, medicinas como el inhalador Vick Vaporub o analgésicos que contengan codeína están prohibidos, y su posesión puede derivar en la deportación.

Detalles a tener en cuenta

En Singapur escupir un chicle se penaliza con 500 euros. De todas maneras conseguir uno es misión casi imposible, desde que se restringió su producción y venta en 1992 tras el boicot de los ciudadanos al sistema de transporte, cuando pegaban la goma en los trenes.

En Irán, donde por ley las mujeres tienen que llevar velo, los hombres no pueden usar coletas o esos peinados de los ’80 con la frente corta y la parte trasera larga.

La larga lista de Corea del Norte

En Corea del Norte, por si a alguien se le ocurre ir de turista, los jeans azules no están permitidos. La lista de prohibiciones para viajeros desanima al más valiente: no se puede salir solo del hotel, no se permite usar la tarjeta SIM española, ni conectarse libremente a internet, y está prohibido sacar fotos a estaciones de trenes, aeropuertos, cuarteles, a militares o policías, y por supuesto, criticar a los gobernantes.

Si la agencia de viajes recomienda depositar flores en las estatuas de los “eternos líderes”, diga siempre que sí. La negativa puede ser un problema serio.

Prohibiciones en Europa

Quizás no hace falta viajar tan lejos. Bajarse los pantalones para hacer una foto semi desnudo puede ser penalizado con hasta cinco años de cárcel en Grecia.

Y en Alemania, que a nadie se le ocurra hacerse el gracioso haciendo el saludo nazi. Eso fue lo que le pasó a dos turistas chinos de 36 y 49 años, que frente al parlamento alemán levantaron sus brazos y gritaron Heil Hitler mientras se filmaban con el móvil. Al final quedaron libres tras pagar una multa de 500 euros, informa El País.

 

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