Copenhague estrena una pista de esquí sobre una montaña de residuos

Copenhill es una innovadora propuesta que recicla una planta de tratamiento de residuos en una pista en la que se podrá esquiar todos los días del año

Con 400 m de largo y un desnivel de 90 m de altura, la pista de esquí urbana de Copenhill incluye hasta un giro de 180 grados a mitad de camino. Sin embargo, y más importante, supone un hito de cómo la arquitectura puede cambiar el mundo al dar un nuevo uso a una planta de tratamiento de residuos como gran centro de ocio.

Con la vista puesta en convertirse en la primera ciudad neutral en carbono del mundo en 2025, Copenhague dio esta semana un paso de gigante al inaugurar Copenhill (Amager Bakke en danés) una infraestructura de 41.000m2 que incluye una planta de conversión de residuos en energía combinada con un centro de ocio y un centro de educación ambiental.

El conjunto representa el concepto de ‘sostenibilidad hedonista’ o cómo las ciudades sostenibles no son solo mejores para el medio ambiente, sino también más agradables para sus ciudadanos

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Arquitectura para cambiar el mundo

Audaz, atrevido, imaginativo, genial… El proyecto, desarrollado por la firma de arquitectos BIG -autores, entre otros, de obras como The Twist-, incluye además de la pista de esquí una ruta de senderismo, un muro de escalada, un centro de crossfit, un bar en la azotea y un jardín -diseño de SLA Architects– que, se espera, sirva de refugio a pájaros y abejas y ayude además a absorber el calor, regenerar el ambiente y recoger agua de lluvia.

Copenhill. Foto: Dragroer Loftfoto | BIG.
Copenhill. Foto: Dragroer Loftfoto | BIG.

Impulsado por el Ayuntamiento de Copenhague, que es el propietario de la incineradora, pocos creían que la idea de coronar un centro de tratamientos de residuos con una pista de esquí se llevaría finalmente a término.

Dirigido por Bjarke Ingels, BIG ganó el concurso para su diseño hace cuatro años. Su inauguración esta semana supone el triunfo de lo que Ingels denomina “sostenibilidad hedonista” o cómo las infraestructuras pueden (y deben) contribuir a la sostenibilidad haciendo las ciudades más habitables y mejores para los ciudadanos.

Porque una ciudad sostenible, señaló el arquitecto, “no solo es mejor para el medio ambiente, sino que también es más agradable para la vida de sus ciudadanos».

Una montaña para Copenhague

La idea de instalar la pista sobre una montaña artificial agrega un punto de emoción a un país prácticamente plano (sus colinas más elevadas apenas rozan los 200 m) por lo que los residentes deben desplazarse a la vecina Suecia si quieren practicar algún deporte blanco.

 

Un esquiador de GoPro experimenta las instalaciones.

Por eso el techo de esta planta se planteó como una “montaña real”, con un área verde, una zona para realizar senderismo -sin ningún coste-, paredes de escalada y la pista de esquí -con un precio de 220 coronas (29,5 euros) por una hora, seguro incluido-. Ha tenido un coste de 536 millones de euros.

Tratamiento de residuos a la última

Además, este original centro de ocio sirve para llamar la atención sobre la propia planta, la más avanzada de Dinamarca, que convierte en energía residuos en lugar de combustibles fósiles.

“Es la planta de conversión de residuos más limpia del mundo” señaló Ingels durante la inauguración. De hecho, añadió, “es tan limpio que hemos podido convertir la infraestructura en la base de la vida social de la ciudad: su fachada es escalable, su techo es escalable y sus laderas son esquiables».

La planta fue inaugurada en 2017 y es capaz de convertir hasta 440.000 toneladas de desechos en energía limpia al año y generar electricidad y calefacción para 150.000 hogares

Copenhill. Foto Copenhill
Las instalaciones permitirán esquiar los 365 días del año. Foto: Amélie Louys | Copenhill.

Con 41.000 m2 está diseñado en forma de cuña, con un techo verde inclinado y fachada compuesta por piezas de aluminio de 1.2 m de alto por 3,3 de ancho que se emplean como ladrillos gigantes. Una estilizada chimenea que libera anillos de vapor completa el conjunto.

Su interior cuenta con las últimas tecnologías en tratamiento de residuos y producción de energía. La disposición de la maquinaria por orden de altura genera un techo inclinado sobre el que se colocó la pista de esquí, con. Una superficie total de 9.000 m2.

Los visitantes ascienden a través de ascensores, entre ellos uno transparente que ofrece vistas panorámicas a la ciudad y la costa de Suecia.

copenhillCopenhill.  Foto: Laurian Ghinitoiu | BIG.
Copenhill. Foto: Laurian Ghinitoiu | BIG.

El complejo se completa con diez pisos con espacio para oficinas y un centro educativo de 600 m2 donde se realizarán talleres, exposiciones y conferencias centradas en la concienciación sobre el consumo de energía y su efecto sobre el planeta.

Y es que, como dijo Ingels, “tenemos el poder de dar forma al futuro en el que queremos vivir”

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