Cinco pueblos con lago italianos para caer enamorado

Un viaje por Italia a través de los pueblos con lagos más encantadores que se puedan encontrar

Si Italia no tuviera suficiente belleza en sus paisajes, museos y ciudades, también reserva una cuota de agradable impacto en sus villas lacustres, muchas de ellas pequeñas concentraciones de casas centenarias con comercios, elegantes restaurantes y hoteles de lujo que aprovechan la generosidad de la naturaleza.

Estos pueblos a orillas de lagos han sido mecas para artistas en búsqueda de inspiración, y ahora son un imán para el turismo, aunque por suerte la masificación no se ha apoderado de ellos.

Orta San Giulio-Lago Orta

El lago Orta suele ser conocido como La Cenicienta, porque pasa desapercibido del radar turístico. Lord Byron se enamoró de sus paisajes de serranías y flores, como Robert Browning y Honoré de Balzac.

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En Orta San Giulio se recomienda pasear por sus calles empedradas, tomar un aperitivo en la Piazza Mota, fotografiar los frescos del Palacio Broletto y encontrar la paz en el Sacro Monte, un conjunto de templos de los siglos XVI y XVIII en lo alto de una colina dedicados a San Francisco.

san giulio Patrick Meier
Orta San Giulio, por Patrick Meier.

El punto destacado –y más fotografiado- es la minúscula isla de San Giulio, a la que se llega tras un breve paseo en lancha. En el pueblo se encuentra el elegante Villa Crespi, un hotel de estilo morisco con un restaurante de dos estrellas Michelin.

Verbania-Lago Maggiore

Este lago, compartido entre Lombardía y Piamonte, es un tradicional centro de descanso que atrajo a nombres como la Reina Victoria y Winston Churchill. En la Villa Taranto hay un espléndido jardín botánico con más de 20.000 plantas, incluyendo 350 variedades de la vistosa dahlia maze.

Las islas Borromeas, propiedad de la familia Borromeo, son uno de los ejes de gravedad del jet set local, mientras que el palacio barroco de esta dinastía, en la Isla Bella, merece una visita.

En Villa Taranto hay un espléndido jardín botánico con más de 20.000 plantas

El paseo lacustre de Verbania es de ensueño, que conduce al recomendado Restaurante Milano, con bonitas vistas al puerto.

Verbania x Pedro
Jardines de Verbania, por Pedro.

Otra alternativa es el Restaurante Piccolo Lago, ubicado en el cercano lago Mergozzo, donde el chef Marco Sacco destaca con sus menús sofisticados.

Tremezzina-Lago Como

El Lago de Como es uno de los centros de encuentro y descanso más famoso entre las celebridades. El sector de villas lujosas y grandes hoteles se encuentra al sur, pero si uno pone rumbo al norte, a la altura donde el lago en forma de Y se bifurca, se encuentra con un rosario de hermosos pueblos como Tremezzo, Ossuccio, Lenno y Mezzegra.

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Las vistas al pueblo de Bellagio, del otro lado de la costa, son una de las mejores panorámicas de estas villas.

Tremezzo x Ray in Manila
Tremezzina, por Ray in Manila.

Allí destaca Villa Carlotta, una joya del siglo XVII con un gran jardín botánico; o la espléndida Villa del Balbaniello, del siglo XVIII, que fue usada en la película de James Bond Casino Royale.

Para desayunar o comer se puede probar las opciones de Locanda dell’ Isola Comacina, en una pequeña isla frente a Ossuccio; mientras que para descansar se puede optar por el Grand Hotel Tremezzo, un establecimiento de estilo art nouveau que solía recibir a Greta Garbo.

Iseo-Lago Iseo

Iseo y su lago homónimo no fue demasiado tenido en cuenta por las masas turísticas, pero de a poco comienzan a reparar en su belleza cuando visitan la vecina región vitivinícola de Franciacorta.

Esta pequeña villa medieval, que alguna vez perteneció a la República de Venecia, es el punto de partida recomendado para visitar la isla Monte Isola, la mayor formación insular en un lago de Italia, que atesora caseríos rústicos y pueblos idílicos.

Lago iseo Ivan Zanotti
Iseo, por Iván Zanotti.

De vuelta en tierra firme, a 14 kilómetros de Iseo se encuentra L’Albereta, un hotel de la cadena Relais & Chateaux que cuenta con un spa frecuentado por grandes fortunas de Europa.

La isla Monte Isola, la mayor formación insular en un lago de Italia, atesora caseríos rústicos y pueblos idílicos

En la zona hay que probar delicias como los linguine con sardinas de Monteisola, o los casonelli (similares a los ravioles), que son la especialidad del restaurante Vista Lago, del hotel Leon Felice.

Riva del Garda-Lago Garda

En el extremo norte del Lago Garda se encuentra este pueblo que es un imán para los deportes náuticos, desde windsurf a canotaje pasando por el relax de la navegación a vela.

En Riva hay algo que pocas ciudades lacustres pueden presumir: tener playa. Y aquí hay tres, donde destaca la de Sabbioni, la más larga de todas.

Riva del Garda x Michael Bertulat
Riva del Garda, por Michael Bertulat.

El centro histórico merece un paseo, para ver las iglesias barrocas y otras más antiguas como la de Rocca, del siglo XII; además de una fortaleza que guarda un museo histórico y de arte.

Allí se encuentra el hotel Lido Palace, que abrió en 1899 cuando este pueblo era parte del Imperio Astrohúngaro, y que se convirtió en el sitio de moda para la realeza europea.

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