Arte y la mejor gastronomía a media hora de Barcelona

Gastronomía de proximidad, museos y un pasado de tradiciones que sigue vivo. Qué vida hay en Vilanova más allá de sus playas

A 40 kilómetros de Barcelona hay una ciudad cuyo museo cuenta con varios Goya, algunas obras de los maestros flamencos como Rubens, un par de etéreos Greco, un inédito Sorolla en clave histórica y hasta un Picasso que, si no lo advierte la guía, pasa desapercibido para el visitante.

Es la Biblioteca Museo Víctor Balaguer, en Vilanova i la Geltrú, complejo que también tiene una pequeña sala dedicada al Egipto Antiguo (con la momia de un infante como pieza destacada), una interesante muestra de coleccionismo étnico y un llamativo catálogo de obras de artistas catalanes como Mir, Casas, Rusiñol, Llimona y Cabanyes.

Y eso que este centro presenta el 15% de su amplio fondo museístico, reservado para periódicas muestras temporales.

La iluminación del conocimiento

El hombre que fundó el museo lo hizo bajo los ideales masónicos de aportar luz en la oscura ignorancia, por ello el edificio con cúpula ubicado a pocos pasos de la estación de ferrocarril de esta ciudad al sur de Barcelona cuenta con varios secretos de construcción aportados por su logia.

La Biblioteca Museo Víctor Balaguer cuenta con obras de Sorolla, El Greco, Goya, Picasso, Rubens y varios importantes pintores catalanes del modernismo

Los 22.000 volúmenes de su biblioteca se multiplicó con creces, y las obras más antiguas descansan en un salón donde se percibe el nostálgico aroma ahumado de los libros de viejo.

20180728 113702
La Biblioteca Museo Víctor Balaguer presenta obras de los más importantes artistas españoles.

El aire romántico de Vilanova

Aunque lamentablemente muchos de sus 66.000 habitantes ignoran que en su ciudad se encuentra este valioso legado cultural, Vilanova mantiene una interesante oferta museística que se complementa con el Museo Romántico Can Papiol, una residencia de una de las familias más influyentes de la comarca, y que permite conocer cómo era la vida cotidiana en el siglo XIX.

Así se refleja en sus salones y habitaciones que conservan el mobiliario original, todo un pase por los estilos Luis XV, Luis XVI, imperio, isabelino y fernandino, y un áurea romántica que se traslada en los jardines. Y sin olvidar la fascinante biblioteca de 6.000 volúmenes con obras del siglo XVI y XIX.

Bienvenidos al tren

Pero los más pequeños, así como legiones de adultos, es posible que sientan una mayor atracción por el despliegue de locomotoras y algunos coches de tren que se presentan en el Museo del Ferrocarril de Cataluña.

Este complejo se encuentra en proceso de rehabilitación para mejorar sus infraestructuras, y allí se encuentran, en formación de semicírculo, unas 28 poderosas máquinas de vapor, además de otras eléctricas y diesel, que permiten conocer la evolución del ferrocarril en España. En total, se presenta un patrimonio de 60 locomotoras y coches de todas las épocas.

museo ferrocarril
El Museo del Ferrocarril de Cataluña cuenta con un patrimonio de 60 locomotoras y coches de tren.

En algunas de ellas se puede subir y toquetear los comandos, así como ver los interiores de los coches de principios del siglo XX y sentirse en la piel de un jefe de estación de la década de los ’30.

La vuelta a la cocina de proximidad

Al momento de comer, Vilanova cuenta con una seguidilla de restaurante en su paseo marítimo, pero en esta ocasión nos quedamos en su casco histórico. Allí se encuentra uno de los restaurantes más emblemáticos y recomendados, El Dinou.

Las manos maestras de la chef Núria Lucas apuestan por los ingredientes de proximidad, cultivados en su huerto o de proveedores de las comarcas cercanas. El lugar se encuentra en la planta superior de Can Cabanyes, una antigua mansión de una familia tradicional que conserva su decoración barroca original.

La fusión de mar y montaña

Como parte de la campaña Menja’t Vilanova, presentó un aplaudido canelón de gallo del Penedès asado con gamba de Vilanova. Esta mezcla de mar y tierra es uno de los platos típicos de la región más recomendados, una apuesta por la fusión y para desterrar esos mitos que dicen que los productos del mar no se deben combinar con la carne.

tomates y sardinas
Los tomates del huerto recuerdan al sabor de este fruto (y no verdura) de la infancia.

En El Dinou también pudimos conocer otras creaciones de Núria, como la sopa de pepino con yogurt y menta, el carpaccio de tomate del huerto –con el inolvidable sabor de los tomates que compraban nuestros abuelos- con sardinas escabechadas, y de cierre, un postre de melocotones de viña, crumble y helado de leche merengada.

Estos platos, aquel museo, esos recuerdos del pasado, son pequeños detalles que recuerdan que no hace falta recorrer grandes distancias para descubrir el mejor arte y la  gastronomía más recomendada.

a.
Ahora en portada