Al norte de Noruega este museo brillará por las noches

Ubicada al norte de Noruega, por encima del círculo polar ártico, la ciudad de Tromsø pasa meses enteros, los que dura el invierno, sumida en la noche, sin recibir ni un rayo de sol. Por eso el nuevo Museo de la Universidad del Ártico se ha diseñado como una baliza brillante que iluminará la costa como una gigantesca antorcha.

Conocida como un destino perfecto para buscar la aurora boreal que enciende las noches árticas de maravillosos colores, pero también por sus centenarias casas de madera y por la catedral del Ártico, con su tejado a dos aguas y sus elevados vitrales, construida en 1965, Tromsø añadirá un nuevo atractivo cultural a su oferta.

El museo pretende sumar un atractivo a la ciudad de Tromsø además de un nuevo faro de luz para iluminar los largos inviernos árticas

[Para leer más: Chimeneas por cultura: la segunda vida de la arquitectura industrial]

El museo resplandeciente  

Diseño del estudio danés Henning Larsen, el nuevo Museo de la Universidad del Ártico de Noruega, posiblemente una de las instituciones culturales más septentrionales del mundo, se ubicará frente al puerto, al suroeste de la ciudad, sobresaliendo del fiordo en el que se alza.

Contará con 19.700 m2 distribuidos en cuatro edificios cuya particular característica es que estarán retroiluminados. También está ideado para integrarse en el entorno: “Nuestro diseño toma una fuerte referencia del entorno natural y la historia cultural del norte de Noruega”, explicó el socio del estudio arquitectónico encargado del proyecto, Peer Teglgaard Jeppesen.

“Aunque moderno, el diseño se basa en el lenguaje del patrimonio local para crear un hito brillante que será un faro para la ciudad y la isla”.

Historia natural

Desarrollado en colaboración con COWI, Borealis y SLA, el nuevo museo albergará colecciones y archivos de historia natural de la Universidad de Tromsø.

Integrará una estructura ya existente, el Centro Tromsø de Arte Contemporáneo, y añadirá un eje organizador para las entradas del resto de edificios: Museumsgata y Strandvegen, la taquilla y tienda de regalos y la cafetería frente al mar.

Respecto al diseño, las estructuras se componen de dos partes visualmente diferentes: una base de pizarra sólida encajada en el puerto sobre la que se asientan cuatro cubiertas de vidrio translúcido.

Opacos y lechosos a la luz del día, los tejados se transforman en brillantes balizas brillantes durante la noche.

Esta construcción, según Henning Larsen, hace referencia a las casas lávvu de los indígenas sami, cuyas paredes parecen irradiar luz sobre la tierra helada durante el invierno.

El edificio-trébol

Sobre el plano, el conjunto de edificios adopta la forma de un trébol. En su interior, generosos espacios de exposición acogerán colecciones de botánica, geología, arqueología y patrimonio cultural de Tromsø y la región ártica, incluido el esqueleto de una ballena azul suspendida de su techo que podrá observarse desde varios pisos y perspectivas del edificio.

El lugar donde el museo se acerca al agua estará ocupado por una gran escalera en forma de anfiteatro que se derrama en cascada para acoger eventos y como un espacio público de reunión.

En el interior, cubierto de maderas claras que forman un entorno cálido -y hacen de contrapunto frente al exterior de pizarra- un auditorio con capacidad para 200 asientos y un conjunto de salas más pequeñas, así como laboratorios de investigación y almacenamiento, completan el conjunto.

Paisajismo

El entorno del nuevo museo, que iniciará su construcción en 2023, se ha diseñado como una parte más del mismo. Los senderos al aire libre a su alrededor incluirán especies vegetales propias de la zona, prolongando los espacios para el estudio y el descubrimiento. De hecho, la inclusión del paisaje en sus edificios es una tónica para Henning Larsen, con muestras como el Museo Moesgaard de Aarhus.