Aarhus será tu nueva ciudad danesa favorita (y te decimos por qué)

La segunda ciudad de Dinamarca se alza como destino emergente a golpe de estrellas Michelin, street food, propuestas culturales y arquitectura futurista

Con permiso de Copenhague –que, aunque nos fascine, ya la tenemos muy vista–, Aarhus está ganando la partida y convirtiéndose en la escapada urbana perfecta. Su tamaño compacto hace que sea tremendamente fácil de recorrer y, aún siendo una de las ciudades más antiguas de Escandinavia, fundada por loa vikingos hacia el año 700, su espíritu es joven, cool y afable.

En 2017 fue declarada Capital Europea de la Cultura y Región Europea de la Gastronomía, dos poderosas razones para haberla visitado ya. Lo bueno es que aún permanece relativamente fuera de los radares turísticos. Lo malo, que con todos sus atractivos y su cercanía con la capital –está a solo tres horas en tren de Copenhague–, no tardará en llenarse de visitantes de todo el globo. Más nos vale recorrer sus calles antes de que eso suceda.

Moderno sin renunciar a su tradición, vanguardista pero respetando la naturaleza y con una cocina en plena ebullición: es hora de poner Aarhus en tu radar

Aarhus (se pronuncia Órus) es esa ciudad en la que lo antiguo se mezcla con lo moderno, la arquitectura se mimetiza con la naturaleza, la cocina de km 0 y la gastronomía de vanguardia se encuentran con el street food y los museos son más impresionantes por fuera que por dentro.

En Aarhus descubriraÌs el hygge. Foto: Visit Aarhus.

En Aarhus descubriraÌs el ‘hygge’. Foto:  VisitAarhus.

[Para leer más: Refshaleøen, Copenhague se reinventa en un viejo astillero]

Museos con vida

No hay más que echar un ojo al Museo Moesgaard para comprobar tres de estas cuatro premisas. Su imponente edificio, que parece brotar de la naturaleza, y su precioso tejado transitable cubierto de césped, ya valen la pena la visita.

Dedicado a la evolución humana y a la arqueología, sus galerías albergan exposiciones didácticas de los vikingos y las edades de bronce y hierro. En él, el pasado es visto a través de objetos modernos, que constituyen un auténtico viaje en el tiempo. Similar al que puede hacerse al visitar el interesante Den Gamle By, un museo al aire libre que recrea la vida de la ciudad a finales del siglo XIX y principios del XX.

Moesgaard Museum. Foto: Visit Aarhus

El tejado del Moesgaard Museum se disfruta tanto como su interior. Foto: VisitAarhus.

Compuesto por 75 casas típicas y animado por amables actores, ataviados en las ropas de la época, en este singular espacio se puede, además, encontrar el suvenir perfecto. Un pastel horneado con receta secular, un muñeco de madera o porcelana de la Casa del Comerciante de 1864 o artesanía danesa de vanguardia en 1 + 1 Textil.

No te pierdas los callejones medievales del barrio Latino, de sus aires bohemios y salpicado de acogedores cafés y pequeñas boutiques

Por la zona está también el Jardín Botánico, que merece la pena por su impresionante invernadero, rebosante de árboles frutales, cactus, plantas acuáticas y ejemplares vegetales de los cinco continentes. En los días de verano, el césped estará lleno de locales con cestos de picnic y, mientras dure el frío, nos quedará tomar un tentempié en su Greenhouse Café.  

Den gamle by Aarhus. Foto Kim Wyon VisitDenmark

Den gamle By. Foto: Kim Wyon | VisitDenmark.

Paseos por el centro

Siguiendo la onda retro, hay que dirigirse ahora al verdadero casco antiguo, con tesoros renacentistas, románicos y neoclásicos. Dominado por la Catedral de San Clemente con su reluciente tejado verde y de marcado estilo gótico, el centro de Aarhus está repleto de spots fotografiables.

Como Møllestien, una pintoresca calle adoquinada flanqueada a lado y lado por casas de madera, pintadas de colores y adornadas con flores; o el curioso Ayuntamiento, con su famosa torre del reloj, diseñada por el legendario Arne Jacobsen, que en las noches tiene luces de colores.

Ayuntamiento de Aarhus. Foto: Per Ryolf VisitAarhus

Ayuntamiento de Aarhus con diseño de Arne Jacobsen. Foto: Per Ryolf | VisitAarhus.

Tampoco hay que perderse los callejones medievales del barrio Latino (el más antiguo de la ciudad), empaparse de sus aires bohemios, sentarse en alguno de sus acogedores cafés y, por supuesto, dejarse tentar por sus pequeñas boutiques.

Porque la experiencia de Aarhus no está completa sin irse de tiendas; de hecho, es una de las mejores ciudades danesas para hacerlo. El barrio de Frederiksbjerg, por ejemplo, esta repleto de tiendas de diseño local y estudios creativos de artistas de la zona. Mientras que por la calle peatonal de Strøget abundan tiendas más conocidas y el icónico Salling, una tienda por departamentos que abrió en esa misma calle en 1906.

Compras en el barrio latino. Foto RUNI Photopop VisitAarhus

¿Compras y cafés? Dirígete al barrio latino. Foto: RUNI Photopop | VisitAarhus.

Vanguardia arquitectónica

Tras recorrer todo Salling y embobarse con el diseño nórdico, hay que subir hasta su azotea. Con un exuberante invernadero, una plataforma de cristal suspendida en el aire (solo para valientes) y una terraza con gradas de madera de lo más cool; Salling Rooftop es el sitio de moda para pasar las tardes, cóctel en mano. Además, sus vistas de la ciudad son alucinantes.

Claro que, si de vistas espectaculares hablamos, las que tenemos desde Your Rainbow Panorama se llevan el premio. Se trata de una curiosa pasarela circular, diseñada por Olafur Eliasson, que simula los colores del arcoíris y que se ha convertido casi que en el emblema de la ciudad.

Your Rainbow panorama. ARoS Foto Anders Trærup VisitAarhus

Your Rainbow panorama corona el museo ARoS. Foto: Anders Trærup | VisitAarhus.

Está instalada encima del edificio del ARoS (museo de arte moderno), el museo de arte más visitado de Escandinavia cuya importante colección incluye emblemas como ‘Boy’, una vívida escultura de un niño de 4.5 metros de altura.

Y si hablamos de modernismo, hay que fijar la vista en la bahía. En especial en el Dokk1, un imponente edificio que hace las veces de enlace entre el centro de la ciudad y el estuario (conocido como río). Dentro, alberga la biblioteca más grande de Escandinavia y un divertidísimo centro cultural.

Dokk1

Dokk1 alberga una enorme biblioteca y un animado centro cultural. Foto: Dokk1.

También hay que explorar el nuevo distrito Aarhus Ø, que imprime un toque futurista, desenfadado y cool a lo que antes era solo hogar de pescadores. Desde una inmensa huerta pública y una torre de observación que parece levitar sobre el agua, hasta el imponente complejo de viviendas Isbjerget –una joya arquitectónica en forma de iceberg– la zona sur de la bahía se ha revitalizado mirando hacia el futuro.

Isbjerget en Aarhus. Foto Dennis Borup Jakobsen

La arquitectura vanguardista de Isbjerget. Foto: Dennis Borup Jakobsen | VisitDenmark.

Cocina nórdica en ebullición

También mira con decisión al futuro la gastronomía, envuelta en la onda de la nueva cocina nórdica; donde el producto de temporada y de kilómetro cero es esencial.

Parte de la culpa del renacimiento de esta urbe la tienen los cuatro restaurantes con estrella Michelin –Frederikshøj, Substans, Domestic y Gastromé– y también sus respectivos chefs, que desbordan creatividad con platos sofisticados e ingredientes de primera calidad.

Pero si lo que se busca es una comida más desenfadada, el sitio ideal es el Aarhus Street Food Market. Abierto en 2017 en un antiguo aparcamiento de autobuses y con una filosofía sostenible, es el sitio ideal para degustar desde los típicos sándwiches de cerdo asado con lombarda hasta platos nigerianos, mexicanos o asiáticos. Todo regado con una amplia selección de cervezas artesanales.

 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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Porque, tanto la cocina saludable y sostenible, como pasárselo bien con amigos, encender unas velas en casa, ir al trabajo en bici o disfrutar de las cosas simples de la vida hacen parte del hygge: el secreto de la felicidad danesa.

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