24 horas en Mérida: qué hacer en la ciudad blanca de Yucatán

Exprime al máximo un día en la capital de Yucatán con estos consejos para conocer la ciudad y sus alrededores

Apodada la ciudad blanca, sus estrechas calles vestidas con el encanto colonial se extienden por un mapa dividido en cuadras. Capital cultural y financiera del Yucatán desde su fundación en 1542 por el conquistador español Francisco Montejo, la Mérida mexicana fue construida sobre lo que ocupaba la antigua ciudad maya T’ho. Es, además, un estupendo punto de partida para explorar el resto del estado.

Existen diferentes teorías del por qué de su sobrenombre, aunque la del color blanco predominante en sus edificaciones prevalece.

Entre diciembre y febrero es la mejor época para visitar Mérida

Y es que su arquitectura centenaria atrapará sin duda nuestra vista desde el mismo momento en que pongamos un pie en sus calles, con iglesias y mansiones construidas con vestigios de antigos templos maya.

Palacio CantoÌn, Mérida. Foto: Turismo de Yucatán.
Palacio CantoÌn, actual Museo de AtropologiÌa e Historia de MeÌrida. Foto: Turismo de YucataÌn.

[Para leer más: Ni Cancún ni Tulum: el próximo paraíso mexicano es Riviera Nayarit]

Ahora es el momento de ir a Mérida

Tanto como si llegamos de Ciudad de México por la mañana como si amanecemos en la ciudad, lo mejor es aprovechar las horas más frescas del día para conocerla.

Mérida es una de las ciudades más calurosas del país, en los meses de verano el sol aprieta con fuerza y se pueden alcanzar los 40 grados, que se intensifican con la humedad. Por eso, la mejor ocasión para visitarla es entre diciembre y febrero.

La catedral de Mérida, edificada con vestigios de pirámides maya, es la más antigua de México

Su gente presume de vivir en una de las ciudades más pacíficas de México, un lugar tranquilo donde parece que el ritmo corre más despacio que en el resto de las grandes ciudades del país.

Y, si hablamos de presumir, también pueden hacerlo de su catedral. Conocida como la Catedral de San Ildefonso, se alza en el lado oeste de la Plaza Grande. Por la noche es realmente imponente.

Catedral Merida. Foto: Turismo de Yucatán.
Interior de la catedral de Mérida. Foto: Turismo de Yucatán.

Sobre ruinas mayas y con lo que obtuvieron de las pirámides destruidas de la antigua ciudad, se terminó de construir en 1958. Es la catedral más antigua de México, aunque la supera en años la de Santo Domingo, la más antigua de América.

Primero, el desayuno

A otro lado de la plaza encontramos la Oficina de Turismo, donde todos los días a las 9:30am salen free tours a los que merece la pena unirse para conocer de cerca la ciudad y visitar algunos de sus edificios icónicos como el majestuoso Palacio del Gobierno o el Museo Casa de Montejo.

El Paseo de Montejo es la avenida principal de Mérida, perfecta para tomar el pulso a la ciudad

Ha sido proclamada Capital Americana de Cultura en dos ocasiones (2000, 2017), así que lo mejor que podemos hacer cuando la visitemos es empaparnos de su arte e historia.

Casa de Montejo. Foto: Turismo de Yucatán.
Casa de Montejo. Foto: Turismo de Yucatán.

Pero si somos de los que madrugan, el desayuno nos espera en el Mercado San Benito. Abre a las 3:00 am, así que hay tiempo de sobra. Adentrarse por sus pasillos supone una magnífica primera toma de contacto con la gastronomía yucateca.

Para ello, lo ideal es buscar la taquería El Quimbombito y la Turquita y pedir un tamal colado recién hecho.

Si no somos de emociones fuertes a la hora del desayuno, el mercado cuenta con multitud de puestos donde comprar fruta tropical, fresca y aún más sabrosa. En la calle también hay puestos donde darnos el gusto con el popular mango con tajín, el sazonador a base de chile, sal y limón.

ExplosioÌn de color, olor y sabor en los mercados. Foto: Turismo de YucataÌn.
ExplosioÌn de color, olor y sabor en los mercados. Foto: Turismo de YucataÌn.

De paseo por Montejo

A media mañana, nos encaminamos hacia al almuerzo recorriendo el Paseo de Montejo, la avenida más importante de Mérida.

El Gran Museo del Mundo Maya cuenta con más de 1.000 piezas arqueológicas

Si el hambre aprieta, al comienzo de la avenida puedes encontrar Manjar Blanco, donde apreciar, a través de sus platos -la tortillita de plátano es un ejemplo- la influencia cubana en la cocina yucateca.

Más adelante, no muy lejos de la glorieta en la que luce el Monumento a la Patria, esculpida por el artista colombiano Rómulo Rozo, está Wayan’e. Popular por su castacán, panza de cerdo frito, ofrece también opciones vegetarianas y zumos recién hechos.

Casas Gemelas en el paseo Montejo. Foto: Turismo YucataÌn.
Casas Gemelas en el Paseo de Montejo. Foto: Turismo YucataÌn.

Gran Museo del Mundo Maya

¿Listo para otra dosis de arte? Nos dirigimos al norte de la ciudad donde se encuentra el Gran Museo del Mundo Maya. Fundado en 2012, se ha convertido en una parada inexcusable para los que quieran conocer el pasado de la ciudad blanca.

El espacio, considerado uno de los más importantes de América Latina, guarda más de 1.000 piezas arqueológicas de la cultura maya.

Además, cuenta con una sala dedicada al aerolito Chicxulub, al que se le atribuye el fin de la era de los dinosaurios en la Tierra hace aproximadamente 65 millones de años.

Gran Museo del Mundo Maya. Foto: Turismo de YucataÌn.
Gran Museo del Mundo Maya. Foto: Turismo de YucataÌn.

La Plaza Grande

De vuelta al corazón de la ciudad, cuando cae la tarde, la Plaza Grande rebosa vida y ambiente y, a menudo, acoge actuaciones de artistas callejeros. Para no perderse nada hay que tomar asiento en una de sus peculiares sillas contrapuestas, conocidas como ‘confidentes’ debido a su diseño, que logra que quienes se sienten en ellas se puedan mirar de frente.

Los sábados a las 8.00 de la tarde tiene lugar una representación (gratuita) del Pok Ta Pok, el juego de la pelota maya. Con ellos comparten plaza numerosos vendedores a los que puedes comprar botanas -como se conocen a los snacks- cigarrillos o refrescos. 

El final del día

Para despedir el día con una cena especial nos dirigimos a La Chaya Maya. Ubicado en un edificio colonial en el centro, sirve clásicos platos típicos de Yucatán como la sopa de lima o el taco de cochinita pibil, que de ninguna manera podía faltar en nuestro recorrido.

Sopa de Lima. Foto Turismo de Yucatán.
Sopa de lima, un plato quehay que probar sí o sí. Foto: Turismo de Yucatán.

Si aún quedan fuerzas iremos a echar un trago a la mezcalería La Fundación, un popular local que goza de gran ambiente gracias a sus noches de música en vivo.

Tres pistas más

Si tenemos la suerte de alargar la visita, hay magníficas excursiones desde Mérida. Al norte está la ciudad portuaria de Progreso, con su malecón como atractivo y, siguiendo la línea costera hacia el oeste, pequeñas aldeas costeras con mucho encanto y playas, como la de Telchac, desde las que presenciar atardeceres de película.

El cenote Zaci. Foto: Turismo de YucataÌn.
Zaci, uno de los maravillosos cenotes del Yucatán. Foto: Turismo de YucataÌn.

A hora y media al este de Mérida, se encuentra Celestún, un paraíso de flamencos, donde subido a una de las lanchas que realizan recorridos por la laguna, se pueden divisar cientos de estas majestuosas aves.

En el interior, aunque no es tan conocido como su hermana mayor Chichén Itzá, Uxmal es uno de los más importantes yacimientos arqueológicos del país.

Uxmal. Foto: Turismo de YucataÌn.
Uxmal. Foto: Turismo de YucataÌn.

La ciudad, fundada hacia el 600 d.C., se encuentra rodeada de maravillosos cenotes donde darse un chapuzón después de explorar sus ruinas.

Para evitar el autobús, la mejor forma de desplazarse a estos sitios es en coche. En el aeropuerto y en la ciudad existen oficinas de alquiler para los que planeen recorrer el resto de Yucatán. Una buena alternativa es Uber, económico y seguro.

a.
Ahora en portada