Google prepara la invasión de sus taxis autónomos

Waymo, la compañía de coches autónomos creada por Google, lanzará su servicio de taxis a finales de este año

La polémica por las licencias VTC, que puso en pie de guerra al sector del taxi hace un mes, será una anécdota menor cuando en un futuro cercano circulen los primeros taxis autónomos. En Estados Unidos ya hay fecha para la puesta en marcha de este sistema: a fines de año Waymo lanzará a las calles de Phoenix (Arizona) la primera flota de vehículos que no requieren de un humano para ser conducido.

Waymo pertenece a Alphabet, la matriz de Google. Fue creada en 2009 por Sergey Brin (cofundador del famoso buscador), y desde ese entonces han ido perfeccionando el vehículo autónomo que pretende revolucionar el sector.

Millones de kilómetros recorridos

Tiene armas para lograrlo. Por un lado, su experiencia: llevan casi una década realizando pruebas y desarrollando un sofisticado software para que los vehículos puedan circular por calles y carreteras respetando las señales de tránsito, frenando cuando se debe, y respondiendo con eficacia ante sucesos inesperados.

Es cierto que el tránsito de Phoenix, la ciudad que usan como laboratorio vial, es más civilizado y tranquilo que el de grandes urbes como Los Ángeles o Nueva York, por no mencionar lo que se podría encontrar en Italia, Rusia o –peor aún- en los países de Oriente Medio, Latinoamérica o en China.

Waymo cerró la compra de 82.000 vehículos autónomos con Chrysler y Jaguar

Pero los ingenieros de Google siguen desarrollando algoritmos cada vez más sofisticados para solucionar el abanico de problemas e incidencias que se puede encontrar.

Para poder mejorar el sistema hay que rodar y rodar. Pues Waymo asegura que sus coches han recorrido un total de 13 millones de kilómetros, una distancia sideral por sobre sus competidores. Cada metro que transitan estos vehículos son datos que alimentan la gigantesca maquinaria de análisis y algoritmos para mejora el sistema.

Más de 82.000 vehículos autónomos en las calles

Otra ventaja es que Waymo, como es habitual en Google, piensa entrar en el mercado por la puerta grande. En una primera etapa se pondrán en las calles 600 vehículos, pero la empresa acordó la compra de 82.000 unidades, entre 62.000 Chrysler Pacífica y 20.000 Jaguar i-Pace, el primer vehículo eléctrico de la firma inglesa.

Precisamente, el ejecutivo de Jaguar que cerró esta compra, Arthur Kipferler, ahora es directivo de Berylls, consultora que prevé que las ventas de coches privados en EEUU caerán el 12% hacia el 2030.

25 ciudades tendrán taxis autónomos

En un primer momento, los 600 vehículos contarán con una persona de la empresa como acompañante como medida de seguridad. Es lo que están haciendo hace un par de años en las pruebas de Phoenix, donde sus habitantes usan estos vehículos en forma gratuita para sus traslados.

Al contrario que Uber, las pocas incidencias en las pruebas viales no tuvieron impacto en el proyecto de Waymo

En una segunda etapa, los taxis autónomos se desplegarán en 25 ciudades de Estados Unidos, aunque no se informó cuáles son ni de cuánto costarán los trayectos. Pero la compañía necesita que sus coches circulen la mayor cantidad de tiempo posible para que la apuesta valga la pena, por lo que quizás tengan un precio accesible.

Exportación del modelo Waymo

El negocio de Waymo no será solo por los viajes que puedan hacer sus vehículos, sino también con la venta del software a otras empresas, que rápidamente lo podrán poner en marcha en cualquier lugar del mundo, si es que el sistema está lo suficientemente bien desarrollado.

La empresa pudo salir bien parada de sus escasas incidencias en las pruebas de conducción, mientras que el accidente mortal que protagonizó un coche autónomo de Uber implicó que esta compañía deje de operar en Arizona, donde también estaba realizando pruebas. “Un coche de Waymo hubiera frenado a tiempo”, dijo con altivez John Krafcik, consejero delegado de la filial de Google.

Los mercados sonríen a Waymo: su valoración de mercado llega a los 150.000 millones de euros, según considera Morgan Stanley.

Si el coste del trayecto es accesible, cientos de miles de personas se decidirán a dejar su coche en el parking, mientras que otras estarán convencidas que no vale la pena comprar un vehículo privado. La movilidad sostenible sigue conquistando nuevos mercados y carreteras.

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