La burbuja turística de Barcelona se someterá a la lupa de las elecciones municipales del 24 de mayo. Si los candidatos no admiten la saturación, la ciudad corre peligro de salir de los comicios sin modelo turístico.
Si el tocho contagió la subida de sueldos entre los trabajadores menos formados, ahora los apartamentos turísticos suben los precios de los alquileres; el problema no está, evidentemente, en que sean legales o no.