Oficinas flotantes: así se combinan arquitectura y sostenibilidad

Róterdam construye la mayor oficina flotante del mundo, un concepto que soluciona la falta de espacios edificables sin dañar el medio ambiente

Oficina Flotante de Róterdam. Imagen: Powerhouse Company.

De la superpoblación de las ciudades a la emergencia del cambio climático, el futuro plantea numerosas incertidumbres que afectarán a la manera en que vivimos, trabajamos y disfrutamos del ocio. El urbanismo y la arquitectura trabajan ya en diferentes propuestas que van desde las ciudades verticales a las urbes flotantes.

Precisamente en el agua se fijan muchos nuevos proyectos. Y aunque la idea de ganarle terreno al mar viene de antiguo, estas soluciones proponen anclar parques, viviendas, museos, resorts y, ahora también, oficinas, como esta que ya se está construyendo en Róterdam.

Oficina Flotante de Róterdam

La Oficina Flotante de Róterdam (FOR por sus siglas en inglés) ya es mucho más que un simple proyecto. Ideada por Powerhouse Company, es un edifico “para una nueva era”, según explica su fundador Nanne de Ru.

Ya en construcción, será la sede del Centro Global de Adaptación, una institución sin ánimo de lucro que tiene como objetivo promover la planificación, la inversión y la tecnología para mitigar el cambio climático. Su Comisión está dirigida por el ex presidente de la ONU, Ban Ki-moon, el fundador de Microsoft, Bill Gates, y la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva.

Una pasarela conectará la oficina con el puerto. Imagen: Powerhouse Company.

Sus oficinas, por tanto, deben representar los valores que el organismo preconiza, “una tarea desafiante que abordamos de manera integral”, señala De Ru.

El resultado es un edificio que flotará en el puerto de Rijnhaven, en Róterdam. Fuera de la red y sin emisiones de carbono, será capaz de flotar -en lugar de inundarse- si los niveles de agua aumentan debido al cambio climático.

Sostenible y autosuficiente

Con su propia fuente de energía solar (800 m2 de paneles solares), se trata de un edificio autosuficiente, construido completamente en madera para minimizar su huella de carbono y rematado por un techo verde cubierto de vegetación. También empleará el agua del puerto para refrigerarse.

Con tres pisos y balcones que brindan sombra y ayudan a regular la temperatura de forma natural, hace gala del minimalismo característico del diseño nórdico pero es también divertido, y busca convertirse en un elemento clave del entorno portuario recientemente remodelado, al que se conecta por una pasarela. Por ello también será un espacio público que recibirá visitantes en sus zonas comunes, como un restaurante con una gran terraza al aire libre e, incluso, una piscina.

Además de oficinas, el edificio contará con un restaurante con terraza y una piscinas abiertos al público. Imagen: Powerhouse Company.

Reciclable y reutilizable

Según Paul Sanders, miembro del estudio, “La estructura del edificio está diseñada en madera y se puede desmontar y reutilizar fácilmente. Está listo para la economía circular”. Un punto más.

El pasado 31 de agosto, la estructura que soportará el edificio llegaba al puerto de Rijnhaven tras ser remolcada desde la ciudad de Zaandam, a unos 80 km, donde fue construida. Como unos grandes cimientos flotantes, la estructura mide 90 x 24 metros y supone el primer gran hito del proyecto, que ahora seguirá su construcción en Róterdam. Tras su finalización, prevista para 2021, la oficina prevé estar en funcionamiento entre 5 y 10 años.

“A medida que cambia el clima mundial, los fenómenos meteorológicos extremos y el aumento del nivel del mar presentan nuevos desafíos para los arquitectos”, señaló el director ejecutivo del Centro Global de Adaptación, Patrick Verkooijen.

Por ello, “Incorporar características resilientes en un diseño antes de que ocurra un desastre no solo tiene sentido económico, sino que también puede ayudarnos a mitigar el cambio climático”.

a.
Ahora en portada