Polémico, ácido y provocador: León Ferrari aterriza en el Reina Sofía

‘La bondadosa crueldad’ explora las obras más corrosivas de León Ferrari, el creador que proclamó que “el arte no es belleza ni novedad; el arte es eficacia y disrupción”

La Bondadosa Crueldad. Foto Joaquin Cortés Román Lores Archivo fotográfico Reina Sofía.

‘Algunas imágenes pueden herir la sensibilidad de los espectadores’ reza un cartel ante la exposición de León Ferrari que el Centro Nacional de Arte Museo Reina Sofía inaugura estos días y que permanecerá abierta hasta el próximo 12 de abril. “Nadie tiene obligación de verla, el museo tiene una gran oferta” explica el director de la pinacoteca, Manuel Borja-Villel, pero avisa: “Los museos deben ser lugares de libertad, refugio y acogida, si un museo no puede debatir sobre los terrores (de la historia), tampoco se podría representar teatro griego”. “Es necesario mostrar algo diferente aunque no guste”, señala la nieta del aritsta, Julieta Zamorano Ferrari.

¿Por qué tanto revuelo? El legado de León Ferrari (Buenos Aires, 1920-2013) ha estado históricamente rodeado de polémica, quizás tanta como, como premios internacionales cosechó durante su carrera. Y es que el artista, uno de los nombres fundamentales del arte latinoamericano, empleó profusamente símbolos religiosos para denunciar la guerra, el abuso de los gobiernos, las estructuras de poder y la normalización de la violencia. Así lo muestra también esta exposición, que lleva por nombre La bondadosa crueldad y que cuenta con alrededor de 300 piezas, muchas de ellas donadas por los herederos del artista.

Una de las salas de la exposición La bondadosa crueldad. Foto FernandoVillar EFE.
Una de las salas de la exposición La bondadosa crueldad. Foto: Fernando Villar | EFE.

Revisando la historia que nos han contado

La bondadosa crueldad -nombre que toma prestado de un libro de poemas y collages que el artista publicó en el año 2000 y dedicó a su hijo Ariel, desaparecido durante la dictadura argentina- invita a comprender la obra de León Ferrari como “un modo de mirar y de leer la historia de la cultura occidental”, explican los comisarios de la muestra, Fernanda Carvajal, Javier del Olmo, Andrea Wain y la Fundación Augusto y León Ferrari Arte y Acervo (FALFAA)-. En este sentido, “es como un desmontaje de las pedagogías de la violencia propagadas por la matriz bélico-religiosa de la historia de Occidente”.

La técnica de collage y reensamblaje de significados está muy presente en la obra de Ferrari, por ejemplo, a través de iconos religiosos, lo que ha llegado a ser tachado de blasfemia por el actual papa Bergoglio

El uso de la provocación como arma de lucha política queda patente en obras como La civilización Occidental y Cristiana (1965), una de sus piezas icónicas, que representa a un Cristo crucificado sobre un avión militar estadounidense para denunciar la naturalización de la violencia por parte de la sociedad. Prestada por sus herederos, esta obra fue incluso censurada en su primera exposición el Instituto Di Tella en Buenos Aires, lo que causó una gran polémica.

La civilización occidental y cristiana. Foto Fernando Villar EFE
‘La civilización occidental y cristiana’. Foto: Fernando Villar | EFE.

En un itinerario no lineal por la obra Ferrari que se mueve en torno a grandes ejes conceptuales y no tanto el orden cronológico, se puede ver también el Juicio Final, una de las piezas donadas al Reina Sofía. De la serie ‘Excrementos’ recupera una escena de la Capilla Sixtina que aparece manchada por heces de pájaros donde el autor se interroga sobre los límites de la justicia terrenal y la divina proponiendo rupturas de pensamiento. Varios trabajos en esta sala fueron concebidos para denunciar la apología de la tortura por parte de la religión. Y aclara Borja Villel “Él no critica las creencias religiosas, pero sí juzga el uso de ciertas imágenes”.

Según uno de los comisarios, Javier del Olmo, su obra nace desde “el respeto y la investigación, conocía los temas que trataba”. Además, apunta, pese a que a lo largo de su vida se tuvo que exiliar en Brasil y perdió a un hijo en la dictadura, “se sobrepuso a todo ello” y “era una persona que transmitía amor”, subraya.

Arte contra la guerra, la religión y la opresión

En otra sección, Laboratorio Ferrari, se exhibe la primera etapa de la producción de Ferrari de finales de los cincuenta y principios de los sesenta, así como algunos compuestos químicos que utilizó para su práctica artística. Es el momento en que explora el volumen, la escultura y la escritura como herramienta plástica, deformada para dar salida de manera oculta a sus primeros mensajes políticos, como sucede en Carta a un general (1963).

Juicio final (1994), León Ferrari.

Otras obras fundamentales en la exposición son Tucumán arde (1968) y Nosotros no sabíamos (1976), una pieza hecha con decenas de recortes de noticias de diversos diarios argentinos durante la dictadura que hablan sobre la desaparición de personas y que denuncia la ignorancia meditada de un sector de la sociedad.

La técnica de collage y reensamblaje de significados está muy presente en la obra de Ferrari y también en esta muestra: Jesucristo de plástico en una tostadora y otras tantas vírgenes en un vaso triturador eran su particular manera de contar que la religión no era una elección, sino algo que la sociedad estaba obligada a tragar. Estas piezas, que incluye la muestra de Reina Sofía, formaban parte de una exposición que el papa Bergoglio, en su época como arzobispo de Buenos Aires, calificó como blasfemia y pidió su clausura.

Otro de los apartados de la exposición recoge una instalación sonora basada en la puesta en escena de Palabras Ajenas -primer collage literario de León Ferrari realizado en 1965 y 1966- que fusiona temáticas políticas y religiosas en el largo diálogo imaginario entre más de ciento sesenta personajes, que el artista concibió para ser representado teatralmente.

En 2020 se cumplen 100 años del nacimiento de León Ferrari. Foto: Joaquin Cortés/Román Lores | Archivo fotográfico Reina Sofía.

León Ferarri y el audiovisual

La exposición finaliza con un espacio denominado Modos de hacer/Ferrari inmaterial en el que a través de diferentes obras se muestra su trayectoria como una compleja trama entre arte, política y vida, a través de obras y documentos inéditos “rescatados” de su archivo personal.

En paralelo a la muestra, hasta el próximo 4 de febrero, 2021 el museo ha programado un ciclo audiovisual que contará con la proyección de una selección de piezas audiovisuales que presentan la figura de Ferrari desde una perspectiva biográfica, cultural y artística, entendida desde las dinámicas propias de un marco geográfico específico argentino y latinoamericano.

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