Suiza se rinde ante Goya

75 pinturas, alrededor de 50 dibujos y 50 grabados integrarán la exposición sobre Francisco de Goya que la Fondation Bayeler inaugurará el próximo mes de octubre en la ciudad suiza de Basilea y que constituye la mayor exposición del artista de todos los tiempos organizada fuera de España.  

Para lograrlo, la institución recibirá obras cedidas por colecciones privadas y museos españoles, entre ellos el Prado, el Thyssen-Bornemisza, el Lázaro Galdiano y la Fundación Casa de Alba, pero también internacionales como el Louvre de París, el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, la Galería Nacional de Londres, la Gallerie degli Uffizi en Florencia, la Galería Nacional de Irlanda en Dublín y el Museo de Bellas Artes de Houston.

Duquesas y majas

Organizada por la Fondation Beyeler en colaboración con el Museo del Prado, la exposición se presenta como una “experiencia sensorial e intelectual” que atenderá especialmente a la expresión tan personal que el artista hizo de alegrías y esplendores pero también terrores y miserias humanas.

La muestra incluye 75 pinturas, alrededor de 50 dibujos y 50 grabados en lo que supone la mayor exposición de Goya organizada nunca fuera de España

El hermoso edificio rebosante de luz diseñado por Renzo Piano al norte de la ciudad y rodeado de espectaculares jardines que alberga la magnífica colección que Hildy y Ernst Beyeler reunieran a lo largo de 50 años es el excepcional y bucólico marco para esta muestra, que recorre 60 años de la trayectoria del artista si bien se centrará en piezas de sus años maduros y tardíos.

Entre sus piezas más destacadas se encuentran los retratos, que hizo a personajes de la familia real y alta nobleza, pero también a gente de la calle, muchas veces usando como modelos a amigos y conocidos. De unos y de otros supo el artista plasmar personalidades complejas.

También se expondrán cuadros de sus majas y otros en los que expone el día a día de la sociedad española de su tiempo, con escenarios que van de mercados a plazas de toros, cuevas de bandidos, manicomios o los tribunales de la Inquisición. Igualmente significativa, su imaginería incluye aquelarres de brujas, a través de los cuales expone las supersticiones, la irracionalidad y las pesadillas de su tiempo.

Obras poco vistas

Traducido a cuadros, el recorrido incluye el retrato de la duquesa de Alba (1795) y la icónica Maja vestida (1800-1807). También interesante será ver juntos dos cuadros de colecciones privadas que rara vez se han mostrado en una misma exhibición, como son Majas en el balcón y Maja y Celestina, ambas de 1808-1812.

De ellas dicen los comisarios Martin Schwander y Ioana Jimborean que “con su feminidad seductora anticipan uno de los más famosos cuadros de Manet” en referencia a El balcón que puede verse actualmente en el Musée d’Orsay.

También novedad será vez una serie completa de ocho imágenes propiedad de la Colección Marqués de la Romana y que hasta ahora solo ha podido verse una única vez en El Prado.

Le acompañarán 4 de los 13 cuadros de Goya que posee la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, así como una selección de grabados de la serie Caprichos de 1799, entre ellos el afamado El sueño de la razón produce monstruos, con una melancólica y resignada mirada del artista sobre la irracionalidad que ni la ironía y el sarcasmo pueden combatir, y un buen número de la serie Los desastres de la guerra (1811-1814).

Son obras, según reconocen los responsables de la exposición, que influyeron profundamente sobre artistas posteriores de la talla de Pablo Picasso y Joan Miró que, en la década de los años 20 vieron en su enigmático e insondable mundo pictórico una fuente de inspiración y en el propio Goya “un espíritu afín”.

Su influencia, sin embargo, va mucho más allá. Incluso hasta hoy: la reflexión sobre la condición del hombre en un mundo desgarrado por el conflicto, que vira entre la razón y la sinrazón, que plasma en sus imágenes parece en la actualidad más relevante que nunca.

La exposición contará también con un catálogo en alemán, inglés y español que incluye reflexiones de los conservadores de El Prado José Manuel Matilla, Gudrun Maurer y Manuela B. Mena Marqués, así como Andreas Beyer, Helmut C. Jacobs, Ioana Jimborean, Mark McDonald, Martin Schwander y Bodo Vischer. La introducción la firma el premiado autor irlandés Colm Tóibín.