¿Alguna vez has oído el sonido de una escultura?

El artista alemán Henry Baumann diseña esculturas con forma de caracolas que se puede manipular y de la que surgen sonidos nunca escuchados

Se dice que cuando se apoya la oreja en una caracola se escucha el sonido del mar. Aunque no sea del todo exacto, esa premisa le ha servido al artista Henry Baumann para crear gigantescas esculturas donde uno puede introducirse y percibir una gama de sonidos envolventes.

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Con el aséptico nombre de “2” esta escultura consiste en un tubo de madera de grandes dimensiones que se puede manipular y acomodar en diferentes sentidos gracias a una serie de escalinatas y soportes de tubos de acero.

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La escultura ‘2’ se puede montar como uno desee. Foto Henry Baumann

Una obra de arte interactiva

A Baumann le interesa la interactividad de las personas con su obra de arte. Según declaró a Designboom una persona puede colocarse en una de las salidas de la escultura y susurrar que la estructura servirá de amplificador para que llegue claramente a otros oídos. También se puede probar poniendo música o jugando al eco, indica el artista.

La estructura de la escultura crea una reverberación del sonido, como un eco, que permite jugar con los oídos

“La escultura pasa a ser un elemento que estimule a las personas a que contacten entre sí, que sea un catalizador para el diálogo”, dijo.

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Lo interesante es la interacción con la obra de arte. Foto: Henry Baumann

El arte para reciclar

Para sus obras Baumann suele utilizar materiales que terminarían en un contenedor. En el caso de esta escultura, ha transformado 12 grandes carretes de madera que se usan para transportar cables eléctricos. Cada una de ellas fue desenrollada y luego unida extremo a extremo.

Si “2” tiene una entrada y una salida, su obra anterior “1” es la mitad del diseño: con forma de cuerno, se puede usar tanto como objeto decorativo como hamaca colgante, aunque no presenta una ergonomía muy cómoda para poder recostarse.

Foto Henry Baumann

La estructura se une con una serie de anillos de acero. Foto Henry Baumann

Improvisar y crear

En su afán por el reciclaje también ha creado la obra 130 Erdbeerkisten, o sea ‘130 cajas de fresas’, que son desarmadas y reconstruidas como mesas con forma de flores o lámparas, con una estética que recuerda al arte tradicional de África del Norte.

Un mérito es que este artista no realiza bocetos previos, sino que va improvisando sobre la marcha. “Cuando estoy probando los materiales empiezo con una idea que seguramente fallará. Pero a través de estas equivocaciones surge la creatividad. Es un proceso que me fascina”, precisa.

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El arista posa con la obra «1». Foto Henry Baumann

Baumann cuenta con un título de diseñador industrial por la Academia de Bellas Artes de Maastrich (Países Bajos) y ha realizado numerosas exposiciones en ese país, además de Austria, Italia y Alemania. Entre sus clientes se encuentra la cadena de hoteles Novotel, que lo contrata para decorar sus salones.

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