Las columnas fantasma conquistan el sur de Italia

Las 46 columnas del paseo marítimo de Reggio Calabria parecen espectros, monumentos de guiños clásicos construidos por el artista italiano Edoardo Tresoldi que cambian la fachada de esta ciudad turística del sur del país.

‘Opera’ es el nombre de esta puesta en escena, que será inaugurada el 12 de septiembre en un espectáculo donde el arte se combinará con la música y la poesía.

Creaciones etéreas

Tresoldi había trabajado como artista en escenografías de cine y hace siete años se lanzó a la construcción de esculturas y grandes estructuras en mallas metálicas.

Sus creaciones adquieren una estética etérea, que dan la sensación de flotar o de ser un espejismo.

Las 46 columnas metálicas de Reggio Calabria invitan a jugar con las alturas y profundidades de las estructuras

En el caso de ‘Opera’, las columnas de estilo clásico se levantaron con una distribución simétrica entre senderos y arbustos.

Estas se encuentran en un parque de 2.500 metros cuadrados que se extiende por el paseo Lungomare Falcomatà, en el extremo de la bota italiana que mira a la costa de Sicilia.

Según describe el artista, la idea es crear un “espacio imaginario, un ágora mental que lleva a los visitantes a una dimensión perceptiva de cambios”, en donde se invita a que cada uno juegue con las alturas y las profundidades.

El arte en mallas metálicas

Tresoldi ya había realizado otra instalación en la región. En el 2013 montó la estructura de ‘El coleccionista del viento’, una gigantesca figura de un hombre con apariencia de pescador que mira al mar.

Hace dos años Tresoldi montó gigantescos cubos con caras humanas en el techo de un centro comercial de Barcelona

Ese fue su debut con el arte de las mallas metálicas. Desde ese entonces ha creado más de una docena de obras de gran formato, la mayoría efímeras, que se han desplegado en festivales de arte, espacios públicos y sitios arqueológicos.

También en Barcelona

En Barcelona hace dos años montó unos cubos en la terraza del centro comercial L’Illa, que de un ángulo uno de sus lados no parecía más que una forma abstracta, pero al girar se podía adivinar un rostro humano que invadía el interior de la estructura.

Una de las creaciones más logradas ha sido Etherea, la construcción de tres templos de aires barrocos y renacentistas de 10 a 20 metros, que atraparon las miradas del festival de Coachella de California, en 2018.

Otro trabajo destacado es la restauración de la Basílica de Siponto, en la ciudad italiana de Manfredonia.

Del antiguo templo cristiano levantado hace 600 años no quedan más que unos basamentos de piedra, pero Tresoldi lo reconstruyó con sus mallas metálicas como si fuera un gigantesco render. Todavía sigue allí en pie, en una maravillosa conjunción entre arte y arqueología.