La intimidad de Frida Kahlo en una edición de lujo

Fotografías, páginas de su diario personal, dibujos y cartas componen un nuevo volumen de Taschen que compila absolutamente toda la obra de Frida Kahlo

El venado herido, 1946. Foto: ©Fine Art Images.

Una de las pocas mujeres que ha logrado trascender en la historia del arte –tan tacaña con las mujeres en siglos- es, sin duda, Frida Kahlo.

Figura prominente del arte mexicano de la posrevolución, pionera del discurso político en materia de género, sexualidad y feminismo, del que es uno de los iconos, se ha convertido también en un objeto de marketing cuya imagen sigue colonizando camisetas, tazas, bolsos, esmaltes de uñas o fundas de móviles.

Para mostrar su trabajo al completo y en toda su complejidad, Taschen ha editado una monografía XXL que combina sus 152 pinturas con una selección espectacular de fotografías poco conocidas, páginas de su diario, dibujos, cartas y una biografía ilustrada.

Autorretrato (para Samuel Fastlicht), 1948. Foto: akg-images.

Complejidad y seducción en Frida Kahlo

Editado por el historiador de arte Luis Martín Lozano y dirigido por Benedikt Taschen, esta monumental obra compila todas las pinturas de Frida Kahlo (1907-1954), algunas pertenecientes a colecciones privadas de difícil acceso, y reproduce obras que no se exponen desde hace más de 80 años.

En formato XXL, con 624 páginas, la monografía reproduce las 152 obras de Kahlo, incluidas algunas de difícil acceso y piezas no expuestas desde hace más de 80 años

En la enésima revisión de su vida, su relación con Diego Rivera o su posición sobre el feminismo, este volumen se centra en el análisis profundo de su obra, de todas y cada una de las pinturas que existen de Kahlo, partiendo del catálogo razonado publicado en 1988 (Prignitz-Poda/Grimberg/Kettenman) pero ampliado a todos los cuadros que realizó entre 1924 y 1954 y de los que se tiene absoluta certeza de la autoría, incluidas las destruidas o en paradero desconocido.

El minucioso estudio ha tenido como resultado algunas sorpresas, como el descubrimiento de títulos originales de las obras ya que la artista utilizó el nombre ‘Autorretrato’ o ‘Naturaleza’ para varios de sus cuadros, a los que posteriormente se añadieron adjetivos para diferenciarlos.

Frida Kahlo en la Casa Azul en 1951. Foto: ©bpk / IMEC, Fonds MCC / Gisèle Freund.

Entrevistas exclusivas

El libro cuenta con las entrevistas realizadas por Raquel Tibol a Frida Kahlo en 1953 para reconstruir su biografía. La escritora argentina, que supo de la obra de la pintora mexicana por Diego Rivera, encontró ya muy enferma a la artista, pero sus conversaciones con ella le permitieron publicar Fragmentos para una vida de Frida Kahlo, en las que se habla de la familia, la infancia y la juventud de la artista.

Esa época es ilustrada con numerosas fotografías tomadas de Frida de niña por su padre, Guillermo Kahlo, un alemán emigrado a México, fotógrafo oficial del porfiriato y con quien la joven aprendió las bases de la iluminación, composición y color, aunque como pintora fue autodidacta.

Las imágenes se alternan con las de Ciudad de México, recortes del periódico La prensa con la noticia sobre la boda de Frida Kahlo y Rivera en 1929, o cuadros de artistas como Leonardo Da Vinci, Tiziano Vecellio, Sofonisba Aguissola, Julio Romero de Torres y Otto Dix en los que ella se fijaba para componer los suyos.

Kahlo y Rivera. Foto: Spencer Throckmorton.

La intimidad del diario de Kahlo

Bocetos, imágenes de la pintora trabajando en su estudio, dibujos arrancados de cuadernos, estudios de movimientos y noticias de sucesos que le sirvieron de inspiración se cuelan entre las páginas de la monografía, además de muchas fotografías con Diego Rivera o una de Dolores del Río y Marlene Dietrich frente a un retrato de Frida Kahlo.

A través de su diario se trasluce un mundo excepcional que Frida creó para sí misma, lleno de anécdotas, de cartas -algunas publicadas por primera vez en esta monografía-, de poesías y dibujos o de frases rotundas como cuando habla de ella y de Rivera como una “pareja extraña del país del punto y la raya”.

Rivera lo fue todo para Kahlo, como queda reflejado en el Retrato de Diego que aparece en el libro. “Quiero en tal forma a Diego que no puedo ser ‘espectadora’ de su vida, sino parte, por lo que -quizá- exageraré lo positivo de su personalidad única tratando lo que, aun remotamente, puede herirlo”, señala la artista al inicio del texto.

COMPRAR Frida Kahlo. Obra pictórica completa en Amazon (142,50 €)

La Casa Azul

Y, por supuesto, en el libro también aparece la famosa Casa Azul de Frida Kahlo, que actualmente alberga el museo dedicado a su obra, en Coyoacán. Allí pasó su infancia e instaló su estudio, acogió a León Trotski cuando recibió asilo político en México y acabó por volver a vivir allí tras el divorcio de Rivera.

Ya no se marcharía, tampoco cuando volvió a casarse con Rivera. Entonces era el “escaparate de un universo fantástico cargado de historias y significados emocionales”, según sus palabras.

Con un total de 624 páginas, la obra de gran formato se divide en ocho capítulos: Los años de aprendizaje 1925-1929, La pintora que expande horizontes 1930-1938, Las lecciones de la madurez y la experiencia 1936-1946, La voluntad de pintar hasta el final 1947-1954, Diarios y cartas de Frida, Biografía, Frida y Diego y La casa azul.

Cocos llorones. Foto: Museum Associates / LACMA / Art Resource NY / Scala, Florencia.

Además, un catálogo de pinturas realizado por Lozano junto a Andrea Kettenman, del Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Hamburgo, y Marina Vázquez Ramos, historiadora del arte especializada en arte moderno mexicano.

a.
Ahora en portada