‘Transferencia cultural’: la realidad cubana vista por sus fotógrafos

Una muestra en Utopía126 (Poblenou, Barcelona) presenta la mirada, desde la fotografía cubana, a los símbolos del ideario nacional adquiridos por transf-herencia

Habana 2005, Raúl Cañibano, de la serie Ocaso.

La fotografía contribuye y ayuda a las personas a ver. Cuando vemos una fotografía es como si la mirada del fotógrafo se apropiase de la nuestra y nos descubriese un presente que ya pasó. La fotografía como arte, como información, como testimonio, como documento de una realidad o de una ficción, es un instrumento común que puede ser entendido y comprendido en todo el mundo. Robert Capa dijo que no hace falta hacer posar a nadie ante una cámara. La foto está ahí, esperando que la hagas. Solo hace falta saber verla. Y la dificultad y el mérito del fotógrafo consisten en ser capaz de conseguirlo.

Frente a todas las limitaciones impuestas por la administración pública, estos días, en Utopía126, una antigua fábrica en el corazón del Poble Nou de Barcelona y que actualmente es uno de los espacios de creación y divulgación artística más activos e interesantes de la ciudad, se celebra, bajo el título Transferencia Cultural, una muestra fotográfica de hasta 17 autores cubanos cuyo objetivo es mostrar la transmisión y los puntos de relación cultural entre la sociedad cubana y la nuestra, que fue colonialista y que, lógicamente, dejó una profunda huella.

La exposición, abierta al público los fines de semana, es una sorprendente muestra del trabajo de muchos fotógrafos cubanos, fotógrafos de calle, esos que según decía el maestro Bresson, disparan con el anhelo de hacer la foto que se anda buscando y que no se sabe muy bien cómo ha de ser. Merece la pena destacar el elocuente trabajo de Raúl Cañibano, uno de los mejores fotógrafos cubanos, poco conocido aquí, cuyas imágenes en blanco y negro destacan por la sensibilidad de sus sombras.

Sin título, Alejandro Alfonso.
Sin título, Alejandro Alfonso.

Decadencia y desengaño

Transferencia Cultural esuna muestra de la cuba decadente, perdida, desengañada, con protagonistas llenos de vida y cuya tristeza desaparece tras el velo de la supervivencia diaria. 

Esta exposición muestra el esfuerzo de la cultura por seguir avanzando a pesar de este tsunami devastador que asola cualquier iniciativa cultural. No veo mejor motivo que acudir ahora allá donde se proponga cualquier evento con la intención de abrir un hueco entre tanta adversidad.

«La exposición muestra el esfuerzo de la cultura por seguir avanzando a pesar de este tsunami devastador que asola cualquier iniciativa cultural»

Carles Sans

Transferencia Cultural estará hasta el 13 de diciembre y desarrollará, alrededor de la exposición fotográfica, una serie de actos en los cuales varios artistas cubanos presentarán sus libros, hablarán de sus proyectos, divagarán sobre fotografía y se hablará de las transferencias culturales en el contexto de su país. Muy recomendable el documental que se proyectará el día 5 de diciembre titulado Los que se quedaron. Dos viajes que se cruzan entre Cuba y Cataluña. Una experiencia que habla de los miles de emigrantes que cruzaron el Atlántico y que, por diversas razones, nunca volvieron a realizar el viaje de vuelta a Cataluña.

Sin título, Alejandro Alfonso.
Sin título, Alejandro Alfonso.

Cultura a pesar de todo

En definitiva, una muestra que ha sido posible, entre otros, gracias a Patricia González Kasaeva y al equipo de Utopía 126, que lucha como tantos por no sucumbir ante la adversidad de esta aborrecible pandemia. Como también habría que apoyar al anualmente esperado Festival LOOP BCN, dedicado a la video-creación, que se celebra en más de 60 espacios culturales y con una exposición en el Arts Santa Mònica.

Gracias a la continuidad de eventos como estos, la cultura urbana se resiste a doblegar una agenda que, contrariamente a todo lo que le va en contra, lucha por sobrevivir. Mantengámosla viva y que iniciativas como la de Utopía o la del Festival Loop nos sirvan de resorte para seguir impulsando la multiculturalidad y cambiar de dinámica de las exposiciones tradicionales, tal como se expresa en la declaración de principios de Transferencia, de esta Barcelona cada vez más triste y menos cosmopolita, y si no revierte la situación, con el sector de la cultura en muerte súbita.

a.
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