Queríamos tanto a Marilyn Monroe

Su imagen podía glamourosa y despreocupada, por lo que se la tildó de frívola y superficial. Pero era un gran error: Marylin Monroe fue mucho más que el símbolo sexual de la década de los ’50, fue una actriz de un gran talento que sirvió para abrir caminos frente a un Hollywood que apostaba por los estereotipos más rancios.

Poco después de la Segunda Guerra los estudios minimizaron el efecto de emancipación de las mujeres en la sociedad, y provocó el retorno a los roles de género más conservadores: se tenían que casar y de ocupar del hogar.

Marilyn, una revolución en marcha

En este escenario, el carisma y el talento de la actriz no se asemejaban a nada que se hubiera visto antes.

“A pesar de que nunca le dieron papeles con diálogos inteligentes y agudos, su sexualidad innata y natural la emponderaba, y sus contrapartes masculinas se reducían a bobalicones torpes, acobardados por su inmensa pujanza femenina”, indican en la Filmoteca de Catalunya, organizadora de un ciclo en su homenaje.

Además del pase de varias películas de su carrera, se presenta una interesante exposición de fotografías realizadas por Milton H.Greene.

Radiante ante las cámaras

Marylin no ocultaba su personalidad explosiva y radiante ante las cámaras. Al contrario, ya sea ante los focos de un estudio o frente al disparador del fotógrafo la actriz brillaba todavía más.

“La sexualidad innata y natural emponderaba a Marilyn, y sus contrapartes masculinas se reducían a bobalicones torpes”

Grandes talentos de la fotografía como Bern Stern, Richard Avendon, Henri Cartier-Bresson o Cecil Beaton se disputaron para retratarla. Pero pocos consiguieron capturar su magia como Greene, quien se movía como pez en el agua en el mar de Hollywood, con imágenes únicas de Frank Sinatra, Elizabeth Taylor, Grace Kelly Marlene Dietrich, entre otras celebridades de una larga lista.

Las caras de Marilyn

La exposición Marilyn Monroe by Milton H. Greene. The 50 Sessions presenta 84 imágenes en donde Green muestra dos caras de la actriz: la glamourosa y divertida en sesiones de fotos sola, acompañada de actores o en campañas publicitarias; o una personalidad más reflexiva en la intimidad en su boda con Arthur Miller, en descansos de rodaje, o jugando con el hijo del fotógrafo, Joshua.

Precisamente esta persona, que siguió los pasos profesionales de su padre, ha seleccionado el material de la exposición, que es comisariada por Cristina Carrillo de Albornoz.

Las 50 sesiones de Greene muestran una Marilyn radiando y natural, y revelan un punto de inflexión muy poco conocido: el momento en qué Monroe empezaba a controlar tanto su imagen como su vida.

Son fotografías tomadas a la cumbre de la carrera de Monroe que captan magistralmente su enigmático carisma y su amor por la cámara.

Las películas que la llevaron a la fama

La exposición se complementa con una audioguía en la que diversas figuras del cine, las ciencias sociales, el arte, el activismo y la literatura comentan las fotografías y analizan el poder de las imágenes, la construcción visual de los arquetipos femeninos o como la industria cinematográfica, mayoritariamente dirigida por hombres, genera una nueva cultura de masas.

Pero por supuesto que no hay homenaje sin el pase de sus películas más famosas. Desde el 15 al 31 de diciembre la Filmoteca proyectará títulos como La jungla del asfalto, Me siento rejuvenecer, Niagara, Con faldas y a lo loco y Los caballeros las prefieren rubias, entre otros títulos.

La entrada a la exposición de fotos es gratuita, mientras que los pases de las películas cuestan solo cuatro euros.