Cuando la arquitectura nos seduce desde la fotografía

Una nueva edición del concurso fotográfico Agora presenta la mejores imágenes de puentes, edificios, ciudades y un mundo desconocido de la arquitectura

Periódicamente la aplicación Agora organiza concursos de fotos entre sus usuarios, la mayoría aficionados o profesionales de este arte visual; y en esta ocasión nos impacta con las mejores tomas de la arquitectura, donde desde vistas aéreas a ángulos imposibles revelan nuevas caras de ciudades, edificios, puentes y otras grandes creaciones.

El puente levantado por un dios

Un total de 10.367 imágenes entraron en la competición #Architecture2020, pero solo una fue la ganadora: la de Tran Tuat Viet, fotógrafo de Vietnam que realizó una toma aérea de uno de los puentes más extraños y buscado por los cazadores de postales: el Puente Dorado de Danang, donde dos manos gigantescas elevan una estructura semi circular de metal y madera.

Foto: Tran Tuat Viet - Agora

Foto: Tran Tuat Viet – Agora

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Este puente se encuentra a 1.400 metros sobre el nivel del mar. Se divide en ocho secciones, en un total de 148,6 metros, y las dos manos de hormigón que sostienen uno de los tramos representan a un dios que emerge desde la tierra.

Equilibrio entre caos y orden

A diferencia de otros concursos, aquí el jurado son los mismos usuarios de la aplicación, por lo que las imágenes ganadoras triunfan por aclamación popular.

Como en todos los concursos de Agora, son los mismos usuarios los que eligen a los finalistas y al ganador

En el caso del desafío “Architecture2020”, que fue lanzado el 10 de marzo, muestra “un espectáculo sobre la belleza que se produce por la interacción entre luces y volúmenes, por el contraste entre caos y orden, natural y artificial, materia y vacío”, describe Octavi Royo, consejero delegado de Agora.

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Foto: Lee Mumford – Agora

Una de las fotos finalistas es un clásico de las postales de urbanismo: la trama cuadriculada del Eixample, diseñada por Idelfons Cerdà.

La fotografía, llamada ‘Red urbana’, fue realizada por el británico Lee Mumford con un dron a la altura del complejo modernista Sant Pau, donde en el centro destaca la estructura de la Sagrada Familia y luego se extiende el mosaico de edificios que llega como un tapiz hasta el mar.

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“Quería mostrar un diseño único desde un ángulo diferente. Es una belleza difícil de imaginar al nivel de calle”, dijo el fotógrafo, que tuvo que esperar varios días hasta dar con un amanecer de cielos despejados.

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Foto: Vitaly Tuyk – Agora

Otra imagen finalista es la vertiginosa toma del edificio Shanghai World Financial Center, que por el particular diseño de trapecio de la cima fue apodado como ‘el abridor de botella’.

La foto de Vitaly Tyuk, de Rusia, muestra al edificio en una caída en vertical que causa una sensación de vértigo, donde el clima de Blande Runner se logra con la elegante disposición de líneas rojas en la fachada de la estructura.

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Foto: Tom Bridges – Agora

Otro puente colgante, en este caso el de Clifton (en Bristol, Inglaterra), fue fotografiado por Tom Bridges (vaya coincidencia de apellido).

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El autor había vivido dos años en esta ciudad del sudoeste inglés, pero nunca había tenido la oportunidad de poder realizar una imagen así, en la que la estructura parece flotar en un mar de nubes.

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Foto: Álvaro Valiente – Agora

Hay veces que la belleza de algunos edificios no están en el exterior sino en el interior. Así lo descubrió el español Álvaro Valiente, donde un bloque de viviendas anodino de Tokio escondía una hermosa simetría de puertas de colores, diseñadas como si fuera un juego infantil.

Para darle un toque de humanidad hizo posar a una modelo en el bloque central, donde convergen todas las miradas.

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Foto: Aye Chan Tun – Agora

Aye Chan Tun, de Myanmar, llegó a la final con una inquietante imagen del templo de Pahtotharmyar, en la ciudad de Bagan.

Se trata de un monje que contempla una gigantesca estatua de Buda, pero lo impactante es que un rayo de sol se filtra entre las paredes e ilumina el corazón de la divinidad, un instante que dura pocos minutos en el día, revela el fotógrafo.

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