Las fotografías que capturan la elegancia del cosmos

No solo se trata de fotografiar cielos de noche: en este concurso se premia la originalidad y belleza de las imágenes

La Vía Láctea en un lago glaciar de Canadá. Foto: Carl James

Basta viajar un par de kilómetros fuera de las ciudades, en zonas alejadas de cualquier punto de iluminación artificial, para sentir cómo la inmensidad del cosmos abraza con miles, millones de estrellas que se despliegan sobre el firmamento.

En los cielos de la noche hay poesía, y es la que se puede ver en el concurso fotográfico organizado por International Dark-Sky.

Volver a contemplar el firmamento

Esta asociación sin fines de lucro se dedica a erradicar la contaminación lumínica, que frena la contemplación de los astros en entornos urbanos. Junto con otras entidades como la Fundación Starlight premian a los sitios que, además de su privilegiada posición, cuidan el entorno para ofrecer los mejores miradores en donde contemplar el cosmos.

Una de las formas de divulgar la importancia de subir la mirada hacia los astros es por medio de la fotografía.

Pero no se trata solo de colocar el trípode y disparar. Con un buen equipo eso lo puede hacer cualquier persona.

El concurso organizado por International Dark-Sky busca divulgar la importancia de frenar la contaminación lumínica

El primer concurso que organiza International Dark-Sky eligió a fotografías en donde la composición y la estética son los valores más importantes, imágenes de impactante belleza, sin duda, pero que también inviten a reflexionar sobre lo pequeño que puede ser el planeta y la humanidad frente al universo.

Atrapa las estrellas

El primer premio fue para Atrapa estrellas, de Mihail Minkov. En la costa búlgara del Mar Negro retrató a su hija con una red para atrapar mariposas, con una ristra de luces en el fondo, y dispuesta a capturar la Luna.

Foto: Mihail Minkov – International Dark-Sky

“Mi hija de cuatro años está enamorada del cielo nocturno. Está fascinada con los planetas, las estrellas y la Vía Láctea, y siempre me acompaña cuando hago fotografías. Por ello decidí que ella sea parte de la imagen y que sienta la sensación de estar bajo el cielo nocturno”, describe el fotógrafo ganador.

El hongo luminoso

El segundo premio fue otorgado a Benjamin Alldridge, con Fantasma galáctico. En los bosques de Tasmania, logró capturar a la Vía Láctea con un hermoso diálogo en la Tierra con un hongo.

Foto: Benjamin Alldridge – International Dark-Sky

Pero no se trata de cualquier fungi: el hongo fantasma (Omphalotus nidiformis) tiene una bioluminiscencia única, y crece junto a árboles en descomposición, aunque muy raramente quedan demasiado expuestos.

La suerte y la tenacidad en la búsqueda de Alldridge lograron que pueda retratar una formación de un verde brillante y en la misma línea en que la Vía Láctea se presenta como un portal gigante.

Duelo en el salar

Otra vez la Vía Láctea es protagonista, y en esta oportunidad para la imagen que ganó el tercer premio: Duelo de astrofotógrafos.

Foto: Attila Munzlinger – International Dark-Sky

Attila Munzlinger viajó hasta el Salar de Uyuni, en Bolivia, la formación salina más grande del mundo.

La altura y la ausencia de contaminación lumínica convierten a este paraje en un escenario privilegiado para fotografiar los cielos.

El Salar de Uyuni, en Bolivia, es un escenario privilegiado para realizar fotografías de estrellas

Era una noche fría, describe Munzlinger, y allí solo estaban ella y un amigo, quienes quedaron retratados mientras las estrellas se reflejan en la sal como si fueran gotas de lluvia.

La galaxia, siempre protagonista

Otra imagen en que se contempla nuestra galaxia, con sus manchas de gas y polvo, es la realizada por Jean-Francois Graffand.

Foto: Jean-François Graffand – International Dark-Sky

En un pequeño arroyo en la Reserva Internacional del Cielo Estrellado Pic du Midi, en la cara francesa de los Pirineos, esta formación estelar se eleva entre las siluetas negras de las montañas y las rocas, con el agua como un velo fantasmagórico.

La Vía Láctea asoma en el Valle de la Muerte, en California, mientras que en el otro extremo del horizonte el sol recién termina de ocultarse. Es la imagen que premió a Chris Olivas

Este podrá ser uno de los lugares más áridos del mundo, pero justo una lluvia había caído en el paraje de Badwater Basi, lo que otorga a la agrietada superficie de una pátina espejada por donde camina una persona.

La tormenta perfecta

Foto: Sebastián Ramírez – International Dark-Sky

Pero no todas las imágenes tienen que recurrir a la Vía Láctea. En la de Sebastián Ramírez, por ejemplo, una furiosa y hermosa tormenta se despliega sobre el pueblo de Dosquebradas, en Colombia.

Foto: Brian McDonald – International Dark-Sky

O la de Brian McDonald, quien con una larga exposición en su cámara capturó los círculos de la trayectoria de las estrellas con el epicentro en el templo de Wat Phu Prao, en Tailandia.

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