Afronautas: cuando Zambia quiso colonizar Marte

Hay lugares que dicen mucho de cómo es una ciudad. Son espacios de difusión cultural que se caracterizan por la especificidad, la excelencia y el grado justo de erudición que les convierte en referencia y les hace particulares, casi únicos. La Fundación Foto Colectania de Barcelona es uno de ellos.

Se trata de una entidad sin ánimo de lucro que tiene como objetivo difundir la fotografía y darla a conocer en el ámbito artístico, social y educativo de nuestro país. Es un lugar desde el que se expone, se publica y se persigue innovar, especialmente en el contexto de la ciudad de Barcelona, produciendo y difundiendo proyectos de artistas catalanes y españoles en todo el mundo.

Además, cuenta con un fondo fotográfico con más de 3.000 obras de 80 autores españoles y portugueses. Sin duda, Colectania es hoy un punto de encuentro para todos aquellos profesionales o aficionados al arte fotográfico y una referencia nacional de lo que es Barcelona para la fotografía y de lo que representa esta para una ciudad que sigue siendo, a pesar de sus extravíos, una referencia cultural en España.

Zambia: a la conquista de Marte

Actualmente y hasta el próximo 28 de febrero se puede ver en su sede del Paseo Picasso una exposición titulada: Basado en historias reales. Colección Foto Colectania. Un centenar de fotografías de grandes autores como Ramon Masats, Chema Madoz, Castro Prieto o Cristina de Middel.

De esta última se exponen unas interesantísimas fotografías de su proyecto Afronautas, que le ha dado notoriedad internacional, basadas en la asombrosa historia según la cual en 1964 Zambia intentó llevar a cabo un inverosímil programa espacial por el que se quería mandar al espacio pequeños animales, concretamente gatos, y también a humanos con el objetivo de colonizar Marte.

La muestra actual Basado en historias reales. Colección Foto Colectania incluye un centenar de fotografías de autores como Cristina García Rodero, Ramon Masats, Chema Madoz, Castro Prieto o Cristina de Middel

El programa impulsado por un profesor de ciencias llamado Edward Makuka Nkoloso no pudo desarrollarse por falta de apoyo institucional. Según he podido saber, se llegó a crear allí en Zambia un campo de entrenamiento para astronautas africanos con pruebas que querían emular a las que se hacen en la NASA para los astronautas norteamericanos, eso sí, sin medios de ningún tipo.

De entre varias pruebas quiero destacar la que se metía a un aspirante a astronauta dentro de un barril, se cerraba por ambas partes y se le hacía rodar monte abajo con la intención de simular la famosa silla giratoria que se usa en las pruebas de la Agencia Espacial Americana.

Aspirantes a astronautas

La historia es, sin lugar a dudas, tan absurda como real. La idea era mandar, además de los gatos, a unas 10 personas de entre las que había un misionero y una joven de 17 años de edad.

El profesor Makuka llegó a fundar La Academia Nacional de Zambia para la Ciencia, Exploración Espacial y Filosofía. Y llegó a pedir a la Unesco un fondo de 700 millones de dólares que, como era de esperar, le fue denegado.

Zambia llegó a crear un campo de entrenamiento para astronautas africanos con pruebas que querían emular a las que se hacen en la NASA. Eso sí, sin medios de ningún tipo

Cuentan que, de todos los aspirantes, solo la niña fue retirada del proyecto por sus padres después de quedar embarazada, siendo sustituida por un gato más. Al leer esta noticia me acordé de inmediato de una película española del año 1970, titulada El Astronauta, dirigida por Javier Aguirre y protagonizada por Toni Leblanc.

En ella un grupo de paletos de un pueblo llamado Minglanillas deciden poner manos a la obra y mandar un cohete español a la Luna. Lo que sigue, mejor véanlo ustedes en la película.

‘Afronautas’

Cristina de Middel, inspirada por este despropósito zambiano, escenificó la alocada aventura africana a través de un imaginativo trabajo reflejado en un fotolibro llamado Afronautas, a partir del cual su proyección internacional se propulsó, viene a cuento decir, como un cohete.

En 2017 recibió el Premio Nacional de Fotografía y se la admitió como miembro de la prestigiosa agencia Magnum, de la que únicamente pertenece otra estrella de la fotografía nacional, Cristina García Rodero.

Afronautas juega con la ficción y la realidad al mismo tiempo, y nos transmite, sin decirlo, un tierno punto de vista, el de la ingenuidad de unas personas del tercer mundo que, a pesar de la escasez de recursos y de conocimientos, llegaron a convencerse que podrían llevar a un puñado de compatriotas a Marte y entrar, de paso, en la carrera espacial mantenida entre Estados Unidos y la Unión Soviética.  

En la exposición que actualmente se  exhibe en Foto Colectania se puede ver una pequeña muestra de este fotolibro junto algunos documentos del proyecto truncado del profesor Makuka. No se la pierdan. Vale la pena.

Foto de portada: Bambuit, 2011. Foto: ©Cristina De Middel / Magnum Photos/Contacto.