El mito de las odaliscas revive en la Alhambra

Qué mejor entorno que la Alhambra para descubrir los misterios de las odaliscas y el arte, en una muestra donde el concepto de desnudo femenino evoluciona de la mano de Picasso, Mattisse, Delacroix e Ingres

Qué mejor entorno que la Alhambra para descubrir los misterios de las odaliscas y el arte, en una muestra donde el concepto de desnudo femenino evoluciona de la mano de estos artistas y otros como Delacroix, Ingres y Constant

Entre el exotismo y el mito, en una delgada línea entre la fascinación por lo femenino y la misoginia, las odaliscas atraparon la imaginación de grandes artistas de fines del siglo XIX y la primera mitad del XX, como Matisse, Picasso, Delacroix o Chasseriau.

La pintura francesa fue la que más trabajó la figura de estas mujeres encerradas en los harenes, pero que en algunos casos (si tenían el favor del sultán de turno) podían llegar a ser la primera dama en el Imperio Otomano.

La sultana y las esclavas volviendo del baño, de Domenico Morelli. Collezione Fondazione Internazionale Balzan

Bajo la belleza de la Alhambra

La exposición Odaliscas. De Ingres a Picasso se presenta en un marco incomparable como es el Palacio de Carlos V en la Alhambra, en una muestra que sirve para relanzar a este conjunto palaciego del reino musulmán de Granada al circuito internacional.

Las 48 obras sirven para analizar cómo la sociedad occidental miraba a las odaliscas y en paralelo, conocer la evolución del desnudo femenino en el arte

Las 48 piezas expuestas provienen de algunos de los museos más importantes del mundo, como el de Louvre, el de Orsay, el Centro Pompidou o el Picasso de París.

Mora saliendo del baño en el serallo, de Théodore Chasseriau. Museo de Bellas Artes de Estrasburgo

Los cuadros son acompañados por una colección de objetos del Museo de la Alhambra que formaban parte del mobiliario de diferentes harenes del mundo oriental, junto con fotografías y un audiovisual sobre las odaliscas -tanto las soñadas como las reales- en la danza y el cine.

Entre el mito y la realidad

La muestra sirve para diferenciar entre la realidad de las odaliscas, que a pesar del glamour artístico no dejaban de ser esclavas sexuales, y “la ensoñación creada por los artistas en su construcción de la modernidad”, indica el Patronato de la Alhambra y Generalife.

Las diferentes representaciones de las odaliscas son el hilo conductor para conocer cómo fue cambiando la estética del arte en un siglo y medio, sobre todo del desnudo femenino.

Interior árabe, de Émile Bernard. Foto Emile Bernard, Georges Rouault, VEGAP, Granada, 2020

Un viaje por el arte

La exposición se divide en tres salas. La primera presenta 18 dibujos de Jean-Auguste-Dominique Ingres junto con la pintura Petit Harem del Louvre, que son un claro ejemplo cómo este artista neoclásico y romántico generó un modelo plástico sobre la odalisca que sirvió de modelo para representar el cuerpo de la mujer.

El arte de Ingres sobre las odaliscas sentó un modelo para concebir al desnudo femenino

La sala central, con piezas de Jean-Joseph Benjamin Constant, Jean-Léon Gérôme y Adolf Seel, se centran en la ensoñación de Europa por el mundo oriental, donde se generaron fantasías, tópicos y conceptos misóginos sobre los harenes.

Ya en el tercer espacio se aborda las relecturas que Henri Matisse y Picasso realizaron de los modelos de las mujeres en general y las odaliscas en particular que habían inspirado a Ingres y Delacroix.

Mujer con pandereta, de Picasso. Sucesión Pablo Picasso, VEGAP, Madrid, 2020

Allí se puede ver una impactante odalisca de Matisse, junto con obras del pintor malagueño como La femme autambourin y Femme couché, que bajo su trazo deforma la imagen clásica del baño turco.

a.
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