El Thyssen invita a bucear entre corales de madera

Una muestra de la artista suiza Claudia Comte, entre esculturas y animaciones digitales, alertan del peligro de extinción de los arrecifes de coral

Si los corales son las selvas de los océanos, nada mejor que representarlos en esculturas de madera para que la gente pueda aprender sobre su importancia en la vida del planeta.

Bajo esta consigna el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza presenta la exposición After Nature, donde la artista suiza Claudia Comte alerta de la fragilidad de los ecosistemas marinos con esculturas reales y obras de arte digitales.

En la muestra se combina arte tradicional y digital. Foto Stefan Altenburger | TBA 21

Corales en madera

La muestra, que se puede ver desde el 11 de mayo hasta el 22 de agosto, “habla de las extraordinarias formas de vida que son los corales. Comte ha creado una obra inspirada en estas criaturas extremadamente complejas dándole la forma orgánica e inconfundible de los corales”, explica Chus Martínez, comisaria de la exposición y compañera de buceo de la artista.

La artista y la comisaria de la exposición buceaban en Jamaica y luego esculpían en madera corales similares a los que descubrían

“Solíamos comenzar el día buceando (en Jamaica), luego creábamos dibujos y formas en tres dimensiones inspirados en las formas que habíamos visto en el fondo del mar y las tallábamos en madera”, recuerda hoy la artista.

Las esculturas permiten ver la diversidad de formas de los corales. Foto Stefan Altenburger | TBA 21

Arte en los bosques de Jamaica

Los corales de madera fueron esculpidos con motosierra en troncos de árboles caídos en los bosques de Jamaica, donde Comte había hecho una residencia en la Alligator Head Foundation auspiciada por la fundación Thyssen-Bornemisza Art Contemporary (TBA21)

Las piezas fueron pulidas por carpinteros locales, como una forma de integrar a la comunidad autóctona en la creación de las obras de arte.

“La exposición no intenta emular el fondo marino, pero sí acercarnos a él”, precisan en el museo.

Claudia Comte trabajando con la madera en Jamaica. Retts Wood | TBA 21

Los dos mundos de la muestra

Comte ha creado una atmósfera de formas e imágenes desde la que los visitantes puedan saber qué es un coral, conocer si los ojos pueden captar las múltiples señales de luz que emiten los animales del fondo marino, y aprender sobre las terribles consecuencias para la vida que pueden tener su desaparición.

La muestra se divide en dos mundos, uno vinculado con la luz y el otro con la oscuridad

La muestra se divide en dos partes, o “mundos” como prefieren presentarlos. El primero se centra en la luz de los arrecifes de coral, con las piezas talladas en madera, que permiten ver en detalle la belleza de sus formas.

La segunda sección deriva a la oscuridad del fondo marino, un ambiente que está lleno de vida, con especies que se comunican por señales de luz que emanan de sus cuerpos.

Santuario de peces de East Portland, Alligator Head Foundation, Jamaica. Foto F-Stop Movies

Para enseñarlo Comte ha creado una animación digital, en la que una nueva familia de corales “se forman y vuelven a formar, ofreciendo una nueva imagen de su morfología”, explica Martínez.

Un gran mural en las paredes unifica esos dos mundos, como el agua en el mar. Ondas que asemejan olas, pero también las frecuencias de los vientos y las corrientes marinas, recorren todo el perímetro de la exposición.

La importancia de los arrecifes

Los arrecifes de coral son clave para la vida submarina porque generan oxígeno y sus presencia fomenta la biodiversidad.

Pero el aumento de temperaturas por el cambio climático está secando sus poblaciones a velocidades alarmantes.

“Los corales han sobrevivido a cinco extinciones pero es probable que no superen la que está por llegar” dice Francesca Thyssen, hija del barón y miembro del patronato del museo.

a.
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