El primer museo virtual de España está en Galicia

El MUV, auspiciado por la Fundación María José Jove, se erige desde Galicia como un espacio de exposiciones y promoción del arte en un entorno virtual

En Galicia, frente al Atlántico, una moderna estructura de 3.000 metros cuadrados construida en hormigón en un discreto estilo brutalista acoge varias muestras de arte contemporáneo.

Estamos hablando del MUV, que no es un museo cualquiera, porque tanto esas paredes grises, ese paisaje de formas afiladas a pasos del mar, y muchas de las obras expuestas no existen, o al menos no en el sentido táctil del término. Porque es el primer museo 100% virtual de España.

Una nueva plataforma para el arte contemporáneo

El MUV, impulsado por la Fundación María José Jove, abrió sus puertas esta semana como una plataforma para promover la creación artística digital y dar alas a los artistas emergentes que recurren a las nuevas tecnologías para la creatividad.

El nuevo museo cuenta con 3.000 m2 para exposiciones, pero en realidad todo es una construcción virtual

No se trata solo de exponer fotografías, pinturas realizadas con ordenador o esculturas virtuales, sino también de crear un punto de intercambios entre artistas, curadores, investigadores y aficionados al arte.

La idea, a grandes rasgos, es “facilitar la conexión entre personas de diferentes lugares, ámbitos y disciplinas”, precisan en la fundación.

Recreación del museo virtual de Galicia. Foto MUV

Apoyo al entorno local y la sostenibilidad

Los cinco grandes ejes de los proyectos que apoya este museo giran en torno al medioambiente, la sostenibilidad, la arquitectura, el paisaje, el patrimonio y el mundo rural de Galicia.

Se trata de una propuesta “flexible, nómada y totalmente accesible”, que se puede recorrer desde la página web o, si se quiere tener un realismo mayor, descargando una app en el móvil y visualizando con gafas de realidad virtual.

Colección de la Fundación María José Jove

Saltos virtuales

El diseño del museo estuvo a cargo del estudio de arquitectura Creus e Carrasco, y permite que el visitante acceda desde el vestíbulo y pueda teletransportarse a cualquiera de las estancias.

Aunque la génesis del MUV es anterior a la irrupción de la pandemia, su presencia cobra más sentido que nunca estos tiempos.

“Galicia tiene un potencial enorme y esta es una forma de llegar a todo el mundo”, explica la directora de la colección de arte de la Fundación Jove, Susana González, a Efe.

El lado presencial

En rigor, no todas las obras son virtuales, sino que muchas son digitalizaciones de la colección de la entidad, que tiene una sede propia en A Coruña y con otro ámbito de exposiciones en el espacio Normal, en la universidad de esa ciudad gallega.

Obra de Katrin Niedermeier. Foto MUV

Esa fundación cuenta con un patrimonio de 600 obras, que en un principio eran exclusivas de artistas gallegos, y que luego se fue ampliando a más talentos de España y otros lugares del mundo.

Las primeras exposiciones

En su apertura, el MUV presenta tres muestras. Una es Camiño Negro, del fotógrafo Damián Uceida, que a través de unas 50 fotografías refleja el sórdido recorrido de 6,5 kilómetros entre el puerto coruñés y la refinería situada entre los valles de Bens y Nostián.

Las fotografías de Uceida radiografían el sórdido paisaje urbano que hay entre el puerto de A Coruña y la refinería situada entre los valles de Bens y Nostián

Una de las imágenes de Camiño Negro. Foto Damián Ucieda

Es un paisaje de polígonos industriales, espacios desolados, coches abandonados, vías de tráfico congestionado y retazos rurales que Uceida transitó una y otra ves durante dos años.

Estas imágenes se pueden ver estáticamente como una fotografía cualquiera (como las que se exponen en la sala Normal) o ser testigos de su movimiento a través de una instalación de 30 pantallas.

Líneas rectas y arquitectura brutalista para el nuevo museo virtual. Foto MUV

Otra muestra es la Ribeira Sacra-Morfología del Paisaje, de Irene Kopelman; donde analiza el entorno de esta región gallega, desde su geología a su orografía.

En tanto Katrin Niedermeier, con el apoyo de la fundación, realizará un proyecto sobre los bailes tradicionales gallegos, donde investiga a través de imágenes renderizadas y grabaciones sonoras experimentales.

a.
Ahora en portada