El muro que separa arte y ciencia, a examen en un curso del Reina Sofía

Ingeniero o artista, matemático o profesor, arquitectos o periodista… ¿Por qué hacemos escoger a niños de apenas 14 o 15 años entre la vía de las ciencias o la de las letras y el arte? El físico y novelista británico Charles Perci Snow ya se refirió al mundo que levantó la modernidad y que separó la ciencia de las letras como el fenómeno de ‘las dos culturas’. Sin embargo, ¿tiene sentido esta dicotomía? El curso Conversaciones con alienígenas. Diálogos entre ciencia y arte contemporáneo que organiza la fundación Amigos del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía lo cuestiona.

En la mayor parte de sociedades contemporáneas, aún encerradas en un proyecto educativo surgido del Romanticismo, se espera que los ciudadanos sigan decidiendo si su educación se orientará hacia las ciencias sociales y las artes o bien estará junto a la racionalidad científica de los matemáticos e ingenieros.

Es decir, se nos enfrenta al dilema de elegir entre arte o ciencia como si de dos mundos diferentes se tratase. Algo así como dos mundos excluyentes, poblados por razas alienígenas, donde la comunicación entre especies es imposible.

Conversaciones con alienígenas

Muchas voces cuestionan ya lo artificial de este muro invisible que separa el arte de la ciencia y muchos otros habitan ambos territorios sin contradicción alguna. Precisamente sobre las experiencias de aquellos que traducen y articulan un lenguaje común entre ambos mundos se articula este curso, presencial y online, que ya se está celebrando y que extenderá sus sesiones hasta el próximo 11 de mayo.

Dirigido por Alberto Murcia, profesor en ESIC y UC3M e investigador del videojuego como forma artística, está organizado en cuatro sesiones en las que se analizará cómo ciencia y arte han caminado juntos en numerosas ocasiones.

Con casos sobre cómo el arte ha sido incluso el rompehielos que encabezó la expedición de un descubrimiento, o cómo la ciencia se ha convertido en arte, el asistente a este curso se podrá convencer de esta falsa división y cómo ésta ha traído demasiados malos entendidos.

De ciborgs y fronteras

Tras la primera de las sesiones, dedicada al encuentro entre la robótica y la estética y conducida por el artista e investigador Ricardo Iglesias, la próxima cita será el próximo martes, 27 de abril, con la charla Hibridaciones y diálogos entre especies. Personas entre otros seres de la frontera.

Con formato de mesa redonda a cargo de Fernando Broncano, catedrático de Lógica y Filosofía de la Ciencia UC3M, Hamilton Mestizo, artista y gestor cultural, y el artista e investigador Gilberto Esparza, se abordará cómo la ciencia y el arte de vanguardia entran en los territorios de la traducción y el diálogo entre especies.

El curso «Conversaciones con alienígenas: diálogos entre ciencia y arte contemporáneo» propone averiguar lo engañoso que es este muro invisible que separa el arte y la ciencia

Por un lado, nosotros como criaturas-ciborg en la frontera difusa de nuestra piel y las tecnologías que nos pueblan; por otro, el diálogo entre plantas y humanos. Y, además, los organismos artificiales surgidos de los despojos que deja nuestra sociedad de consumo.

El martes 4 de mayo será el turno de Frontera sin pasaporte: relaciones entre arte y ciencia, otra mesa redonda, en este caso a cargo de Eurídice Cabañes, filósofa de la Ciencia y la Tecnología, Mónica Bello, de Arts at CERN (Centro Europeo para la Investigación Nuclear) y Andy Gracie, artista digital.

En la cita se abordará ese territorio de la frontera imaginada en la que los pasaportes no tienen valor pues la línea que divide la ciencia del arte quedó borrada hace muchos años, con ejemplos sobre cómo la búsqueda del conocimiento está presente en la tecnología y el trabajo que artistas, científicos e ingenieros producen de manera conjunta.

La fotosensibilidad del suelo

La última sesión, el 11 de mayo, abordará, de la mano del artista e investigador Abelardo Gil-Fourier, cómo la superficie fotosensible de la fotografía ha acercado el ámbito de la creación de imágenes a la capacidad vegetal de generar formas a partir de la luz.

«Proponemos vías para viajar a través de esas intersecciones entre disciplinas artificialmente separadas, pero que tanto nos pueden ayudar a entender mejor el mundo en que vivimos»

Fundación Amigos Museo Reina Sofía

Esta relación entre plantas e imágenes, sostiene Gil-Fourier, ha dado lugar desde el siglo XIX a una cultura visual que ha desbordado el papel y la pantalla para transformar en su lugar cultivos, ecosistemas y territorios.

Abierto a todos los interesados, sean o no Amigos del museo, el curso se celebra en el espacio Auditorio 200 del museo y tiene un precio de 85 euros (Amigos del museo) o 120 euros (público general).

Este curso forma parte del Ciclo Arte y tecnología, que incluye Prehistorias del arte electrónico y Habitar los márgenes. Intersecciones arte, ciencia y tecnología. En caso de optar por los tres, el precio para Amigos es de 190 € y, para público general, de 300 €.