Egipto lleva los tesoros de los faraones a recorrer el mundo

La muestra ‘Ramsés y el oro de los faraones’ llevará objetos históricos de incalculable valor en un gira por EEUU y Europa que arrancará el próximo mes de noviembre

Máscara de Tutankhamon. Foto: Getty Images.

Oculto en un sarcófago de madera, en la cámara del Tesoro de la tumba de Tutankhamón, había un segundo sarcófago revestido con una fina lámina de oro. Solo la cantidad del metal valdría hoy más de 4 millones de euros. Sin embargo, el oro para los antiguos egipcios no tenía (solo) valor material, sino también un carácter religioso y mágico.

Inalterable, permanente, su refulgente brillo evocaba el sol en su cénit o, lo que es lo mismo, el resplandor del dios Ra, padre de los faraones en el Antiguo Egipto.

El oro era, además, la materia de la que estaban hechos dioses y reyes y, como se afirma en el Libro de los Muertos, de oro era su carne, mientras sus huesos eran de plata y sus cabellos de lapislázuli. Los tres elementos se repiten en joyas y objetos de los ajuares funerarios, especialmente hacia la época del Imperio Medio, a finales del tercer milenio a.C., cuando la orfebrería alcanzó su momento de máximo esplendor y perfección.  

Los tesoros salen de Egipto

Precisamente esta relación de los antiguos egipcios con el oro -que no era inherente solo a los faraones- centrará una extraordinaria exposición que llevará algunas espectaculares piezas de los museos del país hasta a cinco ciudades de Europa y los EE UU a partir del próximo mes de noviembre.

Reproducción del sarcófago de Tutankhamon.

Así, mientras las restricciones a los viajes y los retrasos en la inauguración del futuro Museo Egipcio de El Cairo, uno de los más esperados de los últimos años, nos permiten admirar los tesoros de los faraones in situ, la muestra ‘Ramses y el oro de los faraones’, que cuenta con la aprobación del Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto, los acercará al mundo.

Según se ha desvelado, la exposición comenzará en el Museo de Ciencias Naturales de Houston, a donde llegará el mes de noviembre de este mismo año.

Ya que los turistas no pueden llegar a Egipto, el Ministerio de Antigüedades ha autorizado que algunos de los más valiosos objetos salgan del país

De allí viajará al oeste, a De Young Museum en San Francisco, y después a The Saunders Castle en Park Plaza en Boston.

El espectáculo cruzará luego el Atlántico para instalarse en Londres y después París, donde presumiblemente se expondrá en la Grande Halle de La Villette.

En cada uno de los destinos se podrá ver durante unos seis meses, si bien aún no se conocen las fechas exactas o el precio de las entradas de esta -esperemos que- emocionante exhibición.

El oro de los faraones

‘Ramsés y el oro de los faraones’ expondrá objetos con más de 3.000 años de antigüedad entre los que se cuentan collares, monedas o máscaras funerarias.

Collar de Psusenes I. Foto: Getty Images.

Una exposición similar organizada en el centro cultural Völklinger Ironworks, en la ciudad alemana de Völklingen, reunió en 2019 un total de 170 piezas, incluida una estatua de oro macizo del faraón Kefrén, el cuarto de la IV dinastía, que entre el 2547 y el 2521 a. C. o un anillo de la dinastía XVIII (1350-1333 a. C.) con una inscripción de la imagen de la reina Nefertiti.

Inalterable, permanente, el refulgente brillo del oro evocaba para los egipcios el sol en su cénit o, lo que es lo mismo, el resplandor del dios Ra, considerado padre de los faraones

Con el nombre de Tutankhamón: la tumba y sus tesorosotra gran exposición recorrió ciudades como Zúrich, Múnich, Budapest, Dublín, Bruselas, Seúl y Madrid cosechando más de 6,5 millones de visitantes atraídos por las alrededor de 1.000 piezas (en este caso reproducciones) de objetos que componen el tesoro del conocido como ‘faraón niño’, incluidas las reproducciones de las tres cámaras funerarias tal y como fueron encontradas por Howard Carter el 14 de noviembre de 1922.

Este lugar fue descubierto libre de saqueo, lo que permitió examinar minuciosamente los objetos enterrados junto a la momia del faraón, que murió con apenas 20 años. “Veo cosas maravillosas” y “el centelleo de oro por doquier” cuentan que pronunció Carter ante el descubrimiento de la tumba en un trabajo que documentó minuciosamente a través de miles de notas y fotografías.

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