Sí, Edvard Munch dejó un mensaje oculto en El Grito

Gracias al uso de rayos infrarrojos el Museo Nacional de Noruega confirma que debajo de la famosa pintura el artista escribió un mensaje que relaciona a su obra con la locura

Análisis del cuadro El Grito. Foto Nasjonalmuseet

Análisis del cuadro El Grito. Foto Nasjonalmuseet

Hace más de 120 años, alguien tomó un lápiz y escribió, entre las nubes rojas de El Grito, que ese cuadro “solo pudo haber sido hecho por un loco”.

Durante décadas los expertos estaban desconcertados ante esta inscripción casi invisible al ojo humano, y se pensaba que había sido realizada por un visitante enojado en alguna galería de arte de Oslo.

Pero no: había sido Edvard Munch, el mismo autor de la obra, considerada una de las joyas del arte contemporáneo.

Enigma resuelto

Gracias al uso de cámaras infrarrojas y microscopios el Museo Nacional de Noruega desveló el enigma, al comparar la caligrafía del mensaje escrito en noruego con las cartas del artista.

La obra que se encuentra en la capital de Noruega, y que será una de las protagonistas de la nueva sede del museo que se inaugurará en 2022, es una de las cuatro versiones que realizó Munch.

‘El Grito’, la obra más famosa de Munch. Foto Nasjonalmuseet

Gracias al uso de cámaras infrarrojas y microscopios los expertos del Museo Nacional de Noruega revelaron que el mensaje oculto había sido escrito por Munch

Aprovechando los cierres por la pandemia y la mudanza al futuro edificio los curadores y técnicos del Museo Nacional analizaron a fondo el cuadro.

El silencio de Munch

La leyenda había sido descubierta en 1904, once años después de que Munch pintara esa primera versión del joven gritando en la costa de Oslo (o eso se supone).

Pero el artista, que vivió hasta 1944, nunca dijo nada sobre ella, como si ignorara su presencia. O se hubiera olvidado.

El análisis con microscopio reveló que la inscripción se hizo posteriormente a la realización del cuadro, y gracias a las nuevas tecnologías se pudo fotografiar y analizar con detalle.

No es el único secreto de El Grito: la parte trasera del lienzo tiene un esbozo de la obra, que por lo visto, no agradó a Munch y volvió a empezar del otro lado.

El texto está oculto en la pintura. Foto Nasjonalmuseet

El origen del misterio

Hilando entre los recuerdos de Munch los investigadores creen haber dado con la razón del auto-vandalismo en la obra.

La polémica sobre la obra y las acusaciones de inestabilidad mental impulsaron a Munch a escribir el misterioso mensaje

El Grito se exhibió en galerías de Europa durante dos años hasta regresar a Kristiania (actual Oslo) en 1895, donde fue recibido entre la sorpresa y el desprecio.

El director del museo noruego de artes decorativas, Henrik Grosch, dijo con desdén que “no se podía considerar a Munch como una persona con un cerebro normal.”

Más o menos es lo mismo que opinaron el poeta Sigbjørn Obstfelder y Johan Scharffenberg en la presentación realizada en la Sociedad de Estudiantes de la capital noruega.

La inscripción de Munch, al detalle. Foto Nasjonalmuseet

Entre el temor y la ironía

Según la curadora del Museo Nacional Mai Britt “la teoría es que Munch escribió ese mensaje en su cuadro durante o después de 1895. Es razonable suponer que lo hizo poco después de la exposición en Kristiania”.

Munch estaba preocupado porque en su familia había antecedentes de enfermedades mentales como la depresión, y el artista tuvo que ser internado por una crisis nerviosa en 1908.

La resolución del enigma, como suele suceder, abre la puerta a nuevos interrogantes: ¿Munch escribió ese mensaje como una ironía, para enfrentar a las críticas; o estaba renegando de su cuadro, y creía haberse convertido en la misma alma desesperada que muestra su famosa obra?

Quizás nunca lo sabremos.

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