Colección Pinault: la nueva meca del arte de París abre (por fin) sus puertas

La antigua Bolsa de Comercio aloja la valiosa colección de arte de François Pinault que podrá visitarse desde el próximo 22 de mayo

La Bolsa de Comercio, en Francia. Foto: Christophe Petit Tesson | EFE | EPA.

Con más de 10.000 obras de alrededor de 350 artistas, la Colección Pinault es una de las más importantes del mundo de arte contemporáneo. Abierta a todo tipo de manifestación artística -pintura, escultura, fotografía, instalación, video, obra sonora o performance- expone sus tesoros con el Palazzo Grassi y la Punta della Dogana, en Venecia.

Sin embargo, François Pinault, con una de las mayores fortunas de Francia, quería su propio museo en París. Y, por fin, lo tiene: el 22 de mayo abre sus puertas, un año más tarde de lo previsto, la Bolsa de Comercio, el nuevo hogar de la Colección Pinault en la capital francesa.

50 años de coleccionismo

Propietario del conglomerado de marcas de lujo Kering –que integra firmas como Saint Laurent, Gucci, Bottega Veneta o Balenciaga, pero también Fnac o Puma-, Pinault ha formado su colección a lo largo de 50 años. A principios de este siglo quiso mostrarla en París pero finalmente el proyecto se frustró y comenzó a exponerse en el palacio veneciano de la Punta della Dogana, junto a la Basílica de Santa Maria della Salute.

Con la Bolsa de Comercio, Pinault planta cara a la Fundación LVMH, del también empresario multimillonario Bernard Arnault, diseñada por el astro de la arquitectura Frank Gehry

Su nueva casa en París es un magnífico edificio con cinco siglos de historia y varias proezas arquitectónicas. En el corazón de la ciudad, entre el Museo del Louvre y el Centro Pompidou, fue edificado inicialmente como palacio por Catalina de Medicis en 1578. Apenas una columna queda de ese primer edificio, destruido y convertido en un silo de grano en 1767.

En obras desde 2017, el museo de debería haber inaugurado el pasado mes de junio. Foto: Christophe Petit Tesson | EFE | EPA.

Bolsa de Comercio

En 1811 resurge de nuevo, ahora con una fantástica estructura circular y enmarcado en la arquitectura utópica de finales del siglo XVIII. Un año más tarde se culmina su espléndida cúpula de hierro, la primera en el mundo de su tamaño y que le valió el calificativo de ‘revolucionaria’.

Destruido por un incendio en 1854 y reconstruido en 1889 por el arquitecto Henri Blondel, el edificio pasó a albergar la Bolsa de Comercio y es posiblemente junto a la Torre Eiffel uno de los símbolos de París (de hecho, está catalogada como monumento histórico desde 1986).

La colección Pinault aporta un punto de vista personal y específico sobre la creación contemporánea. Está anclada en el presente y en las problemáticas de nuestra sociedad: políticas, de identidad de género”

Martin Bethenod

Para su transformación en museo, Pinault confió en el arquitecto japonés Tadao Ando, el mismo que había adecuado las instalaciones venecianas para albergar su Colección, en lo que es su obra más importante en Francia.

Fotos de Cindy Sherman en la Bolsa de Comercio. Foto: Christophe Petit Tesson | EFE | EPA.

Con el objetivo de hacer fluir el diálogo entre arquitectura y contexto, entre patrimonio y creación contemporánea, entre pasado y presente, Ando optó por inscribir un círculo en un círculo. Así, diseñó un cilindro de hormigón claro, elegante y radical, que conecta todos los espacios de exposiciones, reorganiza la circulación de los visitantes, diseña un espacio de exposición central y, desde sus galerías y su patio, crea una multitud de nuevos puntos de vista sobre un monumento por descubrir o redescubrir.

Bastión de creación contemporánea

Además, ha mantenido el carácter industrial el edificio, que aprovecha para jugar con el nacimiento de la globalización y del capitalismo para dialogar con las obras, todas ellas contemporáneas y de un marcado discurso político.

Según Martin Bethenod, el director general del centro que abrirá este sábado sus puertas, “La colección Pinault aporta un punto de vista personal y específico sobre la creación contemporánea. Está anclada en el presente y en las problemáticas de nuestra sociedad: políticas, de identidad de género”.

Una apertura muy esperada y que debía de haberse dado el pasado mes de junio. La pandemia, sin embargo, obligó primero su atraso a enero y, después, a esta nueva fecha, fijada hace tan solo unas semanas cuando se anunció la desescalada que permite abrir a los museos franceses tras siete meses cerrados.

Escultura bajo la cúpula ‘Untitled, 2011, The Abduction of the Sabine Women’ de Urs Fischer. Foto: Christophe Petit Tesson | EFE | EPA.

Con un total de 10.000 m2 de exposición, las obras irán cambiando cada pocos meses. Entre los primeros expuestos, la artista más joven tiene apenas 26 años, la californiana Ser Serpas, que expone una obra pictórica de trazos difusos sobre la transformación de un cuerpo masculino a femenino. Tan solo dos de los artistas expuestos han fallecido: el pintor alemán Martin Kippenberger, y el fotógrafo y plasticista francés Michel Journiac.

En los márgenes de la sociedad

En la Colección Pinault abundan los artistas que se salen de los cánones más habituales; muchos son de origen africano o asiático, la mayoría desconocidos o poco expuestos en Europa y se caracterizan por lanzar una crítica desde los márgenes de la sociedad.

Entre ellos encontramos nombres como Xinyi Cheng, Marlene Dumas, Anonio Obá, Kerry James Marshall, Thomas Schütte, Tatiana Trouvé o Lynette Yiadom-Boakye.

Escultura de Thomas Schutte, Bolsa del Comercio. Foto: Christophe Petit Tesson | EFE | EPA.

Además, y aunque abierto a todos los formatos, en el contexto actual de inmediatez y creación digital, la Colección Pinault apuesta por obras como esculturas y pinturas, tanto por su carácter subjetivo como, precisamente, por el tiempo que requieren.

En muchas de las obras la figura humana está en el centro de la obra de todos los debates, ya sea una crítica hacia el racismo, el patriarcado o la discriminación sexual.

La propia arquitectura del edificio marca el ritmo de la exposición; por ejemplo, bajo la cúpula central y su restaurado fresco decimonónico, una serie de estatuas de velas monumentales (parecen esculturas pero son de cera) serán encendidas con la primera exposición hasta fundirse seis meses después y ser sustituidas por nuevas velas.

No es lo único que cambiará; también lo hará cada año la muestra artística que se presenta en las 24 vitrinas de madera de la galería principal, que para la apertura muestran esculturas del francés Bertrand Lavier que convierten en arte objetos cotidianos.

‘High Level of Cat’, del artista David Hammons en la Bolsa de Comercio. Foto: Christophe Petit Tesson | EFE | EPA.

Además de un nuevo espacio para el arte en París, la Bourse de Comerce-Pinault Collection planta cara a la Fundación LVMH, del también empresario multimillonario Bernard Arnault, situada a las afueras y diseñada por el astro de la arquitectura Frank Gehry.

a.
Ahora en portada