Cartas para descubrir al Van Gogh más íntimo

Una muestra en Ámsterdam permite conocer la intimidad del genial pintor holandés a través de sus cartas, donde a través de la letra y dibujos expone su alma torturada

Exposicion Van Gogh Foto Olaf Kraak EFE

Exposicion Van Gogh Foto Olaf Kraak EFE

“Está el arte de las líneas y los colores. Pero también está el arte de las palabras, que durará exactamente igual”. La cita no es de un escritor ni un crítico literario sino de uno de los grandes pintores de la historia: Vincent Van Gogh.

Estas línea se pueden ver en la exposición ‘Tu Vincent, con amor, que el Museo Van Gogh de Ámsterdam ofrece desde la semana pasada hasta el 10 de enero, con 40 cartas redactadas por el artista holandés.

Carta con el boceto de 'Los comedores de patatas'. Foto: Museo Van Gogh-Ámsterdam
Carta con el boceto de ‘Los comedores de patatas’. Foto: Museo Van Gogh-Ámsterdam

Un ritmo febril de redacción

El pintor es reconocido por su febril producción con los pinceles y lienzos, pero durante su vida también mantuvo un ritmo similar con la redacción de cartas. Este museo cuenta con un patrimonio de 820 cartas, de las que la gran mayoría (unas 650) fueron dirigidas a su hermano Theo; su mayor confidente y su mecenas artístico.

Si bien las cartas está en excelente estado de conservación, son objetos sumamente frágiles y se dañan fácilmente con la exposición a la luz, por lo que esta muestra pocas veces se podrá volver a repetir.

Vicent explica a su hermano Theo detalles de El sembrador. Foto: Museo Van Gogh-Ámsterdam
Vincent explica a su hermano Theo detalles de ‘El sembrador’. Foto: Museo Van Gogh-Ámsterdam

La personalidad en palabras

En esas hojas pobladas de letra prolija se puede conocer en profundidad la torturada personalidad de Van Gogh, que podía pasar desde un entusiasmo radiante por haber obtenido un nuevo tono a una melancolía que parecía no tener final.

Theo Van Gogh enviaba cada mes una suma de dinero a cambio de que Vincent trabaje en nuevas obras de arte.

El museo de Ámsterdam cuenta con 820 cartas escritas por Vincent Van Gogh. 40 de ellas se presentan en la exposición

Este reportaba sus progresos por medio de dibujos que se incluían junto a los textos, bocetos que en el museo se pueden ver junto al resultado final plasmado en 21 coloridos cuadros.

El museo de Ámsterdam cuenta con más de 800 cartas de Van Gogh. Foto: Museo Van Gogh - Ámsterdam
El museo de Ámsterdam cuenta con más de 800 cartas de Van Gogh. Foto: Museo Van Gogh – Ámsterdam

Entre estos están Los comedores de patatas, El sembrador y El dormitorio de Arlés, que se encuentran entre sus obras más emblemáticas.

“Tengo una idea en mente. Es simplemente un dormitorio. La cama y las sillas de amarillo y la manta de rojo escarlata”, dice el texto que Vincent Van Gogh escribió a su hermano sobre el último de esos cuadros.

Euforia y depresión

Una de las cartas más particulares es la que el pintor escribió con su amigo Paul Gauguin en 1888 mientras vivían en la casa amarilla de Arlés, y en la que describen a una amistad en común, Emile Bernard, su idea de crear una colonia para artistas, y de paso, relatan su paso por los burdeles de la Provenza.

Estas misivas que destilan alegría se contraponen con los sombríos textos como los que el autor de Los girasoles escribió en su paso por el asilo de enfermos mentales.

La muestra estará abierta hasta el 10 de enero Foto Olaf Kraak EFE
La muestra estará abierta hasta el 10 de enero. Foto Olaf Kraak EFE

Las últimas palabras

“Todavía no estoy en el punto en el que debería irme de aquí pronto, aún tendría melancolía por todo. Y es solo en estos últimos días que la repulsión por la vida ha cambiado de manera radical”, dice esa carta.

En la carta que le escribió a su hermano un día antes de morir, Vicent Van Gogh no revelaba su deseo de suicidarse

También se encuentra las palabras que le escribió a Theo un día antes de suicidarse de un disparo en el pecho, el 29 de julio de 1890. Allí le recordaba “me aplico a mis lienzos con toda mi atención”, y si bien su tono era oscuro, no revelaba la trágica decisión que tomaría al día siguiente. Esta carta, inconclusa, nunca llegó a ser enviada.

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