El arte a gran escala invade las calles de Nantes

El 8 de agosto se lanza una nueva edición del festival Voyage à Nantes, donde una docena de artistas presentan obras de gran formato

‘De una manera silenciosa’, una de las obras de arte de gran formato que se podrán ver en el festival Voyage à Nantes

Uno de los rasgos que sorprenden al visitante que llega a Nantes es la gran cantidad de esculturas y obras de arte de gran formato que hay en la ciudad y los alrededores.

Estas creaciones aterrizan cada verano como parte del festival Voyage à Nantes, donde esta ciudad de la Alta Bretaña explota de color, talento y cultura.

Las obras se agrupan en un trazado llamado La línea verde, que recorre el centro histórico de la ciudad, la isla de Nantes (astilleros reconvertidos en espacio de cultura y gastronomía) y las afueras de la ciudad, que sigue por las márgenes del río Loira hasta su desembocadura en el Atlántico.

Esta muestra se inicia el 8 de agosto y estará abierta hasta el 27 de septiembre. Como suele suceder, muchas de las creaciones gigantescas luego formarán parte del paisaje urbano, por ello nos vamos anticipando a alguna de las obras de arte que se presentarán este año en este festival.

Figuras de cómic

En el relajante Jardin des Plantes se montará la muestra Filili Viridi, del artista gráfico Jean Jullien.

Filili Viridi, realización del artista Jean Jullien. Foto: Voyage à Nantes.

Nativo de Nantes, sus esculturas metálicas y coloridas están inspiradas en el universo de la cultura pop, que muestran “un mundo sensible y soñador”, indican en la oficina de turismo de la ciudad.

Nantes cuenta con más de 112 obras de gran formato que han dejado los artistas que han participado cada año de este festival de arte veraniego

En este parque se podrán ver instalaciones monumentales que representan personajes de sus divertidas obras, como un hombre de barriga prominente descansando en un lago u otro con su mano convertida en un útil rastrillo.

La cascada sobre el teatro

El artista parisino Stéphane Thidet presenta la obra Rideau (Telón), una inmensa cascada que cubre la entrada del Teatro Graslin. La idea es jugar con el agua y dar una idea de exploración a través de un obstáculo natural, como esas leyendas que buscan tesoros ocultos en la selva.

Boceto de la cascada proyectada por Stéphane Thidet. Foto: Voyage à Nantes.

Además el objetivo de Thidet es sumergir al visitante en un estado de contemplación ambivalente, a mitad de camino entre el sueño y la quietud.

Arte y reciclaje

En el canal de Saint Félix, uno de los brazos acuáticos que se desprenden del Loira, Vicent Olinet usará su talento para reconvertir materiales olvidados en una obra de arte.

La cama rococó hecha de materiales reciclados. Foto: Voyage à Nantes.

Con el nombre de Pas encore mon histoire (Esta no es mi historia) presentará una cama con dosel, típica de la era renacentista, construida con plásticos y telas recicladas, que flotará entre nenúfares y otras plantas acuáticas.

En la planta baja del Temple du Goût (una antigua mansión del siglo XVIII) transformará el espacio en un hogar con aires decadentes, con candelabros de molduras gruesas, paredes de rebanadas de pan y escobas elaboradas con pelo, como si fuera una escena del rococó que estuvo de moda en Nantes.

La fuente feminista

En la Plaza Real, Elsa Sahal combinará su pasión por la cerámica y su mensaje feminista con un monumento jardinero de tres metros de alto llamado Fuente.

La fuente creada por Elsa Sahal. Foto: Voyage à Nantes.

Se trata de una estructura de gres esmaltado rosa en el corazón de esta plaza, que homenajea a la feminidad en medio de un conjunto escultórico del siglo XIX.

Las botas gigantescas

Cuando alguien llegue al espacio Cantine del Voyage se quedará atónito al ver dos botas de jardinería de tres metros de alto.

Esta es una de las obras que acostumbra a realizar Lilian Bourgeat, que juega con la percepción de los objetos como del espacio en que se encuentran, creando objetos cotidianos que parecen ser propiedad de gigantes.

Cabezas en silencio

En la Isla de Nantes , la nueva meca cultural donde antes se construían y reparaban máquinas y barcos, Nathalie Talec invitará a reflexionar sobre la tecnología y su impacto social.

En los pasillos de la antigua fábrica Alstom, actual Barrio de la creación, se encontrará la obra De una manera silenciosa, donde dos cabezas de adolescentes de más de dos metros de alto están aisladas del mundo con sus auriculares de alta definición y un visor de realidad virtual.

Hasta los tranvías serán vehículos del arte. Foto: Voyage à Nantes.

Creatividad hasta en el transporte

Además de las obras de gran formato, el arte también llega a los medios de transporte público, con 22 artistas que redecorarán los exteriores de los tranvías y autobuses de la ciudad.

Una cascada de agua en la fachada del Teatro Graslin promete ser una de las obras más interesantes del festival de Nantes

También se presentará diversas muestras en museos y centros de cultura, como las esculturas de Vicent Mauger en el Museo de Arte de Nantes, entidad que también auspicia la exposición de la fundación creada por el artista Jean-Jacques Lebel.

Fotografías de Mario del Curto. Foto: Voyage à Nantes.

En el centro Lieu Unique el fotógrafo suizo Mario del Curto presentará 200 imágenes del proyecto Humanidad vegetal, que analiza la relación del ser humano con ese reino de la naturaleza.

Y como siempre, estarán presentes las obras que han legado 112 artistas en diferentes puntos de la ciudad, en un festival que culminará a fines del mes que viene con tres citas clave.

Una será la experiencia gastronómica de las Tables de Nantes (25 de septiembre), la fiesta con autómatas y fuegos artificiales de La noche de Voyage à Nantes (el 26) y la realización del Gran Mercado de la región Pays de la Loire (para el 27).

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