Un edificio que se abre como un libro: así es la nueva Biblioteca Central de Macao

La firma neerlandesa Mecanoo diseña una biblioteca con fachada de cuadrícula que filtra la luz y que se abre como un libro a una plaza pública

Biblioteca Central Macao. Imagen: Mecanoo.

En la plaza Tap Seac de Macao, el Hotel Estoril, inaugurado en 1962, marcó el inicio de una nueva era en la ciudad, entonces colonia portuguesa. Con restaurantes y una piscina municipal, es para muchos el punto de inflexión de la transición de la ciudad, que se convertiría en el casino del mundo con sus enormes complejos dedicados al juego.

Construido por el arquitecto portugués Alfredo Victor Jorge Álvares y con un mosaico del escultor italiano Oseo Acconci, lo más característico del diseño del Estoril era la cuadrícula de su fachada.

Quizás por eso, y tras un debate social sobre la conveniencia o no de derribarlo, la fachada del edificio que lo sustituirá tendrá también forma de cuadrícula, en este caso para dejar pasar la luz a las salas de lectura de la nueva Biblioteca Central de Macao.

Biblioteca Central de Macao

En el centro histórico de la ciudad, declarado Patrimonio Mundial por la Unesco, la fachada no solo hace un guiño a su predecesora, sino también a las estanterías y a los propios libros, puesto que se curva para abrirse a la plaza como si de una página se tratase.

Una piel uniforme envuelve el volumen de la biblioteca y se abre como la página de un libro a la plaza Tap Seac en la que se ubica

Diseñada por el estudio neerlandés Mecanoo Architecten, que ha ganado un concurso público al que también presentaron proyectos los estudios ALA Architects, Herzog & de Meuron y Grafton Architects, contará con 15.000 m2 y ofrecerá “una estructura contemporánea dentro de un contexto tradicional”, según sus responsables.

Biblioteca Central de Macao. Imagen: Mecanoo.

Con el objetivo de adaptarse al dinamismo y al cambio y de tener la capacidad para influir en su entorno, el edificio convertirá la plaza adyacente en una parte integral de la biblioteca, creando un espacio público que animará a los visitantes a utilizar todos los recurso que la instalación puede ofrecer.

El juego comienza por esa fachada, que filtra la luz y genera “un intrigante juego de luces y sombras que proyecta sobre el suelo y las paredes de la biblioteca”.

Ya en el interior, el patrón de la fachada actúa como una extensión de las estanterías, de dentro hacia afuera, desde la base hasta la cubierta, que se extiende como una piel que envuelve el volumen del edificio y se abre hacia la plaza y la entrada principal. “Este gesto de bienvenida es parte esencial de la relación entre biblioteca y plaza”, recalcan desde Mecanoo.

Un viaje de la cultura

El estudio con sede en Delf (Países Bajos), uno de los invitados por la Oficina de Asuntos Culturales del Gobierno de la Región Administrativa Especial de Macao para diseñar la Biblioteca Central, quiso imaginar el lugar como algo más que un destino cultural. Su propuesta de diseño, así, “se basa en la idea de crear un viaje que comienza a nivel de la ciudad en la plaza Tap Seac y continúa a través de una serie de espacios interconectados, lo que lleva a los visitantes hasta las grandes salas de lectura ubicadas en el nivel superior del edificio.

Biblioteca Central Macao. Imagen: Mecanoo.

El mural de estilo futurista diseñado por Acconci que representa a Fortuna, diosa romana del azar -y cuya desaparición originó quejas de numerosos activistas-, se conservará en el nuevo vestíbulo, dando la bienvenida a los visitantes.  

Una vez dentro del edificio, un gran atrio elevado servirá para mostrar las diferentes funciones del edificio -acogerá, además de biblioteca, salas de exposiciones, una cafetería y oficinas-, mientras que los amplios ventanales ocultos tras la celosía de la fachada ofrecerán vistas únicas a los alrededores y a la plaza de Tap Seac.

“Las bibliotecas son dinámicas y cambian continuamente”, apuntan desde Mecanoo. De hecho, las más modernas instalaciones, como Deichman Bjørvika en Oslo y Oodi en Helsinki, son más centros culturales que contenedores de libros, lugares vivos que sirven de encuentro para la comunidad local y animan a la experimentación, no solo a través de la lectura, sino también de la música o el diseño en sentido amplio.

La fachada se inspira en la del viejo Hotel Estoril. Foto: Macau Photo Agency | Unsplash.

También es el objetivo de la Biblioteca Central de Macao, “una plataforma con visión de futuro para influir en su entorno”, según los arquitectos.

Mecanoo, fundada en 1984 por fundada por Francine Houben, Henk Döll, Roelf Steenhuis, Erick van Egeraat y Chris de Weijer, es también partidario de este tipo de edificios, como su ultramoderna Birmingham Library, con un jardín en el séptimo piso, plataformas de observación y espacios para representaciones de teatro y poesía, además de libros.

La compañía cuenta con varias obras en China, como la Biblioteca Pública de Tainan y el llamativo Centro Cultural Longgang en Shenzhen, un enorme complejo de 95.000 m2 cubierto por una piel de aluminio roja que engloba galería de arte, museo de ciencias, librería y espacios polivalentes.

Un gran atrio permitirá orientarse a los visitantes por los diferentes usos y espacios. Imagen: Mecanoo.

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