La increíble librería china que condensa historia y literatura en una espiral gigante

El estudio X-Living está detrás de esta librería en Shenzhen dominada por una escultural escalera de caracol que más que una estantería es una gigantesca instalación de arte

Shenzhen Zhongshuge es el nuevo proyecto de la firma X+Living.

Solemos decir que los libros abren puertas a mundos fantásticos y es totalmente cierto. Pero al igual que la tapa de un volumen, la puerta de una librería puede adentrarte en un espacio tan increíble como el de la nueva sede de la cadena Zhongshuge en la ciudad china de Shenzhen.

La compañía, responsable también de espacios oníricos en Chongqing, Dujiangyan y Pekín que recuerdan las fantasías de M. C. Escher, vuelve a recurrir a la firma de diseño X-Living para jugar aquí con una escultural escalera de caracol (en realidad una enorme estantería) que domina el espacio y que invita a adentrarse en una espiral de historia y literatura.

Inspirada en la historia de Shenzhen

Li Xiang, que cita al escultor Anish Kapoor entre sus principales influencias, es el responsable de este fantástico diseño que destaca por crear una atmósfera casi mística, que alude a las emociones y a la espiritualidad pero que no olvida su función, que no es otra que la de exponer y vender libros.

Shenzhen Zhongshuge. Foto: X+Living.

El cómo lo hace, sin embargo, sitúa sus establecimientos entre las librerías más espectaculares del mundo.

En la ultramoderna Shenzhen, una ciudad ubicada al sureste de China que conecta Hong Kong con el territorio continental y que muchos consideran el ‘Silicon Valley’ de país por ser sede de las tecnológicas Huawei, ZTE, OnePlus o Tencent, se ubican algunos de los proyectos arquitectónicos más vanguardistas del momento, desde la ópera diseñada por Jean Nouvel a los rascacielos futuristas del estudio de Zaha Hadid.

Aunque la designación de Zona Económica Especial que ha permitido su meteórico desarrollo tiene solo 40 años, sus logros la han colocado en el foco mundial. Esos logros, apunta Li Xiang, “son el resultado del sudor y el arduo trabajo de innumerables pioneros. La ciudad ha sido forjada por soñadores”.

Shenzhen Zhongshuge. Foto: X+Living.

En este sentido, Shenzhen Zhongshuge nace como “homenaje a los creadores de la historia en esta tierra”.

¿Librería o instalación de arte?

Así nació este espacio comercial, que se mueve a caballo entre el arte y la utilidad, pero también entre la tierra y el cielo, “como si fuera una presencia de otro mundo que genera una experiencia de sutil inquietud y a la vez familiaridad, haciendo del espacio una propuesta que plantea preguntas silenciosas a los espectadores” explican sus responsables.

Una gran fachada de cristal envuelve la tienda, rompiendo una primera barrera entre interior y exterior y ampliando visualmente los límites del espacio.

Una fachada de cristal difumina los límites entre interior y exterior. Foto: X+Living.

Desde fuera ya se puede intuir la zona principal de la tienda, ocupada por una enorme y artística escalera de caracol colocada horizontalmente que es a la vez una instalación artística y una colosal estantería, pero también una línea de tiempo.

La pieza, que recorre todo el espacio central trazando una trayectoria curva, encierra sin embargo otros significados. Al colocarse de frente, los clientes pueden observar lo que parece la esfera de un reloj.

Los pasamanos en forma de agujas redundan en el concepto de que se trata de una escalera de la historia que se ha que se ha ido construyendo durante incontables horas. Lejos de ser estático, el diseño imprime un ritmo vertiginoso, transmitiendo la sensación de que la historia está siendo empujada a través del tiempo.

Así, girando y retorciéndose en espiral, la escalera homenajea los esfuerzos de aquellos pioneros que hicieron crecer la ciudad.

Vista de frente, la espiral recuerda a la esfera de un reloj. Foto. X+Living.

Es, además, una pieza que invita a la exploración, a perderse por los títulos que llenan sus estantes, y que encuentra su réplica en un patrón espacial que invita a una experiencia de lectura íntima.

A su alrededor, el resto de muebles se difuminan con contornos curvos que representan un flujo continuo, dirigiendo el tráfico y ofreciendo una sensación de paz y calma.

Escalera al saber

La escalera, que tantas veces se ha empleado en la historia del arte como metáfora del aprendizaje y la sabiduría (y también del espíritu que se eleva al ascender, por lo que sirve de nexo entre lo terrenal y lo celestial) presta su simbolismo en otros lugares del establecimiento.

Shenzhen Zhongshuge. Foto: X+Living.

Es el caso del espacio dedicado a encuentros y conferencias de la tienda, presidido por una escalera altísima que lleva a pensar en un templo sagrado del conocimiento.

Las puertas superpuestas y los suelos espejados aportan riqueza y amplitud a los espacios, redundando en la sensación de espiritualidad, mientras que la iluminación crea una atmósfera cálida y suave en todos los ambientes.

Aún espera alguna que otra sorpresa, como las mesas suspendidas que aportan un toque surrealista, envolviendo al visitante en imágenes y sentimientos fantásticos.

Suelos espejados e iluminación contribuyen a crear un entorno onírico. Foto: X+Living.

Soñar entre libros

La librería cuenta también con una zona infantil en la que predominan los colores alegres que van del naranja brillante al azul y el violeta, creando un ambiente armónico que acoge gráficos como una noria y un castillo, en un festín para los sentidos.

Según su creador, su enfoque “poco convencional” en la fusión de forma y función y, en este caso, de espacio comercial y arte, “rompe los grilletes de los atributos monótonos de un espacio destinado a funcionar, transmite los valores de la marca y aporta un gen de lugar nuevo y novedoso a la experiencia de compra de los consumidores”.

La zona infantil de la librería. Foto: X+Living.

Shenzhen Zhongshuge es así un lugar de homenaje a los pioneros de la ciudad, pero también un “lugar de sanación” para adquirir conocimientos y buscar sabiduría. Y, sin duda, un lugar donde pasar horas y horas entre letras.

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