El centro cultural chino que desafía la gravedad

La ciudad de Suzhou inaugura su nuevo centro de arte, un innovador edificio rodeado de gigantescas estructuras metálicas que parecen flotar en el viento

Complejo de Suzhou. Foto Estudio Christian de Portzamparc

Las ciudades chinas mantienen una intensa competencia para ver quién tiene los edificios más vanguardistas y cuál convoca a la mayor cantidad de arquitectos y estudios estrellas.

Así llegamos a Suzhou, una ciudad al oeste de Shanghái, que acaba de inaugurar un novedoso centro cultural rodeado de estructuras metálicas que parecen flotar en el viento.

El diseño se replica en la pasarela del Lago Tai. Foto Estudio Christian de Portzamparc

Homenaje a la danza tradicional

En el teatro tradicional chino es común que los bailarines dancen con telas que les otorgan un movimiento dinámico revestido de elegancia y gracia.

En eso se ha inspirado el estudio de Christian de Portzamparc, ganador del premio Pritzker, quien tuvo a su cargo el diseño de un complejo al frente del lago Tai.

Explosión urbanística

Lo que antes era una llanura desierta se convirtió, en pocos años, en una especie de Manhattan chino. “Se construyó tan rápido que nos sorprendió en cada visita”, indican en el estudio, en un proyecto urbanístico donde se configuró una cuadrícula que desemboca en el paseo lacustre. Y precisamente, en el punto donde se levanta el nuevo centro cultural.

La ciudad rápidamente se convirtió en un nuevo Manhattan. Foto Estudio Christian de Portzamparc

El nuevo complejo, en el flamante distrito financiero de Suzhou, “se construyó tan rápido que nos sorprendió en cada visita”, dicen en el estudio de Christian de Portzamparc

Una cinta para atar los dos edificios

Este complejo en realidad está conformado por dos volúmenes: en uno se encuentran el edificio destinado a conciertos y salas de música, y en el otro un museo e instituciones educativas.

Para unificarlos en un solo cuerpo el estudio de De Portzamparc creó una cinta metálica que sube y baja y vuelve a subir hasta los 40 metros de altura.

Los dos bucles de la estructura convergen en el centro de la explanada, justo en el punto donde el eje peatonal culmina en el lago.

Las cintas tienen pasarelas que se elevan hasta los 40 metros. Foto Estudio Christian de Portzamparc

El símbolo del infinito

Sobre la superficie del agua se creó una isla artificial destinada como área verde, y en la parte central, como si fuera un reflejo de la gigantesca cinta metálica, se montó un pequeño paseo que replica la forma del 8 que recubre al complejo; que visto de perfil, adquiere la forma del infinito de la banda de Moebius. O del ying y yang.

En el ala norte se encuentra un teatro de ópera de 1.600 asientos y una sala de usos múltiples con capacidad para 600 asistentes.

Allí también se presenta un conservatorio de música y una sala de cine de 360 grados.

Las cintas metálicas recuerdan a los velos de la danza tradicional china, y también al símbolo del infinito

En el ala sur se construyeron dos edificios: uno destinado al museo de historia y otro al museo de la ciudad de Suzhou, donde también se aloja un centro de convenciones.

La sala principal tiene capacidad para 1.600 personas. Foto Estudio Christian de Portzamparc

Además, la existencia de cafés, restaurantes y espacios comerciales llevan a que el nuevo complejo tenga una superficie total de 202.000 metros cuadrados.

Lo interesante es que esta cinta no es solo una bonita cobertura que presume de vanguardia, sino que también es una pasarela peatonal que permite caminar por su interior y tener interesantes vistas panorámicas del nuevo distrito financiero de Suzhou.

a.
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