Bienvenidos al puente más psicodélico del mundo
Un estudio de arquitectura propone rediseñar un puente peatonal de Shanghái con colores, y de paso, convertirlo en un atractivo turístico
A Shanghái se la conoce como “el museo de puentes”, por la gran cantidad de cruces viales, ferroviarios y peatonales que atraviesan el río Wusóng. Pero uno de ellos puede convertirse en un atractivo turístico y vecinal gracias a la explosión de colores que propone un estudio de arquitectura.
El puente peatonal de Puji, que conecta a los distritos de Zhabei y Jing’an, fue construido en 1997 y renovado en 2009 para la exposición universal de Shanghái; en que se permitió el paso de bicicletas y motos de baja cilindrada.
La plataforma que es indiferente a todos
Es una estructura de un kilómetro de largo, que cuando deja atrás el curso fluvial se mantiene varios centenares de metros como una plataforma elevada.
La propuesta pasa por reorganizar el flujo de peatones, bicicletas y otros vehículos con sendas de colores, y asignar otros tonos para los espacios de relax y socialización
Pero se trata de una infraestructura gris, anodina, que a pesar de ofrecer interesantes vistas de esta ciudad china y sus rascacielos es transitada con indiferencia por los residentes.
De gris a arco iris
El estudio 100 Architects propone darle una nueva vida a este puente. No se trata de reconstruirlo, sino de hacerle un lavado de cara y someterlo a un colorido maquillaje para organizar su circulación, y de paso, convertirlo en un emblema de la nueva Shanghái.
[Para leer más: Los rascacielos de Shanghái nos invitan a subir al cielo]
La propuesta pasa por reconsiderar los espacios y las funciones del puente por medio de una organización por colores.
Un color para cada función
Por ejemplo, las líneas verde lima marcarán los carriles donde solo podrán circular las bicicletas y las motos. Como una serpiente, un trazado de tono magenta irá de lado a lado del puente para precisar la senda de los peatones.
El fondo del puente estará pintado en cian, mientras que las infraestructuras de color amarillo definen las zonas pensadas para socializar, como asientos y mesas de hormigón con sombrillas, anfiteatros y miradores.
El nuevo puente tendrá zona para peatones, sendas para ciclistas, miradores y hasta un anfiteatro
Otros sectores quedarán reservados para que los tradicionales vendedores ambulantes puedan ofrecer sus productos, donde también se podrán organizar mercadillos espontáneos por la noche.
[Para leer más: Viaje por los puentes más bonitos del mundo]
A lo largo del puente se colocarán grandes maceteros, que además de aportar un poco de color verde natural, también servirán para delimitar espacios y evitar que el puente se convierta en una pista de carreras para los ciclistas y usuarios de patinetes.