La arquitectura que llega para cambiar el mundo

El último libro de Beatrice Galilee analiza cómo las ideas más audaces de la arquitectura están llamadas a provocar un cambio profundo en la sociedad y las personas

Auditorio de Plasencia. Foto Iwan Baan – Editorial Phaidon

La arquitectura es mucho más que un edificio, una casa o un puente que uno contempla, habita o usa: cada creación provoca un cambio en el paisaje, en la forma de vida y en el entorno.

Y no se restringe solamente a la construcción de infraestructuras, sino que también se expande a campos como las artes plásticas, el cine y la fotografía, con derivas en las ciencias sociales y naturales.

Entre el arte y la arquitectura

Así lo entiende Beatrice Galilee, con una larga carrera entre la arquitectura y el arte, como lo atestiguan sus cinco años como comisaria adjunta de arquitectura y diseño en el Met de Nueva York.

Esta profesional es autora del interesante Radical Architecture of the Future (Arquitectura radical del futuro), publicado por Editorial Phaidon, un compendio de proyectos concluidos que no se limitan a edificios sino que se expanden a diferentes muestras de arte.

Los proyectos presentandos plantean un cambio del mundo, ya sea con un espacio para reivindicar a minorías como el uso de materiales alternativos y sostenibles

Todos ellos tienen un hilo que los une: plantean un cambio radical del mundo. Pero este adjetivo no va por el lado de esas ideas audaces con más pretensiones de notoriedad que de practicidad, sino que se centra en propuestas que buscan mejorar un entorno tras una catástrofe, ue presentan alternativas sostenibles frente a la emergencia climática, o que plantan una bandera a favor de los desprotegidos.

Estructuras del paisaje. Foto Iwan Baan-Editorial Pahidon

Ver más allá del horizonte

Galiee bucea en los trabajos de los profesionales más radicales a través de cinco capítulos temáticos.

El primero es Visionarios, donde se presenta trabajos que cambian espacios a través de técnicas y materiales innovadores.

La idea es cambiar la sociedad de una manera positiva, con un especial cuidado en rescatar el trabajo de las minorías y con una marcada apuesta por la sostenibilidad.

El libro ‘Radical Architecture of the Future’. Foto Editorial Phaidon

Allí se ven el llamativo auditorio de Plascencia con forma de meteorito transparente de Selgas Cano, la escuela flotante de Makoko en Lagos (Nigeria) de NLE,, los cubículos de lectura en grúas de Lab.Pro.Fab de México y la reivindicativa Nueva Arquitectura Andina de Freddy Mamani en Bolivia.

Desde dentro

La segunda parte, Insiders, rechaza la idea de que un edificio de un arquitecto mediático vale más por su firma que por el proyecto en sí mismo.

Lo que aquí se presentan son los que Galilee denomina como ‘caballos de Troya de la arquitectura’, iniciativas que cambian la industria desde dentro.

Sky, snowboard, escalada, senderismo… ya está abierto Copenhill. Foto: Rasmus Hjortshoj | BIG.

Aquí no solo importa la función de un proyecto sino también su impacto en la sociedad y el medio ambiente, así como en la cadena de proveedores y en el legado de su aporte inmaterial.

Entre esos proyectos encontramos museos como el de Arte Zeitz Mocca de Heatherwick Studio de Sudáfrica, el Nacional de Historia Afro-Americana de Adjaye Associates de Washington y el Palestino de Heneghan Peng en Birzeit (Palestina), junto con la planta depuradora CopenHill de BIG (en Copenhague) y el auditorio al aire libre Mile-Long Opera de Diller Scofidio+Renfro en Nueva York.

La arquitectura da poder

Pasamos al tercer capítulo, Radicales, donde una serie de artistas, escritores, investigadores y cineastas usan a la arquitectura como un vehículo de expresión para reflexionar sobre la identidad racial, el emponderamiento de minorías y el uso de los espacios por parte de los ciudadanos.

A la larga, la idea es que son las personas (más que las infraestructuras) las que dan identidad a una ciudad.

Así, se despliegan proyectos las fotos aéreas de los feedlots en Texas de Mishka Henner, las obras abstractas de Julie Meheretu, las fotografías de las banderas contaminantes de John Gerrard, las imágenes de Cao Fei que critican la feroz industrialización china y la recreación de la ciudad de Wakanda de Hannah Beachler para la película Pantera Negra.

Museo Nacional de Historia Afro-Americana. Foto: AlanKarchmer/NMAAHC

Caminos alternativos

En Rupturas, el cuarto capítulo, la autora repasa varios proyectos donde el protagonismo pasa por el uso de materiales de manera experimental, desde el ladrillo o el mármol al bambú.

“El futuro de la arquitectura está en buenas manos”.

Beatrice Galilee

También presenta iniciativas para proteger patrimonios a punto de ser olvidados, destruidos o avasallados, donde además de construir los arquitectos presentes buscan ser generadores de un cambio.

Así desfilan el complejo religioso y secular de Dandaji (Níger) de Atelier Masomi y Studio Chahar, el rescate de casas antiguas de Granby Four Streets de Liverpool por el estudio Assemble, las descomunales Estructuras del Paisaje en Montana (EEUU), de Ensamble Studio y los hostales de bambú de Anna Heringer en Baoxi (China).

El libro analiza obras que plantean cambios radicales en la arquitectura. Foto Editorial Phaidon

Los cerebros del cambio

Llegamos a Masterminds, el último apartado, que repasa las contribuciones de filósofos, científicos, artistas, curadores y académicos al mundo de la arquitectura.

Se trata de dar nuevas respuestas a los desafíos por venir, ya sea a través de un edificio, un videojuego, una clase o un libro; con el objetivo final de crear nuevas alianzas que superen las desigualdades.

La autora Beatrice Galilee. Foto Sangwoo Suh

De esta manera descubrimos las ideas de Donna Haraway sobre la supervivencia de la Tierra, las anatomías de la inteligencia artificial de Kate Crawford y Vladan Joler, las leyendas de Timothy Morton en los carteles de señales de tráfico y la recuperación de edificios derruidos a cargo de Theaster Gates en Chicago.

“Este libro está inspirado en los propios creadores. Actualmente existe un paisaje muy enérgico, rico y plural en el que la siguiente generación de arquitectos y diseñadores puede florecer, cambiar, expandirse y crecer. Espero que los lectores se sientan animados por las ideas y visiones que compartimos y consideren que quizá el futuro está en buenas manos”, sintetiza Galilee sobre su libro.

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