Un año de Generator en BCN: la economía manda

El macro-hotel-hostal Generator de Barcelona tiene muchas etiquetas. Tantas como camas: 726. El establecimiento celebró el sábado su primer cumpleaños entre algunas sombras, pero mostrando músculo económico.

«Sin el hostal, hoy no trabajaría aquí. Ni yo ni los tres trabajadores extra de temporada». Son palabras de Harry, camarero de un restaurante a escasos metros del Generator. El macro-hostal de Barcelona celebró el pasado sábado su primer cumpleaños entre algunas críticas, pero mostrando un imbatible músculo económico.

En efecto, las carteras de los ocupantes de las 726 camas del alojamiento low cost más grande de Barcelona han revitalizado el entorno en 14 meses. Tiendas de alquiler de bicicletas, bares y restaurantes han florecido en el barrio de Gràcia. «Nuestra recaudación se ha disparado un 80%», asegura el mismo mesero.
 

 
El hostal ‘boutique’ ha revitalizado el barrio

 
Y, según el hostal, la tendencia se mantendrá. El Generator ya está casi lleno hasta julio. La temporada de verano volverá a arrojar ocupaciones de casi el 100%. «Ahora vamos a dinamizar la temporada baja». Quien habla es Dalida Kibir, coordinadora de eventos del Generator.

Respecto al impacto en el barrio, la profesional es clara. «Nos hemos integrado perfectamente. Colaboramos con una escuela especial del barrio. Trabajamos con artistas y deejays consagrados. Colaboramos con varios festivales y marcas», enumera.

El éxito de Generator pivota sobre bases simples. «Es barato, de confianza. Está limpio. Está cerca del Metro«, dice Marco, un huésped procedente de Milán (Italia). Estas son las líneas de trabajo del albergue: diferenciarse del resto, dar valor añadido, alejarse de la imagen astrosa. «Cuando alguien piensa en un hostal, la imagen es la de un portal sucio y oscuro. El Generator es como un hotel boutique con camas a partir de 10 euros», describe Kibir.

Una visita por el interior corrobora su tesis. Diseño post-industrial cuidado, detalles en las habitaciones y wifi gratis. Espacios comunes cómodos, salas de internet, lounge y chill-out. Animados por un programa de eventos y fiestas estable y equipados con pantallas y equipos de sonido última generación. «Está pensado para sentirse como en casa y relacionarse», explica la Coordinadora de Eventos.

Los clientes de las cinco plantas de hostel y las dos de hotel (las superiores, más ‘chic’) son mayoritariamente jóvenes de 18 a 35 años, la mayoría extranjeros. Precisamente, el ir y venir de grupos de ‘mochileros’ es lo que solivianta a algunos vecinos. «Esto [la calle Córcega, apartada del centro] se ha convertido en una pequeña Rambla: autobuses, grupos arriba y abajo, jaleo», lamenta Carlos, un vecino de la zona.
 

 
Algunos vecinos lamentan la aglomeración en verano

 
Con todo, el residente admite que, ante las luces y sombras, el impacto es positivo. «Antes esto estaba muerto. Han relanzado una calle en la que antes eran todo persianas cerradas. Los comerciantes deben de estar en las nubes», concluye.

a.
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