Cómo un robusto carguero escocés se convierte en un hotel boutique

The Fingal es un hotel boutique, o más bien, un barco reconvertido en un elegante alojamiento de estilo art-decó, anclado cerca de Edimburgo

A tres kilómetros del centro de Edimburgo, en el puerto de Leith, un viejo carguero está atracado y no piensa navegar a ningún sitio. Durante 30 años sorteó los duros mares del norte, pero este robusto barco vive una jubilación dorada reconvertido en un elegante hotel boutique.

The Fingal sigue la estela del Queen Elizabeth II, el lujoso transatlántico que está permanentemente amarrado en el puerto de Dubái porque se transformó en un hotel de alta categoría.

De transporte marítimo a hotel

En el caso del barco escocés, fue botado en 1963 con una dura tarea: proveer de materiales a los faros que están diseminados por las agrestes costas de Escocia e Inglaterra, con sus últimos años basados en las islas Orcadas.

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El barco-hotel cuenta con 23 habitaciones. Foto: The Fingal

El barco-hotel cuenta con 23 habitaciones. Foto: The Fingal

Luego de tres décadas de servicio quedó atracado en Cornualles, al sur de Inglaterra, hasta que en el 2014 la sociedad The Royal Yacht Britannia, propietaria del antiguo yate de Isabel II, lo adquirió para darle un nuevo destino. Y una nueva vida.

The Fingal sirvió durante 30 años transportando material para los faros de las costas de Inglaterra y Escocia

Tras dos años de planificación y otros dos de remodelaciones, con una inversión de casi seis millones de euros, The Fingal brilla como un hotel con interiores de estilo art-decó.

Cómo es dormir en The Fingal

Con 23 camarotes/habitaciones, se puede elegir por la opción Clásica o la Cabina de Lujo, aunque quien busca amplitud de espacio debería reservar la Dúplex, que se despliega en dos niveles y que tiene hasta una coqueta bañera.

Pero la más exclusiva es la Skerryvore Suite, que tiene un salón privado y una terraza propia en la cubierta.

La suite Skerryvore cuenta con un salón privado. Foto: The Fingal.

La suite Skerryvore cuenta con un salón privado. Foto: The Fingal.

Las habitaciones se caracterizan por sus paredes curvas y sus ventanas de ojos de buey, lo que pueden parecer un poco oscuras durante el día (y más teniendo en cuenta la cantidad de días nublados en Escocia).

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Los interiores presentan espejos con detalles dorados, revestimientos de madera y un aire que rememora a los locos años ’20. En las habitaciones y pasillos hay recuerdos de la vida anterior de The Fingal, como cartas náuticas y fotografías de los faros a los que servía.

Las opciones gastronómicas

En The Lighthouse Bar hay grandes ventanales que permiten tener amplias vistas del puerto de Leith, donde se pueden tomar cócteles de autor, los renombrados whiskies escoceses o las clásicas cervezas de la región.

En el desayuno se sirve un salmón de gran calidad. Foto: The Fingal.

En el desayuno se sirve un salmón de gran calidad. Foto: The Fingal.

En el salón se sirve un desayuno que es sólo para estómagos resistentes: bacon, judías con tomate, huevos salteados, setas y pudin negro. Y un salmón negro de primera calidad.

En la cena, se suelen ofrecer tres platos, con toques gourmet como ostras o los risottos de setas que se combinan con presentaciones tradicionales de carnes y pescados. El foundant de chocolate es sumamente recomendado.

Más allá del salón no hay muchos más espacios para hacer vida social en el barco. No es como un crucero donde se pasan largas horas en sus ambientes comunes, porque la idea es tener una experiencia diferente al momento de dormir durante una escapada a Edimburgo.

El salón principal se alquila para eventos. Foto: The Fingal.

El salón principal se alquila para eventos. Foto: The Fingal.

 

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