Primark se erige como el gran rival de los hoteleros en Madrid

El ejemplo de la 'macrotienda' hace que cada vez más tiendas de moda quieran ocupar las plantas superiores de los edificios. El hecho dificulta la apertura de hoteles de lujo, por lo que cuando se encuentra un inmueble adecuado "se pagan auténticas barbaridades".

La Gran Vía madrileña es el nuevo objeto del deseo de las grandes cadenas hoteleras. Tras colonizar el Paseo de Gracia, las principales firmas nacionales e internacionales han enloquecido por establecerse en la popular avenida. A la tradicional competencia entre firmas se une el ‘efecto Primark‘. Cada vez son más las compañías de moda que quieren colonizar los pisos superiores de los edificios tras la macrotienda de la textil. 

«Con la apertura del Primark de cinco plantas se ha visto la rentabilidad y el tamaño que pueden alcanzar la grandes tiendas de ropa», apuntan desde la consultora Aguirre Newman. «El modelo tradicional está en riesgo; antes la planta baja de los inmuebles se dedicaba al retail y las superiores al uso hotelero», recuerdan. «Ahora las tiendas quieren ocupar más pisos, por lo que la posibilidad de abrir un buen alojamiento disminuye», finalizan.

«El hall y la entrada se quedan muy pequeños, y así es muy complicado abrir un hotel de lujo», explica el analista Javier Oroz. «Por todo esto, cuando se encuentra un inmueble adecuado se está pagando un precio por habitación que se convierte en una barbaridad». La demanda supera de largo a la oferta.

Los macro proyectos, contados

Proyectos como el Four Seasons en Canalejas o el del Grupo Wanda en el Edificio España están contados en la capital. «El tamaño de los edificios no permite grandes alegrías ni planes faraónicos, por lo que una alternativa son los hostels, boutiques y alojamientos parecidos», receta Bruno Hallé, de Magma Consulting. La calle Montera es uno de los mayores exponentes, con la reciente apertura de un nuevo Sidorme en el segundo trimestre de 2016.

La ciudad aboga por diversificar los alojamientos, quizás para evitar la masificación que sufre Barcelona. «La Gran Via es la guinda del pastel, pero zonas como la Plaza Real, la Plaza Mayor, Sol y la calle Montera también están siendo muy demandadas», completa Oroz.

Aparición internacional

Además, Madrid aboga por un cambio de paradigma. Mientras ya casi duplica a la ciudad mediterránea en inversión hotelera, las cadenas internacionales ya miran a la Meseta, un territorio tradicionalmente dominado por las grandes compañías españolas. El director general de negocio de Savills, Arturo Díaz, ya apuntó en marzo que las nuevas aperturas habían «internacionalizado» el sector.

Según los datos publicados por la consultora Irea, durante 2015 Madrid logró un montante de 582 millones de euros, 200 millones por encima de los 383,3 que movió Barcelona. 

a.
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