Núñez y Navarro presiona para construir un hotel en BCN encima de unos restos arqueológicos

El Ayuntamiento de Barcelona asegura que las negociaciones son complicadas porque el constructor tiene la legalidad de su parte. No obstante, la oposición señala que el consistorio pudo reglamentar para impedir su apertura y no lo hizo

Parece que nada impedirá que Núñez y Navarro levante un nuevo hotel en el centro histórico de Barcelona, un punto de la ciudad donde la masificación del turismo se ha convertido en un problema para los vecinos. El ayuntamiento de la capital catalana asegura que hace todo lo que puede para negociar con el constructor. No obstante, la oposición señala que el Ejecutivo municipal, liderado por el alcalde Xavier Trias (CiU), pudo impedir el proyecto con la elaboración del Plan de Actividad del distrito de Ciutat Vella, pero no lo hizo.

Núñez y Navarro logró la licencia para construir el establecimiento en la calle Rec Comtal en 2008, bajo mandato del anterior alcalde, Jordi Hereu (PSC). La consiguió sobre la bocina porque dos años después, el ayuntamiento instauró la suspensión de nuevos permisos para la apertura de hoteles.

No obstante, el proyecto quedó congelado por dos motivos. El primero, los socialistas junto a ERC lograron proteger el espacio donde se iba a construir declarando unas palmeras del solar patrimonio de la ciudad. Eso obligaba a introducir cambios en el proyecto arquitectónico. El segundo, por aquel entonces Núñez y Navarro atravesaba problemas de liquidez y tuvo que echar el freno de mano.

La constructora del ex presidente del FC Barcelona había perdido interés en el proyecto dadas las circunstancias. Pero las cosas cambian. Los árboles murieron por una infección y el nuevo Plan de Actividad de Trias no ponía ninguna restricción en esa zona. El empresario, polémico donde los haya (condenado a 26 meses de prisión y con varios proyectos arquitectónicos encallados por la ciudad), decidió aumentar el tamaño del establecimiento, pasando de cuatro plantas a siete.

Las obras ya han empezado pero, para sorpresa del constructor, se han encontrado unos restos arqueológicos. Se trata de unas ruinas romanas, lo que obliga a catalogarlas y, si es necesario, a protegerlas. El concejal de urbanismo de la ciudad, Antoni Vives, asegura que el hallazgo no es motivo suficiente para parar la construcción. «Los servicios municipales consideran que estas ruinas se deben documentar y luego tapar», ha asegurado este jueves en comisión del ayuntamiento.

Por su parte, el líder de ERC en el consistorio, Jordi Portabella, ha sugerido a Vives que el Ayuntamiento se podría plantear comprar la finca. «Tiene motivos de sobra», ha asegurado el republicano, quien ha señalado el valor arqueológico y cultural del yacimiento, además de recordar la situación de presión social que vive el barrio. El responsable de urbanismo ha contestado que se debe ir con cuidado cuando de lo que se habla es de dinero público. 

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