Meliá fracasa en la amortización anticipada de su deuda

La compañía incentivó la titularización con una prima del 1% de la emisión que vence a final de año. La compañía tiene 550 millones en bonos con fecha de caducidad de hasta 2018.

Meliá tiene el vencimiento de una emisión de bonos por valor de 200 millones de euros a finales de año. La hotelera ha intentado durante este curso reducir la deuda (y ahorrarse los intereses) con una oferta para incentivar el canje. No obstante, los esfuerzos sólo han convencido a unos pocos. La compañía únicamente ha convertido anticipadamente 18,5 millones de euros.

La cadena tiene operativas tres emisiones de bonos por valor de 550 millones. En total, se han canjeado 27 millones. A Meliá le interesa reducir deuda por los altos intereses que paga. Sobre todo, si se tiene en cuenta la diferencia de intereses que se ofreció durante los años más duros de la crisis y los que podría ofrecer ahora. El euribor cerró el mes de octubre a 0,338%, mientras que en el 2009 lo hizo al 1,234%, cuatro veces más. 

La primera remesa, la que vence a final de año, se emitió en 2009 con un cupón semestral el 5%. La segunda se trata de deuda simple por valor total de 100 millones de euros y un cupón del 7,8% trimestral. Vence en el verano de 2016.

El último paquete se lanzó al mercado en abril del año pasado. Se trata de 200 millones de euros, que posteriormente fueron ampliados hasta los 250, con unos intereses trimestrales del 4,3%. Su fecha de caducidad está fijada para abril del 2018.

Por otra parte, Meliá tiene aún vivos varios millones en participaciones preferentes pese a sus intentos por finiquitarlos. En 2009, lanzó un total de 109 millones de euros en este tipo de producto. Hace dos se dio la opción a los tenedores de preferentes de canjearlas por bonos con vencimiento en 2016. Actualmente quedan vivos aproximadamente 25 millones de euros.

a.
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