Mallorca mete en cintura a TUI: multas de 3.000 euros al turismo de borrachera

Las autoridades logran retirar el polémico anuncio que promocionaba el destino como un lugar para beber "hasta que venga el médico". Esta temporada preparan restrictivas sanciones para los juerguistas y afilarán el hacha en las inspecciones a los organizadores.

La barra libre ha terminado. Icono del desfase para los adolescentes británicos y alemanes durante lustros, Mallorca se esfuerza en renovar su imagen. Tras el infierno de Magaluf, las excursiones etílicas por la playa de Palma amenazan con convertirse en la sensación de la temporada veraniega. El primer botellón fue hace dos semanas en s’Arenal, e incluso TUI Group se había subido al carro con viajes para emborracharse «hasta que venga el médico».

Tanto el gobierno autonómico como el consistorio de la capital balear han reaccionado con celeridad para conseguir que el tour operador alemán retire el anuncio. «La página no era accesible desde dentro de la propia web, sólo estaba disponible cuando buscabas ‘turismo de fiesta en Mallorca’ en Google«, matizan. Y añaden: «No se trata de una expresión literal, es lo que aquí traduciríamos como coger un ciego».

La excusa no convenció a las autoridades del archipiélago. Tras varias llamadas cruzadas entre la sede que la compañía tiene en Palma y la de Hannover, la consejería de Innovació, Recerca i Turisme logró eliminar la oferta destinada a los juerguistas.

Multas de hasta 3.000 euros por participar en las fiestas

El propio alcalde de Palma, José Hila, impidió el domingo la celebración de uno de estos encuentros organizado por el pub Deutsches Eck, que preveía congregar casi 500 personas. Junto a la policía se personó en la conocida calle de la cerveza «para dar un mensaje de que, a partir de ahora, este tipo de concentraciones no se van a tolerar», explican fuentes del Ayuntamiento. Un centenar de taxis disgregaron a los parranderos por diversos bares de la zona.

No sólo serán actos de cara a la galería. La autoridad municipal ha establecido cinco zonas sensibles en las que beber en la calle –tranquilos, no una lata de cerveza- estará penado con multas de entre 1.500 y 3.000 euros. Los cinco puntos calientes serán la playa de Palma, el Paseo Marítimo, El Jonquet, Son Armadams y Plaza Gomila.

«No va a ser una cosa de hoy para mañana», reconocen desde el consistorio. Las sanciones se empezarán a aplicar de aquí 15 días y de forma progresiva para estar totalmente asentado en los meses centrales del verano.

Inspecciones a locales

Además de perseguir los botellones, la policía inspeccionará los locales que organicen este tipo de macro fiestas para comprobar «como se organizan y que todo entre dentro de los cauces de la legalidad». Por el momento, el Ayuntamiento ya elabora un informe sobre la última excursión etílica celebrada por el Deutsches Eck.

Mientras, desde la consejería celebran que cada vez más hoteleros apuesten por virar en su estrategia y avanzar en la captación de clientes de un mayor nivel adquisitivo. «El propio TUI nos ha explicado que el turista de borrachera sólo supone un 2% de los viajeros que vienen al archipiélago», defienden desde el organismo. El futuro pasa por atraer usuarios de calidad.

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