Los inversores siembran dudas sobre el futuro de High Tech Hoteles

Los expertos apuntan a un ajuste de la cartera y mantener los contratos rentables como las únicas opciones de supervivencia. Por el momento, parece ser que el método coincide con el que ha tomado la nueva dirección de la cadena, liderada por Javier Carretero.

Treinta y tres hoteles repartidos por Madrid, Barcelona, Bilbao, Valencia, Sevilla, Málaga y Salamanca podrían salir a la venta en los próximos meses. El futuro de la cadena High Tech Hoteles, que opera la marca Petit Palais, genera dudas entre los inversores, que temen que la única opción de la compañía es la de aligerar su cartera de edificios

Tras los cambios sufridos en el accionariado, con una división entre N 1, Dinamia y el equipo directivo de la firma, la compañía dio un giro al timón a su cúpula el pasado febrero. La empresa decidió nombrar a Javier Carretero, antiguo director general de la Cámara de Comercio de España y hombre fuerte de Dinamia. Entró en sustitución de Gonzalo de Rivera, algo que escenificó la retirada del fondo N 1 en la toma de decisiones.

Las causas de la decadencia

High Tech Hoteles apareció con fuerza en el panorama español hace unos 15 años. Se hizo un nombre al apostar por locales siempre bien ubicados en las localidades en las que se afincaba. Sin embargo, lo consiguió a base «obras de dudosa calidad», explica un reputado consultor barcelonés. Una década y media después «se les empiezan a ver las costuras», apunta.

Además, hicieron fortuna «con una estrategia muy hábil a la hora de negociar los alquileres», explica un inversor madrileño. Pero con la caída de la ocupación, muchos contratos se fueron tras ella y han perdido varios establecimientos en los últimos tiempos.

A la espera de las cuentas de 2014, la marca perdió hasta 42 millones de euros en 2013. Números que agravan los 10 millones en negativo que se obtuvieron entre 2010 y 2012.

La solución que propugnan los analistas

Desde Barcelona analizan que las opciones que existen para relanzar la compañía pasan por «deshacerse de los hoteles menos rentables» y quedarse con los que realmente funcionen. De los viables, «conseguir renovar los máximos posibles, o perder los mínimos», explican pesimistas. Parece ser el camino por el que apuesta la nueva dirección de High Tech, «que ya está estudiando varios procesos de desinversión», avanzan los expertos. 

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